Prediabetes: qué es, síntomas y tratamiento

La prediabetes es una condición en la cual los niveles de azúcar sangre se encuentran por encima de los valores normales, pero no lo suficientemente altos como para considerarse los niveles propios de la diabetes. Es una condición que afecta a una gran cantidad de personas y que aumenta considerablemente el riesgo de sufrir de diabetes tipo 2 en un futuro.

La aparición de la prediabetes, por lo general, se debe a la suma de un conjunto de factores que predisponen su aparición, siendo los principales el consumo de dietas excesivamente grasas y dulces, y una vida sedentaria; y la detección de esta condición es de suma importancia para prevenir la instauración de la diabetes.

Por lo general, los pacientes prediabéticos tienen una condición llamada resistencia a la insulina. La insulina es la hormona que se encarga de promover la absorción de la glucosa desde la sangre hacia las células para ser transformada en la energía necesaria para realizar sus funciones. Una persona que tenga intolerancia a la insulina tiene disminuida la capacidad de sus células de absorber azúcar y, por lo tanto, los niveles de esta en la sangre se ven incrementados.

Existe además un componente hereditario bastante importante, tanto para el desarrollo de una prediabetes como de la diabetes en sí. Las personas cuyos uno de sus padres o los dos o algún hermano desarrollen diabetes están en un riesgo bastante mayor de desarrollar estas enfermedades.

La prediabetes se podría considerar una enfermedad silenciosa, ya que no presenta prácticamente ningún síntoma que pueda hacer pensar a la persona que la sufre, lo cual es una característica bastante importante de la enfermedad, ya que esto permite que progrese sin que la persona afectada sea consciente de sus existencia. Entre los pocos síntomas iniciales de la prediabetes, se encuentran:

• Hambre y sed constante.
• Necesidad de orinar.
• Resequedad en la boca.
• Visión borrosa.
• Debilidad.

Sin embargo, existen ciertas características y condiciones que hacen a las personas predispuestas al desarrollo de la enfermedad, entre las cuales están las siguientes:

• Edad mayor a 45 años.
• Sobrepeso.
• Escaso ejercicio y vida sedentaria.
• Familiares directos diagnosticados con diabetes.
• Ascendencia latinoamericana.
• Presión arterial elevada.
• Niveles bajos de colesterol bueno, llamado HDL, y niveles de triglicéridos elevados.

Debido a que la prediabetes es una condición que se origina por los valores de glucosa en la sangre, el estudio de estos valores a través de un examen de sangre es suficiente para confirmar o descartar la condición. Cuantos más factores de riesgo posea una persona, más recomendado es hacerse exámenes de glucemia. Existen tres variantes básicas del estudio de la glucosa en sangre:

• Prueba de la glucosa en ayunas: en un estado de ayunas, el paciente debe asistir a un laboratorio para la toma de la muestra. Si el resultado de esta prueba se ubica entre 100 -124 ml/dl se considerará prediabético, siendo los valores superiores correspondientes a la diabetes y los inferiores a una condición normal.
• Prueba de tolerancia a la glucosa: después de pasar 8 horas sin comer nada, al paciente se le suministra una solución azucarada que debe tomar, después de lo cual se deben esperar dos horas más para tomar una muestra de sangre y estudiarla. Los valores que se ubiquen entre 140-199 ml/dl se consideraran como prediabéticos.
• Hemoglobina glucosilada: es una prueba que permite estimar los valores de glucosa en los últimos 3 meses mediante un estudio de los glóbulos rojos de la sangre. Los valores que se encuentran entre 5.7 y 6.4% se consideran prediabéticos.

Al tratarse de una enfermedad que depende su desarrollo del estilo de vida la persona afectada, una modificación de los hábitos y las rutinas puede ser suficiente para detener su progresión. Si bien pudieran utilizarse los mismos medicamentos que se utilizan en casos de diabetes para estimular la absorción de glucosa o disminuir su entrada a la sangre, los resultados vistos en los pacientes que se controlan con medicamentos no superan a los beneficios del cambio de estilo de vida.

Uno de los principales objetivos del tratamiento es la disminución de peso en aquellas personas que tienen sobrepeso, y mantener el peso corporal para los que desarrollan prediabetes, pero tienen un peso normal. La mejor manera de disminuir el peso es mediante la modificación de la dieta y el ejercicio.

La dieta para la prediabetes recomendada es aquella baja en grasas y de pocas calorías, para lo cual es bueno aumentar la ingesta de vegetales, disminuir la porciones de alimentos que se consumen en cada comida y optar por hornear o asar los alimentos.

Modificar la rutina diaria para que realizar las actividades requiera un poco mas de esfuerzo físico es una buena sugerencia, como por ejemplo subir escaleras en lugar de ascensores, caminar o usar bicicleta para ir al trabajo o al mercado en lugar de usar coche, realizar actividades adicionales como jardinería y, por supuesto, incluir una rutina de ejercicio siempre es favorable.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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