Propiedades curativas del limón contra el cáncer

El limón, la fruta cítrica por excelencia, trae consigo uno de los mayores niveles de vitamina C de todos los frutos, siendo este un nutriente esencial en todo organismo que quiera mantenerse fuerte y con condición de respuesta ante cualquier amenaza cancerígena. Esta vitamina C también viene de otras vitaminas cruciales como E, A y el grupo B.

Cuando una persona tiene un tumor, aún si este no se ha convertido en cancerígeno o si es benigno, se está presente ante un sistema inmunitario que está débil y lleva tiempo a muy bajo rendimiento ya que, así como él nos defiende de un resfriado, también está desarrollado para detectar células anómalas que deben ser destruidas para acabar con ellas. Es muy importante una dieta consecuente en el consumo del limón, así como otros cítricos, en su forma más natural posible (sin edulcorantes) para potenciar tus defensas y que ataquen estas células anómalas.

Además del limón, en el siguiente artículo te hablamos de los alimentos ricos en vitamina C.

Uno de los puntos básicos a conocer de nuestra salud es que existen hábitos y alimentos que nos alcalinizan o acidifican el organismo. Aquellos que acidifican son los que disminuyen el pH del organismo, mientras que los alcalinizantes aumentan dicho pH. Lo correcto es que este se mantenga en equilibrio perpetuo.

Ahora bien, prácticamente desde el descubrimiento y delimitación del cáncer como enfermedad, se pudo comprobar también que un factor en común de su etiología (origen), es que nacen y se ven favorecidos en medioambientes ácidos, que son desfavorables para todas las células en su funcionamiento regular, y esto incluye su reproducción. El cigarrillo y toda variedad de gaseosa o producto con azúcar refinada son los mayores ejemplos de comidas que acidifican extremadamente al organismo, y por lo tanto, son cancerígenas.

El limón, por el contrario -y por encima de muchas frutas-, tiene este potente efecto alcalinizante para equilibrar esta balanza de pH en tu cuerpo y permitir un mejor medio de trabajo y recuperación para sus tejidos. No debemos confundir el sabor del limón (ácido), así como la de cualquier comida, con la alcalinización/acidificación, que se refiere al efecto que produce en el cuerpo una vez metabolizado.

Esta saludable fruta tiene reconocidos efectos antioxidantes que, en resumen, significa lo siguiente:

• Reduce los radicales libres: cuando el cuerpo trabaja correctamente en un ambiente limpio estos son, por así decirlo, resultados de los procesos celulares que desequilibran la carga de los átomos de las células y los antioxidantes se encargan de devolver ese equilibrio. Cuando existe un ambiente contaminado o lleno de demasiados radicales libres, esta inestablidad produce gran estrés al organismo.
• Detiene el envejecimiento: este estrés va desgastando a nivel celular y acelerando el envejecimiento celular, así como favorece la realización de procesos celulares de forma incompleta, comprometiendo la reproducción celular fisiológicamente correcta que promueve los tumores.
• Mejora los niveles de LDL (colesterol malo): este efecto es parte de las mejoras a favor de la acidez en el organismo y promueve a su vez una mejor salud cardiovascular.

Estudios en 2015 demostraron que el efecto del limón contra el cáncer no sólo era preventivo, sino que podía ser un potente aliado frente a las drogas anticancerígenas de la quimioterapia. Se hizo un estudio utilizando extractos de concha de limón y extractos de té verde y vino tinto.

El aumento de la efectividad del tratamiento depende del tipo de cáncer (sarcoma, carcinoma de Ehrlich y melanoma) y la droga suministrada. La mejora más leve fue de solo un 25%, pero el mayor mayor éxito se reveló en la lucha contra los carcinomas, con hasta 180% de aumento de efectividad. A su vez, estas aplicaciones redujeron la toxicidad del medicamentos al ayudar a elevar (y no permitir tanta reducción) en los niveles de plaquetas y glóbulos rojos en sangre por las quimioterapia.

Existen distintas maneras de servir el limón con fines terapéuticos, recordando que no sólo la pulpa es útil, pues ya vimos previamente que hasta la cáscara también es anticancerígena. El limón puede comerse directo a la boca, pero por su fuerte sabor es útil contar con las siguientes alternativas:

• Jugo de limón natural: mientras más concentrado o recién exprimido, mejor. Si te parece muy fuerte el sabor, mézclalo con agua a temperatura ambiente pero, por lo que más quieras, omite los edulcorantes.
• Ralladura de limón: ¡No botes la cáscara! Tranquilamente puedes rallarla y usarla para postres y comidas, ya sea para saborizar o simplemente aromatizar. Si utilizas varios limones pero no vas a usar la ralladura de todos ellos, puedes guardarla tranquilamente en el congelador hasta un próximo uso.
• Limón congelado: puedes lavarlo y posteriormente congelarlo, con el fin de poder rallarlo en un futuro, con la diferencia que aquí, gracias a la congelación, podrás rallar toda la fruta.
• Júntalo con té verde: Ambos productos son potentes antioxidantes y trabajando juntos saben y se llevan bien. Sírvete un té con limón y puedes acompañarlo con una rodaja del limón que exprimiste (cortada antes de exprimir). Puedes ir mordiendo esa rodaja junto con la toma del té o al final, para aprovechar los mayores nutrientes posibles de la pulpa de la fruta.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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