Picadura de alacrán: síntomas y tratamientos

Picadura de alacrán: síntomas y tratamientos

Si bien son frecuentes las picaduras de ciertos insectos durante lo largo de la vida, existen ciertos casos que resultan importantes y se requiere atención médica de manera urgente. Este es el caso de las picaduras de alacrán, las cuales son muy dolorosas y pueden poner en riesgo la vida de la persona si no se acude a un profesional de forma inmediata y se siguen estrictamente las instrucciones del mismo.

A pesar de que cualquier persona tiene un gran riesgo tras haber sufrido una picadura de este artrópodo, los pequeños y los adultos mayores son los que tienen más probabilidad de sufrir complicaciones. Puede que algunos casos de picadura de alacrán en adultos no requieran de ningún tratamiento específico, sin embargo, siempre es importante consultar con un especialista. Si quieres conocer más sobre la picadura de alacrán: síntomas y tratamientos, te aconsejamos que sigas leyendo el siguiente artículo de ONsalus.

Síntomas cuando te pica un alacrán

Generalmente, la picadura de alacrán provoca una sintomatología localizada en una parte del cuerpo. Los signos más frecuentes son sentir dolor y calor en el lugar de la picadura. Este tipo de síntoma puede ser muy intenso, sin embargo, puede suceder que no aparezca enrojecimiento ni hinchazón en la zona en cuestión. Los síntomas más comunes de la picadura de alacrán son:

  • Dolor, el cual puede llegar a ser bastante fuerte.
  • Sentir hormigueo o adormecimiento en el sector del cuerpo que se sufrió la picadura.
  • En algunos casos puede presentarse hinchazón leve alrededor de la picadura.

En las personas en los que el veneno comienza a realizar efectos generalizados, lo cual suele darse principalmente en niños, pueden presentar:

  • Dificultad para respirar con normalidad.
  • Sentir contracción en diversos músculos del cuerpo.
  • Comenzar a realizar movimientos no comunes en el cuello, ojos y cabeza.
  • Babear o sudar sin motivo aparente.
  • Sentir náuseas o vomitar.
  • Alteración en la presión arterial.
  • Tener taquicardia, es decir, sentir la frecuencia cardíaca más acelerada.
  • Presentar arritmias cardíacas, es decir, latidos cardíacos irregulares.
  • Los niños pueden comenzar a llorar de forma que no se puede consolar, se los ve inquietos o excitados.

Picadura de escorpión: primeros auxilios y tratamiento

Mayo Clínic asegura que existen varias ocasiones en las que no se necesita realizar ningún tipo de tratamiento médico[1], pero cuando se manifiestan síntomas de gravedad es necesario acudir a un centro de salud con urgencia y recibir el tratamiento que los especialistas consideren indispensable dependiendo de la persona y los síntomas que presenta. Pueden considerar necesario la administración de sedantes que sirven para aliviar las molestias musculares y el uso de diferentes medicamentos por vía intravenosa para regular la presión arterial, el ritmo cardíaco y los dolores.

Utilizar un antídoto para la picadura de alacranes o escorpiones sigue siendo un tratamiento controversial a causa de las inquietudes que genera su eficacia y los efectos secundarios que puede provocar, sin embargo, Mayo Clínic afirma que el antídoto puede ser más eficaz si es administrado antes de que se presenten los síntomas, por lo que algunos niños necesitan aplicarse este antídoto como método de prevención.

Primeros auxilios

Ante la picadura de un escorpión, lo primero que se debe hacer es ponerse en contacto con el médico. Paralelamente, se deben llevar a cabo estos primeros auxilios[2]:

  • Lavar y desinfectar la zona.
  • Colocar compresas frías.
  • Uso de analgésicos cada 8 horas.

Una vez se esté en la consulta, los médicos pueden infiltrar anestesia local y profilaxis antibiótica y antitetánica.

Factores de riesgo y prevención

Si bien cualquier persona puede sufrir una picadura de alacrán, existen ciertos factores de riesgo que aumentan la probabilidad de sufrir este acontecimiento. Entre ellos se destacan ciertas zonas geográficas con las condiciones para que vivan los alacranes y en las cuales se distribuyen abundantemente. Principalmente se encuentran en América del Sur, México, África del Norte, India, Oriente medio y algunas partes de Estados Unidos como Nuevo México, Arizona y California.

Asimismo, existen algunos factores ambientales que pueden contribuir a la existencia de los alacranes, ya que los mismos pueden vivir bajo rocas, la corteza de árboles, troncos, entre otros. Es por esto que puede ser común encontrarse a este tipo de artrópodo cuando se acampa o si la vivienda se ubica cerca del campo.

Puede ser difícil prevenir las picaduras de alacranes, aunque hay algunas acciones que pueden ayudar. Entre ellas se encuentra:

  • Mover las pilas de piedras o maderas que puedan estar alrededor de la casa y no guardar leña dentro del hogar.
  • Mantener el césped cortado correctamente, podando los arbustos y ramas de los árboles que sobresalgan.
  • Inspeccionar y sacudir la indumentaria del jardín, es decir, botas, guantes y toda la ropa que se utiliza para esos trabajos.
  • Al acampar o salir de excursión es preferible utilizar pantalones largos con remeras de mangas largas.
  • Si se viaja a algún lugar en donde son frecuentes los alacranes es importante sacudir las sábanas antes de dormir y estar atentos a que no se filtre nada en las maletas con la ropa.
  • Al encontrar a un alacrán se puede utilizar unas pinzas largas para alejarlo con mucho cuidado.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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Referencias
  1. Mayo Clinic. Disponible en https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/scorpion-stings/symptoms-causes/syc-20353859
  2. Rodriguez Fernandez, Aurelio. Manual de toxicología clínica. Centro Provincial De Información De Ciencias Médicas. 2004 disponible en: http://www.derechopenalenlared.com/libros/manual_de_toxicologia_clinica_aurelio_rodriguez_fernandez.pdf#page=120