¿Tiendes a enfermarte frecuentemente? ¿Sufres de tos, mucosidad o te sientes cansado? Estos son algunos de los síntomas más frecuentes de afecciones comunes como una gripe o resfriado. Enfermarnos durante alguna época del año no debería ser motivo de preocupación, pero cuando sucede varias veces y de forma muy seguida, es normal que nos preguntemos si algo malo está ocurriendo en nuestro organismo.
El principal motivo de esta situación suele ser un sistema inmunológico débil, por lo que nuestras defensas están bajas. Si quieres saber por qué te enfermas tan seguido, en ONsalus te exponemos la causa principal y su explicación.
Nuestro mecanismo de defensa
El sistema inmunológico es nuestro mecanismo de defensa. Consiste en un conjunto de estructuras y procesos biológicos que tienen lugar en el interior de nuestro organismo y nos protege de infecciones que hacen que enfermemos. Teniendo en cuenta esto, la principal causa por la que podemos enfermar frecuentemente es un sistema inmune débil. Cuando este no se encuentra en su máximo rendimiento, nuestras defensas están bajas, y somos más vulnerables frente a la entrada de virus y bacterias en nuestro organismo.
Es entonces cuando enfermamos, tras unos días volvemos a sentirnos bien y, posteriormente volvemos a recaer experimentando los mismos síntomas. ¿Por qué sucede esto? Enfermarse de forma seguida es un indicador de que nuestro cuerpo no está en sus mejores condiciones. Este estado deficiente del sistema inmunológico está provocado por una serie de factores que deberemos tener en cuenta para recuperar el estado normal de nuestras defensas.
Acumulación de toxinas
Una de las principales factores que provocan una recaída tras haberse recuperado de una afección es una acumulación de toxinas en el organismo. Las toxinas son sustancias venenosas producidas por nuestro organismo potencialmente peligrosas cuando se acumulan. Nuestro cuerpo tiene un sistema mediante el cual expulsa las toxinas periódicamente para controlar su cantidad. Sin embargo, en algunas ocasiones este sistema no funciona correctamente y las toxinas no son expulsadas adecuadamente. Cuando esto tiene lugar, aparecen síntomas como cansancio,problemas digestivos, mal aliento, problemas cutáneos, etc. Este exceso de toxinas afecta a nuestro sistema inmunológico y es una de las respuestas a por qué te enfermas tan seguido. Por suerte, disponemos de alimentos ricos en antioxidantes, unas sustancias fundamentales para combatir la acumulación de los radicales, una de las toxinas más frecuentes y peligrosas en grandes cantidades.
Alimentación deficiente
Una dieta adecuada es fundamental para proporcionar al organismo los nutrientes necesarios que le permitan llevara cabo sus acciones de forma óptima. El sistema inmune y sus defensas pueden verse afectadas en el caso de que no incluyamos una alimentación variada, compuesta por diferentes tipos de alimentos y cubra todas las necesidades nutricionales. Llevar una dieta variada y equilibrada queda reflejado en nuestra salud, por lo que debemos ingerir las vitaminas y minerales necesarios para que nuestro sistema inmune sea fuerte y pueda combatir los virus y bacterias que nos amenacen. Una buena opción es tener en cuenta los alimentos que fortalecen el sistema inmunológico.
No dormir las horas necesarias
Durante el sueño se producen diferentes cambios y procesos en nuestro organismo que no pueden tener lugar cuando estamos activos. Dormir nos aporta energía y ayuda a que nuestro cuerpo y mente se recuperen del desgaste que padece a lo largo del día. Si además llevamos una vida ajetreada, descansar las horas adecuadas es primordial para reponernos y sentirnos bien. Por ello, debemos dormir un mínimo de 8 horas diarias, en un ambiente adecuado y relajado. Si eres de las personas a las que les cuesta conciliar el sueño, puedes aprovechar el efecto de algunas plantas medicinales para dormir.
Dormir es importante tanto para prevenir afecciones como para eliminarlas. Una investigación publicada por la revista Sleep llevada a cabo por científicos de Perelman School of Medicine de la Universidad de Pennsylvania reveló que dormir más tras una infección provocada por una bacteria beneficiaba considerablemente los síntomas.
Estrés o ansiedad
Nuestra mente y nuestro cuerpo van de la mano. Sentirse estresado es una respuesta frecuente a las diferentes presiones a las que nos enfrentamos en el día a día. Nuestro cuerpo puede resistir a las consecuencias del estrés, pero es posible que se vaya desgastando a largo plazo. Además, cuando el estrés desencadena una serie de síntomas físicos y psicológicos más severos, se pueden llegar a sufrir ansiedad. Tanto el estrés como la ansiedad, a pesar de que varían en la intensidad de sus síntomas y el primero es más tolerable, pueden afectar al sistema inmunológico bajando las defensas. Cuando esto ocurro es posible que seamos más propensos a caer enfermos, y que ocurra de forma seguida.
Es importante aprender a relajarnos y apartar los problemas, y una de las mejores opciones es aprovechar los beneficios de la relajación.
Excesivo consumo de algunos productos
¿Por qué me enfermo tan seguido? Otra de los motivos que podría explicar esta situación es el consumo frecuente de alcohol. Este tipo de bebidas activa una respuesta inflamatoria, a la vez que reduce la capacidad de nuestro organismo de responder a afecciones. Como consecuencia, somos más vulnerables a enfermar cuando consumimos alcohol. A largo plazo, el consumo de bebidas alcohólicas afecta a las células del sistema defensivo que tienen memoria, haciendo que respondamos peor a nuevas infecciones y aquellas que ya hemos sufrido. Los efectos se multiplican en el caso de mezclemos el alcohol con tabaco o drogas.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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