Osteopenia: síntomas, causas y tratamiento

Osteopenia: síntomas, causas y tratamiento

La osteopenia no es una enfermedad como tal pero sí puede ser perjudicial para la persona que lo padece, ya que puede aumentar la probabilidad de sufrir osteoporosis. Se trata de unos niveles bajos de densidad ósea que están por debajo de lo normal. Sin embargo, no llegan a ser tan bajos como para considerarlos osteoporosis. Suele darse en hombres y mujeres de mediana edad y es muy común en las mujeres que están entrando en la fase conocida como menopausia. También puede ser genético y hay quien tiene una predisposición mayor a esta patología. Los síntomas no se suelen apreciar y suele descubrirse por casualidad, en muchos casos cuando hay una fractura y hay que examinar los huesos. Si quieres saber más, en este artículo de ONsalus te contamos qué es la osteopenia, cuáles son sus síntomas y cómo tratarla.

Qué es la osteopenia

La densidad mineral ósea (DMO) es una medida que se utiliza para calcular la cantidad de material mineral en los huesos. Normalmente, se suele medir el fósforo y el calcio, siendo estos los más comunes. Por eso, hablamos de que el calcio es bueno para los huesos. La densidad ósea llega a su máximo aproximadamente a la edad de 35 años y a partir de esta edad empieza a descender.

La densidad ósea se calcula utilizando un parámetro conocido como T Score, que mide las desviaciones estándar de la DMO respecto al valor medio de la población entre 20 y 39 años del mismo sexo. Es decir, a partir de estudios de población de personas del mismo sexo y en edades entre los 20 y los 39 años (que la densidad ósea está en su esplendor) se han establecido unos valores de densidad ósea normales. Cuando miden tu densidad ósea, lo que hacen los médicos es ver la diferencia entre tus valores y los que han establecido como normales y así pueden diagnosticar si es normal o está por debajo. Se dice que unos valores normales comprenden un T Score de entre +1 y -1. La osteopenia se produce cuando estos valores están entre -1 y -2.5. Si el valor está por debajo de -2.5 se considera osteoporosis.

Las personas con osteopenia tienen más tendencia a padecer osteoporosis, pero no quiere decir que todas la vayan a padecer.

Causas de la osteopenia

Los huesos están formados por dos minerales principales que son el fósforo y el calcio. A medida que el cuerpo de la persona envejece, los huesos van perdiendo calcio y esto produce que se vuelvan porosos en su interior y por lo tanto pierden densidad, lo que los hace más débiles.

Por lo tanto, principalmente la causa de la osteopenia es una pérdida de calcio debido al envejecimiento y por eso es más común en personas de mediana edad que están empezando a perder densidad.

Además, otra de las causas que provoca una densidad ósea baja es que cuando los huesos envejecen, se desintegran y el cuerpo los absorbe mientras que el hueso nuevo crece. Una persona joven regenera muy rápido los huesos, pero con la edad este proceso se hace más lento por lo que si el hueso viejo va desapareciendo pero el nuevo tarda en crecer, hay un desnivel y la densidad ósea será más baja de lo normal.

Otras causas que pueden provocar osteopenia son:

  • Algunos medicamentos como los usados para el asma o la quimioterapia.
  • Una radiación prolongada en nuestro cuerpo.
  • Algunas veces puede ser genético y se padece desde el nacimiento.
  • Trastornos alimentarios o problemas en el metabolismo.
  • Sustancias en exceso como fumar, el alcohol o las bebidas gaseosas.

Síntomas de la osteopenia

La osteopenia no tiene unos síntomas claros y en la mayoría de los casos las personas que la padecen no saben que lo tienen hasta que van al médico. Por eso, es una patología difícil de diagnosticar.

No se sienten dolores ni molestias, aunque uno de los signos que pueden evidenciar una osteopenia es el mayor número de fracturas. Si te rompes los huesos con más asiduidad que de costumbre puede que se deba a una masa ósea baja.

Tratamiento de la osteopenia

La osteopenia hay que tratarla para evitar que derive en una osteoporosis. Para ello, el médico puede recetarte un tratamiento farmacológico, sin embargo no es suficiente con los medicamentos.

La mayor parte del tratamiento depende de ti y del estilo de vida y la alimentación que lleves por eso hay algunas pautas que debes seguir:

Tomar más calcio

Unos niveles de calcio bajos en los huesos producen que estos se debiliten y pierdan densidad ósea, por lo que es el principal factor a tener en cuenta en la osteopenia. Tomar más calcio puede ayudar a fortalecerlos. El yogur, el queso o la leche, sobre todo si son bajos en grasa, son muy buenos para aportar calcio a los huesos. Si tienes intolerancia a la lactosa, puedes acudir a tu médico para que te recete algún suplemento de calcio. También son ricos en calcio algunos vegetales como la espinaca o el brócoli. En el siguiente artículo mostramos cuáles son los alimentos más ricos en calcio.

Hacer ejercicio

La actividad física ayuda a que los huesos se vuelvan más fuertes y resistentes, además de que se potencian los músculos y esto puede evitar fracturas. Son ubenos ejercicios como correr, andar, la marcha rápida o subir y bajar escaleras.

Si eres una persona de edad avanzada que no hace mucho ejercicio, es recomendable salir a andar cada día al menos media hora, o si no aguantas quince minutos. También hay parques con gimnasios donde puedes ejercitar tus huesos, por ejemplo en aquellos que tienen pedales en los bancos o escaleras.

Vitamina D

La vitamina D ayuda a absorber el calcio en los huesos. Por eso, es recomendable tomar mucha vitamina D, por ejemplo en forma de zumo de naranja cada día. En el siguiente artículo puedes descubrir cuáles son los alimentos más ricos en vitamina D.

Evitar alcohol, tabaco y bebidas gaseosas

Como hemos visto antes, estas tres sustancias no son buenas para los huesos, por eso cuanto menor sea su consumo, menos afectará a nuestra densidad ósea.

Cómo prevenir la osteopenia

Si no tienes propensión a padecer osteopenia por alguna de las causas que hemos visto anteriormente (hereditaria, enfermedades raras, trastornos alimentarios, toma de algunos medicamentos, etc.), puedes ayudar a prevenirla.

Llevar una dieta rica en vitamina D y calcio, además de evitar en la mayor medida de lo posible las sustancias tóxicas mencionadas y hacer ejercicio regular pueden ayudarte a mejorar tus huesos y prevenir una falta de densidad según avance tu edad. Es mejor hacerlo en la edad adulta para conseguir tener un mejor nivel antes de los 35 años que es cuando empieza a descender.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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