Por qué me cuesta respirar al correr

Por qué me cuesta respirar al correr

Correr es uno de los mejores deportes aeróbicos que pueda existir, ya que estimula los latidos del corazón, quema grasa, favorece la circulación sanguínea, quema glucógeno y aumenta la resistencia física. Sin embargo, son muchas las personas que al iniciarse en esta práctica no consiguen aguantar el esfuerzo y experimentan un profundo agotamiento.

Una inquietud muy común entre los corredores es que sienten que les cuesta respirar al correr, lo cual les lleva a sentirse ahogados, cansados, fatigados y terminan deteniendo el paso para poder recuperarse debidamente y continuar después. Existen muchos aspectos que pueden intervenir en esta situación: la experiencia del corredor, el ritmo de la respiración, la frecuencia cardíaca y la capacidad física. Si quieres saber por qué te cuesta respirar al correr, te invitamos a leer detenidamente este artículo de ONsalus.

Por qué me cuesta respirar al correr

Cuando cuesta respirar al correr no importa si eres un corredor inexperto o experimentado, si corres 20 kilómetros o 5, aquí lo que realmente importa es cómo respiras, pues es la respiración la que permite que los corredores corran más y mejor, porque correr es mucho más que mover las piernas, los pies y los músculos.

Cuando corres alimentas tus músculos y tu cuerpo. ¿Cómo? A través del oxígeno, el cual te permitirá llegar más rápido y más lejos según lo desees. Cuando estás corriendo el cuerpo realiza un esfuerzo muy importante que sugiere que le ofrezcas a tus pulmones, a tu corazón y a tus músculos mayor cantidad de oxígeno almacenado y mayor desprendimiento de dióxido de carbono.

El error común de muchos corredores es que comienzan a correr a un ritmo superior del que pueden soportar, lo cual les hace forzar de igual forma su respiración y terminan sintiéndose tan fatigados que deben detenerse, y es ahí donde aparece la frustración. Lo ideal es correr a un ritmo que te permita respirar más lento de la velocidad que ejercen tus pies y tus músculos. Asimismo, también es fundamental que exista un ritmo entre la inhalación y la exhalación y evitar que esta función biológica se lleve a cabo desordenadamente. Si bien al principio puede ser difícil acostumbrarse a respirar correctamente mientras corremos, con la práctica el éxito está garantizado.

También se debe tomar en cuenta que si eres una persona con sobrepeso, fumas y nunca en tu vida has practicado deporte, es lógico que te cueste respirar al correr, debido a que no cuentas con la suficiente resistencia física para soportar dicho entrenamiento. En estos casos lo ideal es que empieces caminando y corriendo únicamente tres minutos al día hasta que tu resistencia cardíaca y pulmonar vaya aumentando. Si este es tú caso, sería conveniente que te tomes en serio dejar de fumar.

Cómo respirar correctamente mientras corremos: ritmo de la respiración

Lo primero que debes saber es que para respirar correctamente mientras corres es necesario que toda tu concentración esté enfocada en el ritmo de tu respiración, la cual debe ser uniforme, no debe ser forzada y debe mantenerse siempre en la misma sintonía. Muchos expertos en materia de running recomiendan un patrón de 2-2, lo cual significa: inhalar durante dos zancadas y exhalar durante dos zancadas. Esta frecuencia te permitirá controlar el ritmo de tu respiración con el ritmo de tus pies, lo cual facilitará tu concentración, te dará mayor estabilidad y podrás alcanzar un mayor impulso.

Cuando un corredor adopta este estado mental y corporal llega a funcionar prácticamente como un robot, lo cual les permite alejar de su mente cualquier sensación de malestar, dolor, cansancio, fatiga y cualquier otro síntoma que pueda experimentarse durante una carrera. Incluso, el corredor entrará en una especie de paz mental que favorecerá de manera muy notoria la velocidad de sus pisadas.

En el siguiente artículo te explicamos detalladamente cómo debes correr para no cansarte.

Respirar corriendo como si estuvieras nadando

Los nadadores cuentan con una técnica muy eficaz para soportar la mayor cantidad de brazadas posible. Y es que resulta que su respiración va a un ritmo mucho más lento que el movimiento de su cuerpo. ¿Esto cómo nos favorece mientras corremos? Bueno, cuando esto ocurre se priva al cuerpo de oxígeno, pero el corazón late mucho más rápido. Con el paso de los minutos el cuerpo se acostumbra y comienza a compensar la falta de oxígeno por sí solo, procesando de mejor forma el aire respirado. Para poner en práctica esta técnica puedes tomar una respiración cada tres zancadas, lo cual te dará un rendimiento superior incluso cuando no pongas esta respiración en práctica.

Relajación y respiración profunda

La respiración profunda y consciente es aquella que se promueve en la meditación y se realiza a través del diafragma, es la respiración ideal para llevar a la mente a un estado de relajación total. Cuando corremos es importante que estar libres de cualquier estrés, preocupación o problema que ocupe nuestra mente, ya que esto puede causar distracciones que alteren el ritmo de la respiración y desencadenen la fatiga.

Para correr realizando una respiración profunda, al tomar aire infla lentamente y lo más que puedas tu abdomen y no tu tórax. Luego, cuando sientas que estás en la capacidad máxima de almacenamiento de aire, comienza a exhalar de forma muy lenta el aire hasta comenzar de nuevo el ciclo. Con esta respiración, además de alcanzar un nivel ideal de concentración, las palpitaciones de tu corazón también disminuyen para ayudarte a llegar de manera más fácil a la meta.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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