¿Qué pasa si aguanto las ganas de orinar?

¿Qué pasa si aguanto las ganas de orinar?

¿Cuántas veces has aguantado las ganas de orinar? Seguramente muchas, ya sea porque estás ocupado cuando te vienen las ganas o porque prefieres evitar los baños públicos y aguantar hasta llegar a casa. Lo cierto es que aguantar las ganas de orinar es un hábito mucho más común de lo que pensamos, al punto que la mayoría de las personas lo hace. Lo que no sabemos a ciencia cierta es qué tan malo puede ser esta costumbre para la salud, por esta razón en este artículo de ONsalus respondemos la interrogante que tienen en común muchas personas: ¿Qué pasa si aguanto las ganas de orinar?

¿Qué pasa si aguanto las ganas de orinar?

Supongamos que vas en un viaje por carretera y de pronto te vienen ganas de orinar muy fuertes y no logras divisar la siguiente estación de servicio. Mientras más tiempo pasa, más se hincha tu vejiga, comienzas a sentir dolor en la pelvis y cualquier golpe en el viente es una amenaza para que se produzca un escape de orina. Cuando por fin logras encontrar un baño en tu camino, te quitas tu ropa desesperadamente y comienzas a orinar preguntándote cómo ha sido posible aguantar tanto.

Orinar es un proceso totalmente natural del cuerpo por medio del cual el organismo libera una serie de toxinas y desechos que provienen de los riñones y viajan a la vejiga a través de la orina. Cuando el cerebro recibe la orden de que el cuerpo necesita orinar, es porque la vejiga ya se encuentra lo suficientemente llena, es decir, que almacena en su interior entre 150 y 220 mililitros dependiendo de cada persona. En este punto de llenura de la vejiga no pasa nada malo si vas a baño inmediatamente o si aguantas hasta dos horas, sin embargo, aguantar constantemente las ganas de orinar y por mucho tiempo puede ser contraproducente para la salud y traer lamentables consecuencias.

Si este es tu caso y te preguntas: ¿qué pasa si aguanto las ganas de orinar? Te invitamos a conocer a continuación los efectos más comunes de este mal hábito.

Agrandamiento de la vejiga

Como mencionamos anteriormente, la vejiga es capaz de almacenar entre 150 y 220 ml, cuando dicho órgano se llena hasta la totalidad se activan ciertos receptores que envían al cerebro el mensaje de que hay que orinar, y es allí cuando comenzamos a percibir cada uno de los síntomas que implica tener ganas de orinar. Si no orinamos en ese preciso momento y, contrario a lo debido, continuamos ofreciéndole líquido a nuestro cuerpo, las paredes de la vejiga irán aumentando de tamaño hasta ensanchar el órgano. El ensanchamiento de la vejiga puede traer daños importantes a largo plazo.

Infección urinaria

La orina está compuesta por una serie de desechos, toxinas y sustancias ácidas y amoníacas que, cuando pasan mucho tiempo dentro de la vejiga sin ser eliminadas, pueden causar daño a las paredes de la vejiga y del tracto urinario. Cuando una persona, sobre todo las mujeres, aguantan por mucho tiempo las ganas de orinar, la cistitis (inflamación de la vejiga que puede ser o no infecciosa) se manifiesta y es necesario atender dicha afección para calmar sus molestos síntomas: ganas constantes de ir al baño incluso después de haber vaciado la vejiga, dolor en la parte baja del abdomen, orina turbia o con mal olor y calambres en el abdomen. La inflamación de la vejiga y la acumulación de bacterias en la uretra son las principales causas de la cistitis.

Reflujo vesicouretral

El reflujo vesicouretral es una de las perores consecuencias de aguantar las ganas de orinar. Esta afección ocurre cuando la orina, después de estar un tiempo almacenada en la vejiga, no se expulsa al exterior sino que regresa a los riñones, lo cual puede causar infecciones muy graves para la salud.

Existen muchas fases de intensidad del reflujo vesicouretral, las cuales van desde la fase primaria hasta la fase quinta según el grado de gravedad. En las primeras fases la orina se devuelve pero no alcanza llegar hasta los riñones, en las últimas fases la orina se devuelve todos los días hasta los riñones, comprometiendo a largo plazo la función renal.

En el siguiente artículo encontrarás los mejores jugos para limpiar los riñones.

Cálculos en los riñones

Si bien hay personas que son más propensas que otras a producir cálculos en los riñones, aguantar las ganas de orinar es un factor que aumenta el riesgo de padecer estas afecciones. Los cálculos son masas pequeñas que están formadas por pequeños cristales que pueden aparecer en el riñón o en el uréter y suelen aparecer por no tomar suficiente líquido, es decir, si se produce menos de 1 litro de orina al día.

Las personas con cálculos en los riñones, además del doloroso cólico nefrítico, pueden experimentar dolor en la parta baja de la espalda, dolor en la ingle o en los testículos, sangre en la orina, fiebre, escalofríos, náuseas y vómitos.

Malestar general

Una de las consecuencias más comunes de aguantar las ganas de orinar son los calambres pélvicos que se producen una vez que se vacía la vejiga y ocurren debido a la acumulación excesiva de líquido y toxinas. Además de sentir escalofríos, esta acumulación de líquido también causa inflamación abdominal, lo cual te hará sentir cansado y sediento, haciendo que bebas más líquido y empeorando la situación.

Lo más recomendable es nunca aguantar más de 15 minutos las ganas de ir al baño, de lo contrario nuestro organismo comienza a sufrir y se detienen una serie de procesos nerviosos y fisiológicos que son necesarios para la salud del cuerpo.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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