Pérdida de olfato y gusto: causas y tratamiento

Pérdida de olfato y gusto: causas y tratamiento

Los sentidos son nuestra forma de percibir el mundo. A través de ellos el ser humano recibe los estímulos del exterior. Cuando estos fallan, indiscutiblemente nos vemos afectados en nuestra vida cotidiana. En el caso del gusto y el olfato, son dos sentidos que van de la mano, los trastornos de uno afectan al otro. De hecho, con frecuencia creemos que tenemos el gusto alterado y en realidad se trata del olfato.

En todo caso, las alteraciones del olfato y del gusto pueden afectar nuestra cotidianidad y en especial los aspectos sociales y nutricionales relacionados con la alimentación y el apetito. Si quieres saber más, en el siguiente artículo de ONsalus te hablamos sobre la pérdida de olfato y gusto: causas y tratamiento.

Pérdida del olfato y pérdida del gusto

El gusto y el olfato son dos sentidos íntimamente relacionados y que están vinculados a la alimentación del individuo, que a su vez comporta un aspecto vital de nutrición y otro social. Por ello, sufrir trastornos del olfato y del gusto puede tener un impacto negativo en la vida de los individuos.

La percepción del gusto se hace a través de la lengua, la cual es capaz de distinguir cinco sabores básicos:

  • Dulce.
  • Salado.
  • Ácido.
  • Amargo.
  • Umami.

Por su parte, el olfato se concentra en la nariz. Físicamente, la nariz y la boca se encuentran conectadas. Cuando se habla de un olor percibido a través de la nariz por la parte anterior y posterior, se habla de aroma y son los olores vinculados a la comida. Cuando el olor no está vinculado a la comida se habla de fragancia.

En el caso del sabor, en realidad se trata de la suma, tanto de las propiedades físicas como químicas del gusto y del olfato al momento de comer. De hecho, los sabores, en general, se reconocen gracias al olfato. Debido a este vínculo tan estrecho entre gusto y olfato, suele ocurrir que los pacientes con trastornos del olfato tengan problemas con el gusto.

Uno de cada cinco adultos padece algún trastorno del olfato y estos suelen agravarse con la edad. La disminución del olfato se denomina hiposmia y cuando se pierde por completo la capacidad de oler se llama anosmia. En el caso de la disminución del gusto o hipoageusia puede también evolucionar hasta una pérdida total de este sentido, denominada ageusia.

Los trastornos del olfato son más frecuentes en hombres que en mujeres. Un estudio reciente concluyó que 25% de los hombres entre 60 y 69 años sufrían algún desarreglo del olfato, mientras que solo el 11% de mujeres en el mismo rango de edad lo padecían.

Pérdida de olfato y gusto: causas

La pérdida del olfato y del gusto están relacionadas con una variedad de causas. Entre ellas, las siguientes:

  • El envejecimiento es una de las causas más frecuentes de la pérdida de gusto y olfato, sobretodo pasados los 60 años. El origen es la pérdida progresiva de células gustativas y olfativas[1].
  • Problemas en los conductos nasales, que pueden ser físicos, como el desvío del septum, aumento de las adenoides, presencia de pólipos, malformación congénita o por algún traumatismo. También pueden deberse a infecciones como sinusitis, rinitis aguda, infecciones respiratorias y procesos alérgicos.
  • Exposición a productos químicos (como disolventes e insecticidas), la contaminación ambiental y hábitos tóxicos como el tabaquismo, la inhalación de cola y cocaína pueden estar al origen de la pérdida del olfato y el gusto.
  • Algunas deficiencias nutricionales como la falta de vitamina B12 y zinc pueden alterar el epitelio olfativo.
  • Algunas enfermedades como tumores cerebrales o traumatismo que afecten el lóbulo temporal. También, según la página web del **Hospital Universitario General de Catalunya, “un trastorno del olfato puede ser una señal temprana de la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer o la esclerosis múltiple.
  • Ciertos medicamentos pueden alterar el olfato, así como la radioterapia también puede disminuir las capacidades del gusto y del olfato.
  • Alteración hereditaria.
  • Mala higiene bucal, problemas dentales y de las encías.

También hay enfermedades que pueden causas la pérdida de olfato y gusto, por ejemplo:

  • Alteraciones hepáticas e inmunológicas.
  • Cambios hormonales.
  • Obesidad.
  • Diabetes.

¿Cómo se diagnostican las alteraciones en el olfato y el gusto?

Para poder determinar el origen de los trastornos del olfato y del gusto un especialista en otorrinolaringología deberá llevar adelante una evaluación clínica completa del paciente a través de un examen físico de oídos, nariz y garganta. Además, deberá reconstruir su historia médica, buscando saber si ha sufrido algún traumatismo o accidente, o si ha estado expuesto a algún agente químico. Para ello se puede realizar, entre otros exámenes:

  • Endoscopia de las fosas nasales. Exploración de los senos y fosas nasales a través de radiografía o resonancia magnética.
  • Exámenes neurológicos exhaustivos.

Además pueden realizarse otras pruebas, como:

  • Pruebas de reconocimiento de diferentes substancias químicas a concentraciones variables.
  • Prueba “Rasca y huele”, para evaluar la capacidad para reconocer los olores.
  • Test “Bebe un sorbo, escupe y enjuágate”, sirve para evaluar cómo reacciona el individuo a diferentes concentraciones de compuestos.
  • Aplicación de compuestos en puntos específicos de la lengua.

Medición de la capacidad mínima del paciente para percibir olores.

Pérdida de olfato y gusto: solución

Cuando ocurren trastornos del gusto y del olfato es importante identificar la causa que los produce para poder establecer un tratamiento efectivo. Algunas causas son fáciles de tratar en poco tiempo, sin embargo en algunos casos la condición es irreversible. Entre los diferentes tratamientos, se encuentran:

  • Si se trata de obstrucción de las fosas nasales, se puede tratar la afección respiratoria con medicamentos o se puede recurrir a una cirugía para eliminar los pólipos o enderezar el tabique.
  • Si la causa es la exposición a sustancias tóxicas o el consumo de tabaco, bastará con cambiar de hábitos y evitar la inhalación de los agentes químicos o dejar de fumar, si es el caso. Paulatinamente recuperará los sentidos del gusto y el olfato, aunque a veces el daño puede ser más grave.
  • Complementar la dieta incorporando alimentos ricos en zinc, vitamina B12 vitamina C y antioxidantes, si se debe a una falta de nutrientes.

El acompañamiento psicológico es recomendable pues ayudará al paciente a aceptar y a entender la magnitud del padecimiento. Sobre todo en los casos en que la pérdida del olfato y del gusto sea permanente es importante que el paciente acepte su condición y pueda hacer los ajustes necesarios en su vida cotidiana. Esto lo mantendrá fuera de peligro pues cuando alguien no percibe ni olores ni gusto puede no reaccionar en situaciones de alerta como incendios o puede no distinguir comidas dañadas.

Remedios caseros para la pérdida del olfato y el gusto

Como mencionamos anteriormente, son muchos y variados los orígenes de los trastornos del gusto y del olfato. Muchas veces se trata de una condición reversible, aunque en algunos casos no lo sea. En algunas ocasiones los remedios caseros pueden ayudar a mejorar la condición. Entre estos remedios, se cuentan:

  • Aceite de ricino: Se coloca una gota de aceite tibio en cada fosa nasal varias veces al día hasta notar mejoría. El ricino posee propiedades antiinflamatorias por lo que ayuda a despejar las fosas nasales.
  • Ajo: Se hace una infusión con dos dientes de ajo, la cual se toma tibia varias veces al día. Se usa por sus cualidades antimicrobianas.
  • Jengibre: se puede masticar crudo o tomar en infusión pues de ambas formas el jengibre estimula las papilas gustativas.
  • Inhalaciones de vapor: Se coloca agua hirviendo con unas gotas de eucalipto y con una toalla sobre la cabeza se respira el vapor para desinflamar las fosas nasales. Es un remedio muy efectivo cuando la pérdida del olfato y el gusto se debe a la congestión nasal.
  • Limón, vinagre de manzana y canela: funcionan como estimuladores del paladar, además de ser antisépticos naturales. Se pueden ingerir directamente.
  • Agregar zinc a la dieta diaria: Este mineral está presente en frijoles, nueces, granos enteros y productos lácteos.
  • Mantener dientes y encías limpios.
  • Caminar durante 10 minutos antes de comer, pues el sentido del olfato se agudiza luego de hacer ejercicio físico.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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Referencias
  1. https://www.mayoclinic.org/es-es/healthy-lifestyle/healthy-aging/expert-answers/loss-of-taste-and-smell/faq-20058455