Meralgia parestésica: causas, síntomas, tratamiento y ejercicios

Meralgia parestésica: causas, síntomas, tratamiento y ejercicios

La meralgia parestésica es una afección que provoca hormigueo, ardor y adormecimiento en la parte externa del muslo izquierdo debido a la compresión del nervio cutáneo femoral lateral. Entre sus causas más frecuentes, encontramos el exceso de peso, el embarazo y el uso de ropa muy ajustada. En mucho casos, los síntomas se alivian adoptando algunas medidas sencillas en el día día. Solo en los casos de mayor gravedad o de dolor muy intenso, se prescriben medicamentos concretos.

En el siguiente artículo de ONsalus, explicamos con detalle cuáles son las causas, los síntomas y el tratamiento de la meralgia parestésica, además de los ejercicios recomendados para mejorar la movilidad de la pierna afectada.

Qué es la meralgia parestésica

La meralgia parestésica es una afección que se produce debido a una compresión o atrapamiento del nervio femorocutáneo, el cual le suministra la sensibilidad a la región anterior y externa de ambos muslos.

El nervio femorocutáneo se encuentra en la pelvis y de allí se dirige a la parte frontal de la pierna, la sensibilidad que aporta es a nivel de la parte anterior del muslo y la parte inferior.

Esta alteración solo afecta la parte sensitiva del miembro inferior sin alterar la parte ósea o muscular del miembro inferior. Este nervio nace de las raíces nerviosas a nivel de la columna lumbar, específicamente L1-L2.

Causas de la meralgia parestésica

Como ya hemos explicado, esta enfermedad se produce por compresión o pinzamiento del nervio cutáneo femoral lateral, el cual le confiere sensibilidad a la superficie de la parte externa del muslo. Esto se debe a que se trata de un nervio únicamente sensitivo que no causa afectación de los músculos de las piernas.

El citado nervio atraviesa la región de la ingle y se dirige a la parte superior del muslo sin inconveniente. En los casos donde queda atrapado, habitualmente esto sucede debajo del ligamento inguinal, el cual atraviesa la ingle desde el abdomen hasta el muslo en su parte superior.

Las causas de meralgia parestésica más frecuentes son:

  • Aumento de peso, obesidad.
  • Embarazo.
  • Uso de ropa ajustada al cuerpo como pantalones, cinturones, corsés.
  • Presencia de cicatrices, procedimientos quirúrgicos realizados con anterioridad o lesión en el área inguinal.
  • Lesiones producidas por cinturón de seguridad en un accidente de tránsito.

Otras lesiones pueden ocasionar alteración del nervio femorocutáneo como:

  • Lesión directa del nervio producto de un traumatismo.
  • Fractura ósea a nivel de la pelvis.
  • Sangrado en zona abdominal o pélvica.
  • Presencia de catéter en la zona pélvica o abdominal.
  • Enfermedades como la diabetes, la cual puede afectar a los nervios y dar origen a esta alteración.

Síntomas de meralgia parestésica

Las causas mencionadas son capaces de desencadenar algunos síntomas característicos:

  • Hormigueo en la parte externa y lateral del muslo.
  • Ardor en la parte superficial y externa del muslo.
  • Debilidad a nivel de la rodilla o de la pierna que imposibilita el subir o, en especial, bajar las escaleras.
  • Sensación de que la rodilla es inestable, se sale o hay pérdida de su fuerza.

Lo característico de estos síntomas es que se presentan solo en uno de los lados del cuerpo, en este caso, en la pierna izquierda. Los síntomas se pueden agravar al mantener la pierna en una misma posición o al caminar.

Diagnóstico de la meralgia parestésica

Para llegar al diagnóstico de esta alteración, se requiere de una consulta médica con profesionales especialistas, además de estudios especializados que determinen el tipo de lesión a nivel del nervio:

  • Electromiografía.
  • Resonancia magnética para localizar la presencia de tumores o masas.
  • Pruebas de conducción nerviosas: a través de esta prueba, se conocen los nervios que se encuentran dañados. Esta prueba ayuda a descartar otras patologías.
  • Radiografías de la cadera y la pelvis.

Meralgia parestésica: tratamiento médico

El médico será el encargado, con una evaluación previa, de implementar las medidas necesarias para tratar la meralgia parestésica y aliviar la compresión del nervio dañado. Entre estas medidas, pueden encontrarse:

  • Usar ropa ligera (no ajustada al cuerpo).
  • En los casos donde el paciente presente sobrepeso u obesidad, adoptar un régimen dietético que permita eliminar el exceso de peso.

También es importante consumir medicamentos que ayuden a controlar otros síntomas que acompañen esta alteración:

  • Inyecciones de corticoesteroides: estas contribuyen a disminuir la inflamación, además de controlar el dolor en los casos donde esté presente.
  • Antidepresivos tricíclicos: su efecto contribuye a aliviar el dolor.
  • Medicamentos como el Neurontin, Lyrica y Dilantin son de los más usados: pueden ayudar a disminuir los síntomas de la meralgia parestésica, al igual que los antidepresivos tricíclicos, producen efectos secundarios como náuseas, mareos, estreñimiento, somnolencia y, en algunas ocasiones, aturdimiento.

Ejercicios para la meralgia parestésica

Existen un grupo de ejercicios que se ponen en práctica en los casos de meralgia parestésica para disminuir la tensión muscular, además de mejorar la fuerza y flexibilidad en la pierna afectada. Con ello, se controla el dolor producido por esta alteración. Entre estos ejercicios podemos mencionar:

Cat-camel

Con la realización de este ejercicio, se logra la movilidad de la pelvis además de estimular el movimiento del nervio cutáneo femoral lateral por la zona pélvica.

Este ejercicio consiste en colocarse en cuatro patas con las manos ubicadas debajo de los hombros y las rodillas debajo de las caderas. De esta manera, se arquea la espalda dejando que se corve el vientre y se levante el pecho. Esta posición se debe mantener de 15 a 30 segundos, luego se regresa a la posición inicial y se debe repetir de 3 a 5 veces.

Estiramiento del cuádriceps

Este ejercicio consiste en pararse frente a una pared colocando las manos en ella. Se dobla una pierna a nivel de la rodilla y de esta manera se lleva hacia la región de las nalgas; con la mano libre, se debe guiar el pie hacia el cuerpo hasta que se comienza a sentir el estiramiento en la parte anterior del muslo.

Es importante mantener esta posición por 30 segundos repetir 3 veces en cada lado.

Estocadas

Con la ayuda de este ejercicio, se fortalece la fuerza en las piernas además de mejorar la estabilidad y el equilibrio, y calmar el dolor.

Esta práctica consiste en colocarse de pie con las manos a los lados. Con un paso adelante, se doblan lentamente las rodillas y se baja el cuerpo hasta que la rodilla que se encuentra detrás de la espalda toca el suelo.

Luego, se vuelve a la posición inicial y se repite en el otro lado. Se deben realizar entre 10 y 15 repeticiones en cada lado.

Bridging

Con este ejercicio, se logran estirar los músculos flexores de la cadera, de esta manera, se fortalecen los músculos de la base, glúteos y piernas disminuyendo el dolor, además de mejorar así su función.

Esta práctica se realiza acostado de espalda con las rodillas flexionadas y los pies apoyados en el suelo. Seguidamente, se levanta la cadera del suelo y se contraen los glúteos, en la parte superior se debe mantener esta posición de 15 a 30 segundos. Se vuelve a la posición inicial y se repite de nuevo entre unas 10 y 15 repeticiones de 2 a 3 series.

La realización de estos ejercicios contribuye al alivio de los síntomas e incluso a mejorar el dolor que en algunos casos genera incapacidad para caminar. La solución a este problema es descomprimir el nervio, de esta forma, se obtendrá la eliminación de los síntomas. No dudes en acudir a tu médico de confianza, él te orientará acerca de qué tratamiento iniciar para corregir esta alteración.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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