Qué se siente al romper aguas

En muchas películas y series habrás visto esta circunstancia y, por ficticia que parezca, es completamente real. Hay una gran cantidad de mujeres que de golpe y sin previo aviso notan como un chorro de líquido tibio cae entre sus piernas. Es un chorro que no se puede parar, del que no se tiene control, y que fluye en gran cantidad, como si de una manguera o un jarrón vaciándose se tratara. Esta sensación asegura que has roto aguas y anuncia que el nacimiento de tu hijo es inminente.

Ahora bien, no todas las mujeres lo sienten igual: puedes romper aguas y no enterarte, puedes hacerlo de golpe, puedes romper aguas poco a poco, sea como sea, a lo largo del artículo te vamos a explicar algunas de las diferencias y de los modos en los que una mujer puede romper aguas.

Otras mujeres no viven la rotura de aguas de una forma tan evidente y explosiva sino que de una forma más sutil y disimulada, empiezan a notar un constante goteo sin freno y del que no tienen control. Algunas mujeres lo han definido como si fuera una menstruación pero incolora y tibia, que no para y no puedes controlar. Este goteo constante puede durar varias horas y puede fluir más lento o más rápido, según lo grande que sea el agujero que se ha hecho en la bolsa que contiene al bebé y al líquido amniótico.

Una forma de notar la rotura de aguas, intermedia entre las dos expresadas, es el hilo. Las mujeres que así lo han vivido cuentan que es como estar haciendo pis durante largo rato y sin poder frenarlo al apretar los esfínteres. Comentan que es una sensación extraña porque mentalmente lo relaciones con el aparato urinario pero sabes que no lo es porque no se siente como cuando se orina.

Una forma de notar la rotura de aguas, intermedia entre las dos expresadas, es el hilo. Las mujeres que así lo han vivido cuentan que es como estar haciendo pis durante largo rato y sin poder frenarlo apretando los esfínteres. Comentan que es una sensación extraña porque mentalmente lo relaciones con el aparato urinario pero sabes que no lo es porque no se siente como cuando se orina.

No obstante, al final del embarazo las pérdidas de orina pueden ser frecuentes, así que es probable que muchas mujeres embarazadas quieran saber la diferencia entre la orina y romper aguas:

• El líquido amniótico es tibio, en cambio la orina es más caliente.
• El líquido amniótico es incoloro, en cambio la orina tiene un tono más amarillo.
• El líquido amniótico es inoloro, mientras que la orina sí que tiene olor.
• Además, como hemos explicado antes, lo más habitual es que el líquido amniótico salga con más fuerza.

Aunque hay casos en los que las madres han afirmado romper aguas y no enterarse, lo normal, y lo que afirman muchas otras mujeres es que en el momento que rompieron aguas sintieron como su cuerpo vivía una descompresión, como si la presión que realiza la barriga encima del útero se relajara y fuera inexistente, desapareciera casi por completo y como si la barriga dejara de pesar. En definitiva, algunas mujeres pueden sentir un alivio, como si el cuerpo se relajara.

Hay quién puede escuchar un pequeño ruido en el bajovientre, como si se abriera una lata que estaba cerrada al vacío. Es un sonido no muy perceptible pero que algunas personas aseguran haber podido experimentar y que tras él le ha seguido el fluir de un chorro de agua. Por lo tanto, que no hayas escuchado el ruido no significa que no estés rompiendo aguas, este es el último síntoma que debemos tener el cuenta.

Comentan que una de las sensaciones comunes y populares al romper aguas es la de sentir que se destapa en tu pelvis algo que estaba cerrado, como si se liberara una tensión o se abriera un agujero cerrado. Esta sensación puede ser debida a que empiece una pequeña dilatación que irá aumentando a lo largo de todo el parto para dar paso a la criatura.

Hay otra opción que no es muy conocida y es que no notes nada. Puede pasar por varios motivos, porque no se rompa la membrana, porque el agujero sea muy pequeño o porque pases a las contracciones directamente sin antes haber roto el saco amniótico. En estos casos no debes preocuparte, simplemente al notar las contracciones deberás acudir al médico y allí valorarán de forma profesional como se debe proceder. El hecho de no vivir la rotura de aguas no implica que el parto no vaya bien o no se pueda hacer de una forma natural.

Para terminar, debemos comentarte que el líquido amniótico es de color transparente. Si aparece amarillento, marrón, con manchas de sangre o verde, deberás acudir directamente y con urgencia a tu médico ya que se puede tratar de una infección del líquido amniótico y deberá ser tratado con atención médica profesionalizada.

En el caso que sientas todos alguno de estos síntomas antes de las 37 semanas de gestación, es imprescindible que acudas con urgencia a tu médico ya que se podría tratar de un parto prematuro y se necesita ir con especial cuidado en estos casos. Si has pasado las 37 semanas también te recomendamos que vayas al médico ya que hay la posibilidad de que el parto sea inminente.

Sea como sea, inmediatamente después de romper aguas debes acudir al hospital, puesto que eso significa que el parto es inminente. En el siguiente artículo te hablamos sobre cuándo ir al hospital a dar a luz.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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