Es de conocimiento popular que la presencia de pus en cualquier parte del cuerpo hace referencia a una infección; sin embargo, pocas personas saben que el ombligo también puede verse afectado por diversos trastornos y podría expulsar líquido blanco del mismo, por lo que es muy importante mantenerlo saludable y con un gran cuidado al igual que al resto del cuerpo para evitar diferentes alteraciones.
Numerosas personas piensan que solo los bebés pueden estar afectados por la presencia de pus en el ombligo, pero esto no es correcto. Si bien los recién nacidos tienen mayor probabilidad de sufrir esta condición, la misma puede darse en personas de cualquier edad, principalmente, en adultos mayores.
Si no conoces mucho sobre esta condición y te preguntas por qué sale pus del ombligo, en el siguiente artículo de ONsalus te ofrecemos toda la información al respecto para que puedas responder esta y otras dudas que tengas sobre el tema.
Causas de la supuración del ombligo en adultos
Muy frecuentemente la presencia de pus en el ombligo hace referencia a un cuadro clínico conocido como onfalitis, la cual es una infección en el ombligo y puede tener numerosas causas. La presencia de esta alteración podría estar indicando un problema de salud subyacente, tal como la presencia de una hernia umbilical, un quiste epidérmico, endometriosis, un cierre no finalizado, entre otras.
Esta infección en el ombligo es localizada, lenta y crónica cuando se trata de un paciente adulto y, en algunas ocasiones, se debe a una falta de higiene en el sector. A pesar de esto, también puede sufrirse, simplemente, por una irritación provocada por botones o alguna tela especial de la ropa y no suele presentar grandes complicaciones; sin embargo, es indispensable consultar con un médico cuando existen molestias por más mínima que sea.
Asimismo, la onfalitis se puede llegar a desarrollar en un recién nacido cuando en el cordón umbilical se encuentra un gran depósito de bacterias de la piel o del ambiente general debido a una higiene incorrecta u otros factores. Esta infección puede suponer un riesgo en la salud del recién nacido, motivo por el cual se deben evitar las situaciones que incrementan la posibilidad de su presencia, como los partos en el hogar, las infecciones del líquido amniótico, las roturas de las membranas, partos prematuros o pocos cuidados al manipular el cordón.
Síntomas de un ombligo infectado
Es importante no ignorar cualquier situación anormal en el cuerpo y estar pendiente de la presencia de otros síntomas que podrían acompañar la infección del ombígo. En el caso de onfalitis, la sintomatología más común que presentan los pacientes adultos son:
- Ombligo enrojecido.
- Sensación caliente en la zona afectada.
- Hinchazón.
- Secreción de líquido por el ombligo que tiene mal olor.
- Salida de pus por el ombligo.
Síntomas de un ombligo infectado en bebés
En caso de que la onfalitis sea en un pequeño, la cual suele presentarse entre los 5 y 10 días de vida, los síntomas son muy similares a los detallados anteriormente. Es posible observar enrojecimiento en la piel alrededor del cordón, se puede sentir diferente al tacto, es decir, más caliente, dura o empastada y también podría segregar líquido amarillento o pus por el ombligo. Además de esto, la sintomatología en el niño puede incluir fiebre, ya sea baja o alta, vómitos, irritabilidad y falta de apetito.
Debido a que el sistema inmune de un niño tan pequeño no se encuentra tan fuerte, es indispensable consultar con un especialista con urgencia y detallar todos los síntomas que el bebé presente para que se pueda ofrecer el tratamiento correcto.
Tratamiento para la supuración del ombligo
Generalmente, cuando sale pus del ombligo debido a una infección, no se necesita un tratamiento tan importante. Es posible que tu médico le recete ciertos antibióticos orales para que consumas durante los días que mejor considere. También te recomendará una buena higiene local que podrá detallarla él mismo para eliminar rápidamente la infección y los síntomas provocados por dicha alteración.
Asimismo, puede que el especialista aconseje utilizar algunas pomadas farmacéuticas que serán recetadas luego de la consulta; sin embargo, existen ciertos casos muy extremos en los que el tratamiento requerirá un drenaje de la zona que se realizará a través de un procedimiento quirúrgico, aunque esto suele ser la última opción.
En el caso de los recién nacidos, el tratamiento dependerá pura y exclusivamente de la gravedad. Es posible que algunos bebés necesiten ser ingresados a un hospital para que se les administre antibióticos por vía intravenosa durante siete días, aproximadamente. En casos muy excepcionales, el médico podría recomendar un desbridamiento quirúrgico, que es la eliminación del tejido dañado.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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