Para qué sirve la equinácea

Para qué sirve la equinácea

En América del Norte crecen unas flores de forma cónica con pétalos púrpura parecidos a los de las margaritas, plantas que los indígenas solían usar a manera de medicina y que luego adoptaron los colonos. El uso de esta planta, llamada equinácea, se extendió de tal modo por el mundo de las hierbas medicinales que hoy es una de las más populares, por eso en ONsalus te explicamos con todo detalle para qué sirve la equinácea y sus principales beneficios.

Uso de la equinácea en la medicina natural

El nombre equinácea se refiere a toda una familia de hierbas que comprende 23 tipos de plantas, de las cuales 10 son capaces de darle a las defensas del cuerpo el empujón necesario para hacerle frente a infecciones y enfermedades. Aunque después del descubrimiento de los antibióticos el uso de la equinácea perdió popularidad, el resurgimiento de la medicina natural la ha traído de vuelta.

El papel de la planta ha estado enfocado especialmente al tratamiento de los síntomas del resfriado común y la gripe. También se ha utilizado a modo preventivo antes de que estas afecciones se hagan presentes en el cuerpo, sin embargo la equinácea ha demostrado no ser de gran ayuda en ese aspecto y, de hecho, se recomienda no tomarla si no es a modo de tratamiento sintomático.

Pero esta planta medicinal no solo es usada para la influenza sino para otras enfermedades infecciosas, como las que atacan el tracto urinario, el torrente sanguíneo, las zonas genitales, por ejemplo el herpes, y para la inflamación de las amígdalas, además de para la tos común.

También se sabe de su uso en el tratamiento del síndrome de fatiga crónica, de reumatismos, migrañas, indigestión, heridas de la piel, quemaduras, úlceras, forúnculos, abscesos y hemorroides.

Precauciones en el uso de la equinácea

Sí, todo esto suena a una suerte de panacea milagrosa, y de hecho no es una mala idea si te quieres inclinar más por el uso de las hierbas medicinales o la medicina naturista y estás pensando en tomar equinácea. Sin embargo y aunque desde tiempos precoloniales se esté utilizando de este modo por los indígenas norteamericanos, siempre debes consultar a tu médico antes de tomarla para saber qué tanto te conviene.

Y es que, a pesar de que la equinácea sirva para todo lo que te hemos dicho, también hay que ser precavidos. Por ejemplo, si se está utilizando algún tipo de anestesia al mismo tiempo, la equinácea puede tener el efecto colateral de supresión del sistema inmunológico en lugar de impulsarlo y además podría inflamar tu hígado.

Por otra parte, pensar que mientras más de esta planta medicinal se toma mejor preparado estará el sistema inmunológico para posibles ataques de enfermedades no solo es un pensamiento equivocado, sino además peligroso, por lo que solo se deben tomar las cantidades indicadas en la etiqueta del medicamento y las señaladas por el especialista.

Si resulta que eres alérgico a la equinácea no solo te podrías terminar enfrentando a efectos secundarios menores como un malestar estomacal, sino a posibles salpullidos, inflamaciones y hasta dificultad para respirar. Y como vimos con anterioridad, si estás tomando algún otro medicamento lo mejor es que antes de acudir a la equinácea o a cualquier otra opción natural, le preguntes antes a tu médico sobre cómo podría afectarte tal decisión.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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