Lunares con relieve: por qué salen y cómo quitarlos

Los lunares son crecimientos de un tipo de célula de la piel denominados melanocitos. Un melanocito es un tipo de célula, es la que le da color a la piel, también es la que da el bronceado cuando la persona se expone al sol. Generalmente, tienen una coloración pardo-amarronada, más oscura con respecto al color de piel. Pueden tener pelos o no.

Algunos están presentes desde el nacimiento (congénitos) y otros aparecen luego (adquiridos), en este último caso suele relacionarse con la exposición solar, el embarazo y la adolescencia.

Habitualmente, los lunares comienzan en la infancia siendo planos (como manchas) y, con el paso de los años, crecen y adquieren relieve. En el adulto mayor, tienden a involucionar, es decir, a perder relieve, tamaño, color e incluso a desaparecer.

Se ubican en distintas zonas del cuerpo, tanto de la piel como en las mucosas de la boca, los genitales y conjuntivas oculares. De acuerdo a la localización, pueden recibir distintos nombres y tener comportamientos variados.

La gran mayoría de las veces se trata de lesiones benignas, es decir, que no generan ningún daño a la persona que los tiene pero por distintos motivos (como, por ejemplo, por la exposición solar intensa), esa célula puede crecer descontrolada y transformarse en maligna.

Existen otro tipo de lesiones pigmentadas o sobreelevadas, tales como:

• Verrugas.
• Nevos epidérmicos.
• Queratosis seborreicas.
• Queratosis actínicas.

Estas, y otras que pudieran aparecer, deben ser diagnosticadas por el especialista en dermatología, ya que es importante reconocerlas adecuadamente y, así decidir, el mejor tratamiento porque pueden tener diferentes evoluciones.

La forma correcta de eliminar los lunares con relieve es mediante una extirpación quirúrgica realizada por un profesional. La misma debe tener las siguientes características:

• Se suele realizar con anestesia local, es decir, solo alrededor de la lesión. No genera mayor complicación ni molestia.
• Se puede tomar una muestra del lunar o bien se puede quitar la totalidad del lunar, tanto en extensión como en profundidad.
• La excéresis completa debe incluir una pequeña porción de piel sana junto con el lunar.
• No se debe realizar solo un afeitado de la lesión, ya que la parte profunda del lunar también debe ser analizada.
• Posterior a la extracción de la biopsia o del lunar completo, se debe realizar el análisis histopatológico para así confirmar que sea benigno.
• Es por ello que otro tipo de extracciones (en medios no hospitalarios, por personas no especializadas, sin estudio posterior de la lesión) no es recomendable, porque como se ha visto, la malignización de los lunares suele ser una enfermedad grave y de mal pronóstico.

Algunas lesiones pueden transformarse en malignas, y es por ello que se debe prestar especial atención y consultar a un especialista de dermatología cuando un lunar tiene las siguientes características:

• Cambio de forma: el lunar se convierte en una lesión asimétrica, es decir, que ya no es de forma redondeada.
• Los bordes son irregulares, con entradas y salidas.
• Presenta múltiples colores (marrón, negro, rojo, azul) o una coloración más oscura en el centro.
• Mide más de 6 milímetros de diámetro.
• Hay nuevas manchas o bultos cerca del lunar.

En esos casos, el lunar en cuestión se debe extraer quirúrgicamente y analizarse en un laboratorio de anatomía patológica para saber qué tipo de lunar es y si tiene algún riesgo.

Otras condiciones en las que se deben extraer los lunares son:

• Cuando generen molestias a la persona, tales como: picazón, sangrado o generen alteraciones estéticas importantes.
• Lunares congénitos medianos o grandes.
• Cuando se lastiman frecuentemente (por ejemplo, los ubicados en el cuero cabelludo).
• Cuando se ubican en la planta del pie y son difíciles de controlar.

Puedes ampliar esta información consultando el artículo Consejos para detectar un lunar maligno.

Es importante que todas las personas pero, sobre todo, las que presentan múltiples lunares, tengan ciertos cuidados, para así disminuir la posibilidad de transformación en melanoma maligno, una de las enfermedades más letales. Las precauciones que se deben tomar son:

• Evitar la exposición solar prolongada en horarios donde la radiación ultravioleta es máxima, esto es en horas cercanas al mediodía.
• Utilizar en esos horarios ropa clara y holgada que cubra las zonas expuestas, así como gafas y sombrero.
• Usar en esos horarios y si la exposición es muy prolongada cremas de protección solar. Las mismas puedes realizarlas tú mismo de una manera muy sencilla a partir de aceite de coco y diferentes aceites esenciales que tengan esta propiedad de proteger de las radiaciones nocivas solares.
• No hay problema en el maquillaje, la depilación de los lunares o el afeitado en zonas donde estén presentes, ya que se ha comprobado que no aumenta el riesgo de malignización.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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