¿Por qué me desmayo?

Los desmayos, cuyo término médico es síncope, son más frecuentes en los adolescentes y son considerados en algunos casos como un mecanismo de defensa del organismo. Cuando una persona se desmaya, además de perder el conocimiento, pierde también el tono muscular y el color de la piel. Se puede predecir un desmayo porque segundos antes de que suceda el cuerpo manifiesta debilidad, náuseas, visión de túnel y desvanecimiento de los sonidos, por esta razón la mayoría de las personas saben que van a desmayarse antes de que el desmayo suceda.

Si te preguntas por qué me desmayo y aún no encuentras la respuesta, es necesario que primero entiendas qué sucede en el cuerpo cuando ocurre un desmayo. El cerebro necesita oxígeno para funcionar correctamente y dicho oxígeno lo recibe a través de los glóbulos rojos que se encuentran en la sangre.

Para que el cerebro obtenga todo el oxígeno que necesita es necesario que el sistema nervioso y la presión sanguínea se encuentren funcionando correctamente para que puedan transportar de manera exitosa la sangre. Cuando un evento adverso interfiere en el funcionamiento de estos dos sistemas, la presión sanguínea y el flujo disminuyen, ocasionando que el cuerpo se descomponga por la falta de oxígeno en el cerebro.

Los desmayos pueden ser un mecanismo de defensa del organismo o una respuesta a distintas situaciones. Entre las principales causas de los desmayos se encuentran las siguientes:

• Anemia. La anemia es una condición que afecta la producción de glóbulos rojos, responsables de transportar el oxígeno al cerebro y a todo el organismo. Las personas anémicas tienen menos glóbulos rojos, lo que reduce la cantidad de oxígeno que recibe el cerebro, aumentando así el riesgo de sufrir un desmayo. Específicamente las personas que padecen de anemia ferropénica, por falta de hierro, tienen más probabilidades de desmayarse.

• Estrés emocional. Muchas personas que se preguntan: ¿por qué me desmayo? no están consientes del nivel de estrés emocional que están experimentando. Las emociones nos consumen de tal manera que puede costar creer que el miedo, la ansiedad o la preocupación pueden repercutir en el funcionamiento del sistema nervioso ocasionando una baja de presión arterial y desencadenando un desmayo.

• Hiperventilación. Esta condición ocurre cuando la respiración se acelera a tal punto que provoca una disminución considerable de CO2 en el organismo, lo cual puede ocasionar un desmayo.

• Hipoglucemia. Quizá una de las causas más frecuentes de desmayos. Todo el cuerpo, incluyendo el cerebro, necesitan de la ayuda del azúcar para funcionar correctamente y tener energía. Las personas con diabetes o resistencia a la insulina, que diariamente toman medicamentos para regular los niveles de azúcar en sangre, pueden experimentar un episodio aislado de hipoglucemia (bajos niveles de glucosa en sangre) y, por ende, desmayarse.

• Embarazo. Durante el embarazo los cambios hormonales no son los únicos que se presentan, también pueden ocurrir alteraciones circulatorias que intervengan en el flujo sanguíneo y generen un desmayo. Otra causa de desmayos en el embarazo es no consumir suficiente líquido. Asimismo, el crecimiento del útero puede llegar a comprimir algunas venas e interferir en el flujo sanguíneo.

• Desórdenes alimentarios. Las personas con anorexia o bulimia pueden llegar a presentar deshidratación, hipoglucemias y alteraciones en la presión sanguínea producto de los vómitos, la inanición o la actividad física excesiva.

• Enfermedades cardiovasculares. Los problemas con la frecuencia cardíaca pueden generar desmayo porque influyen directamente en el riego de la sangre. Si te desmayaste haciendo alguna actividad física, esta puede ser la causa del desmayo.

• Causas físicas. Someter el cuerpo a altas temperaturas, deshidratación, demasiado ejercicio, hambre y cansancio pueden ser causas de desmayo.

• Consumo de drogas. Algunos medicamentos y sustancias ilegales como la cocaína y las metanfetaminas pueden ocasionar desmayos.

• Revisar la respiración y las vías respiratorias de la persona. De ser necesario, llama a emergencia y pide instrucciones para ofrecer respiración artificial.

• Afloja cualquier prenda que esté ajustada a nivel del cuello.

• Levanta los pies de la persona por encima del nivel del corazón.

• Si la persona comienza a vomitar será necesario voltearla hacia un lado para evitar que se ahogue o trague vómito.

• Acuesta a la persona durante 15 minutos para que se recupere y asegúrate de que reciba aire fresco.

• Si la persona tuvo una caída desde una altura importante y está lesionada o sangrando.

• Cuando la persona no recuperó el conocimiento después de dos minutos.

• Si se trata de una mujer embarazada o de un adulto mayor de 50 años.

• Si la persona es diabética.

• Si existe dolor o presión en el pecho.

• Cuando los latidos son fuertes o irregulares.

• Si la persona no puede hablar, ve borroso y no puede mover las extremidades.

• Si la persona convulsiona.

Si una persona que ha tenido un desmayo visita un médico o centro de emergencias después del síncope, es probable que le realicen una analítica de sangre, electrocardiograma, monitoreo del ritmo cardíaco, electroencefalograma y radiografía de tórax. El tratamiento para los desmayos dependerá de la causa de los mismos.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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