Aún hoy día existen fenómenos curiosos en el cuerpo humano que causan bastante inquietud o presentan respuestas al parecer incompletas tanto para el público en general como a científicos y profesionales. Entre estos fenómenos, se encuentra el de crujirse o sonarse los dedos, signo que -si descartamos los chirridos por artritis que ya son bastante comprendidos- sigue causando inquietud no sólo por las causas (que aquí responderemos) sino acerca de la 'adicción' que produce en algunas personas el poder sonarse los dedos.
En el presente artículo de ONsalus responderemos la interesante pregunta que muchos se hacen, ¿por qué me crujen los dedos? y ¿cuáles pueden ser sus consecuencias?
Causas del crujir de dedos
Al menos una vez en la vida todos hemos destapado un frasco de gaseosa. Al hacerlo, la liberación del gas acumulado dentro de la botella o lata produce un sonido bastante característico de estas bebidas.
De igual manera, el sonido que se produce en los dedos al crujirlos se debe al sonar de burbujas de características similares pero en nuestras articulaciones. Tales burbujas se forman en lo que se denomina líquido sinovial. Al mover los dedos en la forma particular en la que lo hacemos para que suenen, ampliamos el espacio en la articulación lo suficiente como para permitir que las burbujas exploten.
Para que dichos estallidos puedan volver a darse, el líquido sinovial en las articulaciones deberá llenarse de aire nuevamente para que se formen las burbujas, razón por la cual no se producir el crujido continua ni indefinidamente. El intervalo común de espera ronda los 10 minutos, pero existen casos en los que el sonido (y la necesidad de hacerlos sonar) puede volver a producirse luego de 1 minuto o menos.
En casos de artritis, el crujir de dedos es bastante diferenciado al que nos referimos en un inicio, y al contrario de generar cierta satisfacción, es doloroso para quien lo presenta. En esta situación el sonido es más chirriante y se origina debido al roce entre los huesos debido al desgaste por el que ha pasado la articulación que solía amortiguar, ya sea de manera crónica (degenerativa) o debido a accidentes. Si tu caso es de artritis, conoce más acerca de ella en nuestro artículo que te informa sobre la artritis: síntomas, causas y tratamiento.
Necesidad de crujir los nudillos: causas emocionales
Esta es la gran pregunta, ya que el mecanismo que acabamos de explicar sobre las burbujas es más que conocido. Muchas investigaciones médicas se encargan de encontrar la causa última de los síntomas sin preocuparse por el verdadero origen, especialmente ante un problema como este que al parecer no produce daños significativos. Sin embargo, hay personas que pueden llegar a sonarse los mismos dedos cada minuto o incluso más, o darse cuenta que, curiosamente, se produce la necesidad de crujirlos en unos dedos y no en otros. Estas suelen ser las más preocupadas por encontrar la verdadera fuente.
La medicina china explica que estos signos indican que hay energía acumulada que no fluye. Por otra parte, los yoguis complementan al ver las manos como extensiones del cerebro (de hecho, en la gestación dentro del útero, nuestras manos surgen directamente de dicho órgano), y las muñecas como representantes del cuello. La producción de estos sonidos, o más específicamente, la necesidad de producirlos sería un instinto para intentar liberar tales obstrucciones de energía.
Al asociarse entonces estas áreas a la cabeza, se interpreta generalmente como una falta de expresión de las ideas y distintas formas de creatividad:
- Labores manuales: tratando de expresar esta falta con el deseo de mover los dedos constantemente.
- Palabras y expresión verbal: especialmente si es en la muñeca y el dedo pulgar, además del hecho de que produces sonidos. Que uno o varios de los dedos se suenen más que otros ya podría asociarse a querer expresar sentimientos o cualidades creativas en específico.
- Expresión quinestésica corporal: si el deseo de sonar los dedos te sucede en los pies. Puede que estés muy sedentario y, lo creas o no, energéticamente necesites actividades como la danza, el sexo, las artes marciales y los deportes.
Cabe destacar que mencionamos inicialmente la palabra creatividad y expresividad ya que estas situaciones pueden presentarse aún en una persona muy laboriosa, un pianista, un cantante o incluso un deportista, si igual no se está expresando a sí mismo aunque ejecute las mismas acciones, pues la energía creativa no está presente en lo que hace. No fluye y solo reproduce.
Consecuencias de intentar crujirse los dedos
Al contrario de lo que la gente pueda pensar, se ha comprobado que el crujirse los dedos no provoca artritis ni daño en las articulaciones. Sin embargo, si se ha encontrado que realizar esto continuamente produce sensación de debilidad en la mano, específicamente para cerrar el puño. Tendría relación a que en este movimiento constante de los tendones y articulaciones, dichos tejidos pueden perder la capacidad de acumular y mantener la fuerza durante la flexión.
En el caso de sonarse los pies, ello tampoco produce artritis, pero la acción de doblar estos dedos hacia abajo para sonarlos requiere activar músculos que arrancan en la espinilla. Por eso, luego de varios intentos de sonarte los dedos muy seguidamente (o haciendo el movimiento así no suenen), podrás sentir cómo se te ponen calientes los empeines y pies y hasta empiezan a doler.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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