Por qué mi ombligo huele mal

Por qué mi ombligo huele mal

Hay distintas zonas del cuerpo que, por su disposición y forma, tienen cierta tendencia a oler mal. Los genitales, las axilas o el ombligo son claros representantes de estas zonas que, si no son lavadas de forma regular y de manera correcta, pueden acabar causando mal olor.

Pero no solo la higiene, o la falta de ella, está detrás de una posible hedor en tu ombligo. Hay muchas enfermedades y condiciones subyacentes que se pueden manifestar de esta forma. ¿Te preguntas por qué mi ombligo huele mal?, ¿Quieres conocer la razón de este mal olor? En el siguiente artículo de ONsalus te vamos a dar la respuesta para que puedas actuar rápidamente y acabes de una vez por todas con esta molestia.

Una mala higiene: principal causa de mal olor

Debido a la propia forma y naturaleza del ombligo, en según qué casos, sobretodo cuando su forma es más profunda y estrecha es posible que su limpieza se obvie o se vea dificultada. Por otro lado, aunque sí que se limpie con esmero, siempre cabe la posibilidad de que quede humedad en su interior. En todo caso, tanto si no hay una buena higiene como si se lava pero queda humedad dentro es muy posible que el ombligo haga mal olor.

De todos modos, si esta es la razón del mal olor de tu ombligo, estás ante el caso más fácil de superar. Simplemente deberás prestar más atención a la higiene de tu ombligo. Para hacerlo correctamente debes utilizar uno de esos bastoncillos que se suelen usar para limpiar los oídos y, posteriormente, secártelo a consciencia con una toalla limpia.

Debes tener claro que una higiene adecuada de tu ombligo no solo es necesaria para evitar que este te huela mal, sino que además, es una forma de prevenir infecciones en el ombligo.

Onfalitis: infección en el ombligo

La onfalitis es un problema que aparece más en niños que en adultos aunque en estos últimos sigue siendo bastante frecuente. Es una infección en el ombligo que se caracteriza por enrojecimiento e hinchazón del ombligo y zona circundante. Es normal que haya supuración y mal olor. El líquido que se exuda suele ser transparente o amarillento y en ocasiones puede aparecer pus.

La causa más frecuente de la onfalitis es la falta de higiene o higiene inadecuada. En adultos suele ser una infección bastante localizada y de evolución lenta. En bebés recién nacidos se produce la onfalitis más conocida por todos y que se debe a la infección del cordón y zona umbilical. Para tratar la onfalitis debes tener una higiene adecuada en el ombligo, secar muy bien después de cada baño y posteriormente aplicar un antiséptico.

Si tienes molestias que no mejoran en 3 o 4 días deberías acudir a tu médico para descartar problemas mayores y tomar medidas cuánto antes. Si el médico lo estima oportuno puede recetar una crema antibiótica e incluso un antibiótico por vía oral en casos de infecciones más severas o persistentes. En casos extremos puede ser necesario cirugía (similar a las operaciones de fístulas y quistes).

Onfalitis recurrente

Se pueden dar casos de onfalitis aún cuándo se sigue una higiene adecuada en el ombligo. Este tipo de onfalitis suele ser recurrente y el médico debe estudiar la existencia de problemas de salud que haya detrás de estas infecciones.

Las causas más frecuentes de onfalitis recurrente son:

  • Uracosinus: enfermedad de origen genético que se caracteriza por un cierre incompleto del uraco (conducto que comunica vejiga y cordón umbilical en el feto y que se cierra de forma natural tras el nacimiento).
  • Hernia umbilical
  • Endometriosis
  • Quiste epidérmico

Mal olor en el ombligo por bacterias

Como ya hemos explicado antes, la personas que tienen ombligos profundos pueden ver dificultada su limpieza. El caso es que la acumulación de sudor en el ombligo provoca que puedan ir creciendo las bacterias en su interior y provoque este indeseable mal olor. En este punto, hay que comentar que la obesidad es un factor que aumenta el riesgo de sufrir mal olor en el ombligo y puede impedir la limpieza correcta de esta zona.

La consecuencia es que en ese agujero irán proliferando las bacterias, pudiendo, además del mal olor, acabar provocando dolor, incomodidad, secreción e incluso la aparición de una herida. La clave para evitarlo está en mantener el ombligo siempre seco, tanto cuando se sale de la ducha, como cuando se hace ejercicio. Sea como sea, una correcta higiene del ombligo es imprescindible.

Me sale líquido del ombligo: posible fístula umbilical

Mucha gente quizás no lo sabe, pero la realidad es que el ombligo está directamente conectado con el intestino. De hecho, la principal función del ombligo, cuando estamos en el vientre materno, es la de ser un tubo por donde nuestra madre nos alimenta. Una vez nacemos y se corta el cordón umbilical, haciendo el nudo que formará el ombligo, este conducto debería quedar sellado. Sin embargo, en algunas ocasiones puede que se cree una fístula intestinal, es decir, una conexión entre los intestino y el ombligo que haga que desde el ombligo se supure algunas de las sustancias que hacen el camino por el tracto digestivo.

Esta podría ser una de las causas de que el ombligo huela mal, un síntoma muy habitual además de la supuración y el dolor en la zona.

El ombligo apesta: pueden ser hongos

La infección por levaduras, que se suele conocer popularmente como infección por hongos, es una infección que mayoritariamente suele afectar a jóvenes adolescentes o niños pequeños, aunque también es posible que la pase a un adulto. También es posible que un recién nacido desarrolle este problema, en estos casos es por la exposición a los hongos vaginales de la madre durante el parto.

La cándida albicans, el hongo que provoca estas infecciones, es un organismo que se desarrolla en ambientes cálidos y húmedos, por lo que el ombligo se convierte en el ambiente perfecto para su infección. Cuando esto ocurre, aparecen distintos síntomas como:

  • El ombligo huele mal aún después de limpiarlo.
  • Hay secreciones amarillas.
  • Puede haber dolor junto a la descarga.

Cómo limpiar el ombligo

Cuando el mal olor en el ombligo se debe a una proliferación bacteriana, por ejemplo, cuando no hay una higiene adecuada o cuando el sudor no se llega a retirar, hay una serie de remedios naturales que tenemos a nuestra disposición para limpiar el ombligo y poder paliarlo. A continuación te los explicamos:

Aceite de árbol del té

El aceite del árbol del té es uno de los remedios que tiene la capacidad de limpiar el ombligo de una manera profunda y eficaz. Además, la forma de hacerlo es muy fácil. Solo necesitas un poco de algodón mojado con un par de gotitas de aceite antes de irte a la cama y esperar que durante la noche haga su efecto.

Aceite de lavanda

otro de los remedios naturales para el mal olor en el ombligo que tienes a tu disposición es el aceite de lavanda. Un remedio que, además de ayudar a la curación, es capaz de perfumar la zona y acabar con el mal olor. Lo único que debes hacer es mezclar unas gotas de este aceite con agua y, mojándolo en un algodón, limpiarte la zona un par de veces al día. En el siguiente artículo de ONsalus podrás conocer las propiedades de la lavanda.

Alcohol de romero

El alcohol de romero es un buen remedio, no solo para eliminar le mal olor del ombligo, sino también para que este huela de forma maravillosa. Lavándolo con este alcohol, no solo perfumas la zona, sino que no perjudica el pH de tu piel y no provoca ningún peligro para la salud. En el siguiente artículo podrás leer más en profundidad sobre el alcohol de romero: para qué sirve y contraindicaciones.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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