Miastenia gravis: causas, síntomas y tratamiento

Miastenia gravis: causas, síntomas y tratamiento

La miastenia gravis es un trastorno autoinmune a nivel neuromuscular, es decir, interfiere en la transmisión de la información entre la célula nerviosa y la fibra de los músculos esqueléticos o voluntarios, por lo que esta patología disminuye gradualmente la fuerza física en el paciente. Es una condición que puede afectar a cualquier persona sin importar su sexo o edad, pero es más frecuente en mujeres de entre 20 y 40 años de edad, mientras que la mayoría de los casos en hombres es después de los 60 años. Es importante acudir al médico lo antes posible si presentas algún síntoma de miastenia gravis evitando automedicarte, ya que algunos fármacos pueden empeorar su estado.

A pesar de que el tener esta enfermedad puede significar dejar de realizar muchas de las actividades físicas a las que estás acostumbrado, y eso puede deteriorar tu estado físico y mental, es importante saber que hay una serie de procedimientos que brindan alivio de los síntomas y dan una mejor calidad de vida. Por este motivo, en ONsalus queremos informarte todo respecto a la miastenia gravis: causas, síntomas y tratamiento.

Causas de miastenia gravis

Como en muchas de las enfermedades de índole autoinmune, se desconoce que causa la miastenia gravis, lo que sí se sabe es que este trastorno se presenta cuando hay un defecto en la transmisión de los impulsos nerviosos a los músculos, dando lugar a una debilidad muscular importante.

En condiciones normales, los impulsos nerviosos son transmitidos de una neurona a la fibra muscular a través de una sustancia química llamada neurotransmisor, pero cuando una persona padece de miastenia gravis los anticuerpos destruyen el neurotransmisor que es liberado para dar una respuesta de acción de los músculos, por lo que esta información no es transmitida y las células musculares no son estimuladas.

Los anticuerpos, además de atacar o alterar los neurotransmisores, también pueden ejercer una acción en el receptor específico para esa sustancia química, consiguiendo bloquearlo y aunque no se pueda eliminar el neurotransmisor, este no podrá ser captado y transmitido a la fibra muscular. Asimismo, puede haber una alteración en los pliegues post-sinápticos, aplanándolos e interfiriendo en la correcta comunicación de la información, ya que la intensidad con la que se genera es insuficiente.

Por otro lado, se considera que podría haber una relación entre el timo y la miastenia gravis, ya que en la mayoría de los pacientes con esta enfermedad presentan racimos o nódulos de anticuerpos en el timo, algo que normalmente no ocurriría. Este órgano, por ser el responsable de la maduración y diferenciación de los linfocitos T provenientes de la médula ósea, se plantea la hipótesis de que se establecen instrucciones erróneas sobre la producción de estas células inmunológicas receptoras de estos neurotransmisores, originando así la condición idónea para este trastorno.

Principales síntomas de miastenia gravis

Al ser interferida la comunicación de los estímulos dirigidos a las fibras musculares, estas no pueden funcionar correctamente y propicia la debilidad de los músculos. Conforme vaya avanzando la enfermedad será más grave, con posibilidad de afectar músculos importantes y comprometer la vida. Entre los principales síntomas de miastenia gravis se observan:

  • Parpados caídos, es uno de los primeros indicios y puede afectar a los dos ojos o a un solo ojo y alternar entre estos.
  • Cansancio, que incrementa a lo largo del día.
  • Problemas de visión, frecuentemente visión doble y ocurre al debilitarse los músculos encargados del movimiento ocular.
  • Dificultad para caminar, ponerse de pie, subir escaleras, tomar o levantar objetos.
  • Pérdida de fuerza en los brazos, las piernas o cuello.
  • Trastornos en el habla, hay un cambio de voz o no se entiende lo que la persona dice, mayormente por debilidad en las cuerdas vocales o la lengua.
  • Dificultad para realizar gestos faciales, incluso se presenta parálisis facial.
  • Problemas para masticar o tragar, por lo que podría haber babeo constante o asfixia.
  • Ahogo o difícil respiración, a causa de la debilidad en los músculos de la pared torácica que pueden presionar los pulmones.

Tratamiento para aliviar la miastenia gravis

No existe un tratamiento para la miastenia gravis, más bien se basa en aliviar o disminuir los síntomas que se presentan con esta enfermedad. Para ello debes acudir con el médico para que realice el correcto diagnostico y te recete los medicamentos que mejor se ajusten a tu condición. Para empezar, es probable que indique un tratamiento con anticolinesterásicos, que ayudará a inhibir la enzima que degrada a la acetilcolina, e inmunodepresores, frecuentemente glucocorticoides, ambos fármacos suelen ofrecer una mejoría parcial.

Otra alternativa para tratar la miastenia gravis es por medio de la timectomía, que es la remoción del timo, una cirugía muy eficaz en la disminución e incluso el alivio permanente de los síntomas, dependiendo de la predisposición de la persona y el grado de la enfermedad. Igualmente el médico puede sugerir la cirugía de los músculos oculares si el problema de visión es grave o lo requiere.

La plasmaferis es una técnica utilizada mayormente en pacientes con condición crónica de miastenia gravis, generalmente que involucra crisis respiratoria, o como un tratamiento antes de alguna intervención quirúrgica, ya que su efecto de mejoría es a corto plazo y consiste en separar y extraer el plasma con los anticuerpos que atacan al neurotransmisor, posteriormente es reemplazado por plasma donado sin estos elementos.

Un método con muy buenos resultados como tratamiento de miastenia gravis es la inmunoglobulina intravenosa, se basa en suministrar en el flujo sanguíneo del paciente una gran cantidad de un tipo de anticuerpos necesarios para ayudar a reducir el daño. Es utilizado generalmente cuando otros tratamientos no han funcionado en el alivio de los síntomas, sin embargo puede conllevar varios efectos secundarios o contraindicaciones, por lo que el médico debe valorar el riesgo-beneficio.

De manera alterna, es posible acompañar estos tratamientos para miastenia gravis con fisioterapia si el médico lo considera prudente, esto te ayudará a prevenir una perdida mayor de la fuerza muscular.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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