¿Estás tomando pastillas anticonceptivas y has tenido náuseas? Es normal que si esto te sucede te alarmes y quieras conocer por qué sucede, si es algo grave e incluso si las píldoras estarán haciendo efecto igualmente o no. Es algo que resulta bastante frecuente entre las mujeres que toman este tipo de tratamientos hormonales, sobre todo al principio de su toma puesto que el cuerpo todavía no se ha habituado a ellas. Si esto te pasa tomando la píldora, no se te pasa esa sensación en poco tiempo o bien si llegas a tener vómitos siempre deberás acudir de nuevo al ginecólogo.
En ONsalus sabemos que son muchas las dudas que rodean a este anticonceptivo hormonal y, por ello, queremos responder en este artículo a una de las preguntas más habituales entre quienes toman la píldora. Así que, sigue leyendo este artículo si te preguntas por qué las pastillas anticonceptivas me dan náuseas y descubre también qué puedes hacer para evitarlo.
Cómo funcionan las pastillas anticonceptivas
Existen dos tipos de píldoras o pastillas anticonceptivas y se diferencian por las hormonas que contienen. Las pastillas que son más frecuentes son las que contienen progestina y estrógenos, también conocidas como píldoras combinadas. Estas son las dos hormonas que se encuentran de forma natural en nuestro organismo y que se encargan de controlar la ovulación. El otro tipo de píldora que resulta ser menos usado a nivel mundial es la que solo contiene progestina.
Así, entre la producción natural y la dosis que se toma diariamente de estas hormonas, se logra impedir que el ovario libere el óvulo y además se engrosan el revestimiento del útero y la mucosa del cuello uterino o cérvix. Por lo tanto, se imposibilita o dificulta que se dé un embarazo, pues el óvulo no llega a salir y los espermatozoides tienen dificultad para poder acceder al cuello del útero debido a su agrandamiento.
Por qué las pastillas anticonceptivas causan náuseas
Tener ganas de vomitar es uno de los efectos secundarios de las pastillas anticonceptivas, sobre todo cuando se empiezan a tomar ya que el cuerpo todavía no se ha acostumbrado a los niveles de hormonación. Es algo bastante frecuente que muchas mujeres cuando comienzan a tomar la píldora para prevenir un embarazo sientan cambios y ciertos efectos, pero lo habitual es que terminen pasando al cabo de unos días o pocas semanas. No solo es frecuente llegar a tener náuseas en cualquier momento del día al empezar el tratamiento, sino que también es común tener falta de apetito al principio.
De todos modos, no solo sucede a las mujeres que comienzan el tratamiento, sino que también es frecuente que las náuseas aparezcan si se ha tomado este método anticonceptivo durante mucho tiempo seguido o se ha aumentado la dosis en algún momento, normalmente cuando no se está segura de si se ha tomado o no la pastilla un día.
Pero, si te preguntas si en tal caso la píldora sigue cumpliendo con su efecto o si este se ve alterado, pues esta es una de las preguntas frecuentes sobre los anticonceptivos orales, debes saber que por este aspecto no debes preocuparte, pues si solo tienes ganas de vomitar pero no llegas a hacerlo el efecto no se ve alterado. En cambio, si vomitas o tienes diarrea dentro de las 2 horas siguientes tras la toma de una píldora su efecto desaparece, por lo que cuando estés mejor ese mismo día deberás tomarte otra pastilla.
Además, debes saber que en caso de que estés embarazada y hayas empezado a tomar estas píldoras o si has reanudado su toma, es algo normal que estos dos factores unidos aumenten las náuseas y los vómitos habituales en la gestación.
Conoce más detalles sobre Qué pasa si estoy embarazada y sigo tomando pastillas anticonceptivas en este otro artículo de ONsalus.
Cómo detener las náuseas que provocan las píldoras anticonceptivas
Según si el problema se ha dado al principio de tomar este tratamiento para prevenir un embarazo o si ha sucedido cuando ya llevas un tiempo siguiéndolo, las cosas que se deben hacer para dejar de tener náuseas pueden ser distintas. Por esto, a continuación te detallamos qué debes hacer en cada caso:
Detener las náuseas al comenzar a tomar pastillas anticonceptivas
Si el problema de las ganas de vomitar está relacionado con la píldora y se da al comenzar el tratamiento, la única forma de lograr prevenir y detener las náuseas es teniendo en cuenta que es mejor optar por tomarla cada día con la comida o tras la comida y nunca con el estómago vacío.
Además, si ya las estás padeciendo y no te toca tomar otra pastilla hasta el día siguiente, lo mejor es que durante este día comas alimentos suaves y de fácil digestión. Asimismo, también te resultará de gran ayuda beber algunas infusiones para la gastritis como la de manzanilla, boldo o jengibre, pues tendrás la mucosa del estómago irritada e inflamada, y que también uses alguno de los remedios para aliviar las ganas de vomitar más habituales como tomar bebidas gaseosas e istónicas y descansar mucho.
Detener las náuseas si hace tiempo que tomas la píldora
En cambio, si resulta que ya hace tiempo que empezaste este tratamiento y ahora has comenzado a sentir ganas de vomitar y sabes que no estás embarazada, lo mejor es que acudas a tu ginecólogo para que te revise, te haga una analítica para comprobar si tienes algún factor alterado y, según cuál sea su diagnóstico, es probable que te recomiende cambiar de marca de píldoras o bien también es posible que te aconseje detener el tratamiento por una temporada.
Por supuesto, mientras tengas la sensación de querer vomitar o si llegas a vomitar te aconsejamos lo mismo que antes: dieta blanda, infusiones para aliviar el estómago, beber agua en pequeñas cantidades pero frecuentemente, tomar bebidas isotónicas y descansar el máximo de tiempo posible.
Otros efectos secundarios de las pastillas anticonceptivas
Es bueno que, además de que conozcas los motivos de las ganas de vomitar que puede llegar a producir la toma de tratamientos orales para prevenir embarazos, también sepas que existen otros efectos secundarios de la píldora anticonceptiva:
- Aumento de peso: uno de los efectos negativos que preocupa a muchas mujeres es el hecho de que este tratamiento, al ser hormonal, actúa favoreciendo el incremento de peso, así como la retención de líquidos. Si ves que las pastillas anticonceptivas te engordan debes seguir una dieta equilibrada y hacer algo de ejercicio diario, además de tomar alguna infusión diurética de vez en cuando.
- Manchas faciales: es uno de los efectos secundarios a largo plazo de las pastillas anticonceptivas, aunque no es muy frecuente. Cuando esto sucede el ginecólogo puede recetar otra marca o cambiar el tipo de las píldoras.
- Sangrados entre períodos: otra cosa que puede suceder es que se dé manchado intermenstrual, sangrado entre reglas, algo que es bastante común durante los 3 primeros meses.
- Cambios en el flujo vaginal: también durante los tres primeros meses puede producir disminución del flujo cervical provocando sequedad vaginal, por lo que se recomienda el uso de lubricantes durante las relaciones sexuales y acudir al ginecólogo si este problema se prolonga.
- Senos sensibles: otros de los efectos secundarios de las pastillas anticonceptivas es que las mamas incrementen un poco su tamaño y están más sensibles, sobre todo al comienzo del tratamiento y durante la menstruación.
- Disminución de la líbido: según si se toman píldoras combinadas o simples y según la carga de hormonas que lleve la marca que elegimos un efecto negativo que notan algunas mujeres es el hecho de perder el deseo sexual. En tal caso, el ginecólogo debe reajustar el tratamiento.
- Dolor de cabeza leve: suele presentarse mientras el organismo se adapta al tratamiento y desaparece tras los tres primeros meses. Si no desaparece o incluso se intensifica se debe acudir al ginecólogo.
- Cambios de humor: pueden producir irritación y depresión y las mujeres con más posibilidad de padecer este problema son las que han padecido algún episodio depresivo previamente.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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