¿Puedo hacer ejercicio si tengo anemia?

¿Puedo hacer ejercicio si tengo anemia?

Muchas veces nos referimos a anemia cuando en realidad no es una única enfermedad, sino que son distintas que, causadas por distintos factores, llegan a unos síntomas y consecuencias comunes. En general, cuando hablamos de anemia nos referimos a la falta de hierro, ya sea porqué hacemos una ingesta insuficiente o por cualquier otro motivo físico. Entre los síntomas de la anemia, que más adelante veremos detalladamente, encontramos la bajada en el rendimiento físico.

Esto es consecuencia de la falta de hemoglobina y eritrocitos, los encargados de llevar la sangre a los músculos, lo que provoca poca oxigenación muscular. La consecuencia es que el corazón debe bombear más y más rápido para poder cubrir toda la demanda de oxígeno.

Entonces, ¿son incompatibles anemia y deporte?, ¿sufres de anemia y dudas sobre si puedes practicar deporte o no? En el siguiente artículo de ONsalus te hablaremos acerca de esta afección, explicándote si puedo hacer ejercicio si tengo anemia.

Síntomas de personas anémicas haciendo ejercicio físico

La anemia es una condición que puede estar camuflada durante años, pasar invisible sin que la persona sea consciente de que la sufre. Esto, es probable en los casos en los que la falta de hierro es leve. Sin embargo, cuando la anemia se acentúa sí que aparecen síntomas fácilmente detectables. Ente los síntomas más habituales de la anemia encontramos:

  • Cansancio
  • Menor rendimiento físico
  • Uñas quebradizas
  • Caída de pelo
  • Debilidad muscular
  • Dolores de cabeza
  • Alteraciones del sueño
  • Falta de apetito
  • Irritabilidad emocional
  • Sensación de frío
  • Palpitaciones
  • Piel más pálida

Si además le sumamos el ejercicio físico, una actividad mediante la cual aumenta la necesidad de oxigeno por parte del organismo, pueden aparecer síntomas de mayor gravedad. El caso es que con anemia nuestra sangre no tiene la capacidad suficiente para suministrar los músculos con oxigeno, lo que repercute en que el corazón debe trabajar más, bombeando más sangre. Consecuentemente, observamos un descenso en el rendimiento físico de la persona y si seguimos demandando un mayor sobreesfuerzo al corazón puede acabar en un fallo cardíaco.

¿Puedo hacer ejercicio si tengo anemia?

Ya hemos explicado las consecuencias de llevar a tu cuerpo al límite. Debes entender que estas consecuencias serían las mismas que sufriría alguien que no tuviera anemia y que forzara demasiado su propio cuerpo. Es decir, tienes ciertas limitaciones respecto a la práctica del deporte, pero esto no significa que no debas practicarlo o que te tengas que abstener; todo lo contrario. Así pues, la respuesta a la pregunta de sí puedo hacer ejercicio si tengo anemia es sí. Incluso aquellas personas que sufran de anemia falciforme o talasemia, que pueden ver minvadas sus capacidades físicas, pueden y debes practicar ciertos ejercicio aeróbicos a un nivel bajo para poder mejorar su resistencia y sentirse menos fatigados.

Algunos de los ejercicios recomendados en caso de anemia son:

  • Hacer natación
  • Caminar
  • Ir en bicicleta o hacer spinning
  • Trote ligero
  • Yoga

Como ya hemos explicado la intensidad debe ser leve, lo importante no es eso sino mantener nuestro cuerpo activo. Lo ideal sería destinar entre 30 y 40 minutos tres veces semanales a la practica de alguno de estos ejercicios, de forma que ganemos fuerza en los músculos, mejoremos la circulación y aumentemos nuestra energía.

En otro orden de cosas, es imprescindible mantenernos constantemente hidratados, por lo que es necesario contar siempre con una botella de agua de la que ir bebiendo constantemente. Más allá de lo que hemos explicado aquí, si eres una persona anémica siempre es recomendable visitar al médico para que te explique hasta qué punto puedes practicar ejercicio.

Anemia en mujeres corredoras

Las mujeres corredoras o que practican algún deporte a cierto nivel cumplen muchos de los factores para sufrir anemia, no es de extrañar que muchas mujeres deportistas sufran de niveles bajos de hierro. La alta incidencia de la anemia entre las mujeres que practican deportes se da principalmente por las siguientes razones:

  • La menstruación: la primera causa de anemia son las hemorragias y pérdidas de sangre. Si tenemos en cuenta que la mujer sufre una pérdida de sangre cada mes no es de extrañar que sea uno de los principales grupos de riesgo.
  • Sudar: cuando sudamos nuestro cuerpo no solo pierde agua sino que se deshace de electrolitos, entre los cuales destaca el hierro y que puede bajar nuestros niveles de este mineral.
  • La alimentación: mucha gente que practica el deporte como un puntal en su estilo de vida también es habitual que cuide de su alimentación, evitando el consumo de grasas o productos de origen animal, incluso optar por dietas vegetarianas. Dado que gran parte del hierro que consumimos habitualmente proviene de las carnes rojas, si no contamos con una alimentación lo suficiente equilibrada, siendo conscientes de las posibles carencias nutricionales que podemos tener, es fácil caer en la anemia.

Como puedes ver, las causas de la anemia en mujeres atletas son factores muy habituales. Es por eso que debemos prestar especial atención a todos aquellos aspectos que podemos cambiar, por ejemplo, vigilando de reponer los electrolitos que perdemos durante la práctica del ejercicio o consumiendo alimentos para combatir la anemia. A continuación te hablaremos de como debe ser tu dieta para poder superar esta condición.

Alimentación para evitar la anemia

Como hemos venido explicando a lo largo del artículo la alimentación es un aspecto esencial para lograr subir los niveles de hierro. No obstante, antes que nada hay que acudir al médico para saber cuál es el origen de nuestro problema, si se debe a deficiencias en nuestra alimentación, se debe a una mala absorción o padecemos alguna alteración sanguínea.

Si se trata de alimentación o, aún no siendo este el problema queremos mejorar los niveles de hierro, debemos optar por una alimentación rica en este mineral. Para conseguirlo debes saber que existen dos tipos de hierro dependiendo de su origen:

De origen animal

  • Carnes rojas
  • Carnes blancas
  • Hígado
  • Yema de huevos
  • Sangre, por ejemplo, la morcilla

De origen vegetal

  • Legumbres como lentejas o garbanzos
  • Nueces y frutos secos
  • Verduras de hoja verde

Pero así como es importante consumir productos ricos en hierro, también es vital consumirlos junto con otro tipo de alimentos que nos aporten nutrientes que favorezcan su absorción. Estos son las vitaminas C, E, B6 y B12 o el ácido fólico.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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