Recuperación de la operación de quiste pilonidal o sacro

Recuperación de la operación de quiste pilonidal o sacro

El quiste pilonidal sacro es una enfermedad muy común, con mayor incidencia en hombres jóvenes, entre 15 y 30 años, y rara en hombres de más de 40. En las mujeres es menos frecuente; la relación es de una mujer por cada cuatro hombres. El término, en latín, significa “nido de vello”, y se refiere a los pelos que se encuentran dentro de un quiste que se forma mayormente cerca del coxis.

Muchas veces esta condición empieza con un pequeño bulto en la piel totalmente asintomático, pero cuando se infecta puede llegar a ser doloroso y difícil de sanar. El tratamiento recomendado siempre pasa por eliminar el quiste y mientras más rápido se haga más pronta será la recuperación.

En los casos en lo cuales el quiste ha crecido y la infección ha aumentado, o ha reaparecido luego de un primer drenaje, ya no bastará con drenar el absceso, será necesario hacer una cirugía para retirar un área mayor de tejido. Por lo general, luego de cualquiera de estos procedimientos se requiere de ciertos cuidados y reposo. En ONsalus, te damos recomendaciones sobre la recuperación de la operación de quiste pilonidal o sacro.

¿Qué es un quiste pilonidal o sacro?

No se ha dilucidado totalmente el origen del quiste pilonidal. Anteriormente se creía que se debía a un remanente de tejido embrionario que permanecía en la región subcutánea debido a una malformación. Pero un elevado número de casos, en soldados durante la Segunda Guerra Mundial, llevó a los médicos a buscar en otra dirección. Hoy día se piensa que estos quistes se forman cuando los pelos se incrustan en la piel, provocando una reacción inflamatoria en el área que luego puede infectarse y transformarse en un absceso.

Algunos factores, como la fricción y presión sobre el área sacrocoxígea (por estar sentados o montar bicicleta por largos periodos de tiempo o por usar ropa ajustada), pueden favorecer la aparición de quistes pilonidales. Otros factores que predisponen la aparición de esta condición son:

  • La obesidad.
  • El exceso de pelo en el área del coxis.
  • Tener un pliegue profundo entre las nalgas.

En el caso de los soldados, la alta incidencia de quiste pilonidal se atribuye a las largas horas que pasaban sentados en los todoterrenos haciendo recorridos por terrenos accidentados, lo que probablemente causó ligeros traumas en la piel del coxis. Además, seguramente, las condiciones de higiene no eran óptimas.

El quiste pilonidal es una cavidad que se produce a partir de la incrustación de un pelo en la piel. Por lo general, esto ocurre entre los glúteos, 4 a 5 cm por encima del ano. También puede aparecer en otras zonas, como alrededor del ombligo, de la axila o en el cuero cabelludo. La zona afectada se ve como un poro con un punto oscuro o maraña de vello. Bajo esta apariencia la enfermedad puede pasar desapercibida por un tiempo. Pero si se infecta puede producir un absceso muy molesto y doloroso.

En 50% de los pacientes la enfermedad se agudiza y forma rápidamente un absceso. En el otro 50% de los afectados, la enfermedad tiende a volverse crónica con drenaje purulento constante. Esto puede dar lugar, en raras ocasiones, a un cáncer de piel. Cuando el quiste se convierte en absceso produce:

  • Dolor agudo.
  • Hinchazón.
  • Enrojecimiento.
  • Secreción de pus y sangre.
  • Fiebre.

Operación de quiste pilonidal

El tratamiento para el quiste pilonidal depende del momento del diagnóstico:

  • Si se descubre cuando apenas se está formando, solo requerirá de un pequeño procedimiento para retirar el vello incrustado.
  • Pero a medida que se desarrolla el quiste y se infecta, el tratamiento se complica. En ningún caso la administración de antibióticos será suficiente. De hecho lo que se hace es intervenir directamente el absceso.

Operación quiste pilonidal sacro

En una primera instancia, el tratamiento consiste en drenar el absceso, luego de haber realizado una incisión. Se trata de un procedimiento sencillo que se lleva a cabo en el consultorio del médico tratante con una anestesia local para insensibilizar la piel. Una vez realizados la incisión y el drenaje, se rellena el espacio con una gasa, lo que permitirá que siga supurando. La gasa debe cambiarse a diario. La recuperación de este procedimiento puede tardarse hasta cuatro semanas.

Si se trata de un absceso muy grande o de una recidiva después de un primer drenaje, el tratamiento recomendado es una cistectomía pilonidal. Esta consiste en una microcirugía ambulatoria que puede hacerse con anestesia general o local. La intervención tiene como objetivo retirar la piel y el tejido subyacente con los folículos pilosos, tratando de extraer todo el quiste para que no reaparezca. Actualmente se realiza con bisturí pero también con láser, técnica que al mismo tiempo cauteriza la zona y facilita la cura.

Una vez retirada la sección de tejido se puede colocar un tubo o una gasa para seguir drenando el absceso. La mayoría de las veces no se sutura la herida para que a medida que sana la infección esta se cierre naturalmente o por segunda intención, como se dice en términos médicos. Luego de la cirugía se debe estar muy atento con los cuidados postoperatorios para evitar otras infecciones. La recuperación de la operación de quiste pilonidal es clave para que no haya recidivas.

Recuperación de la operación de quiste pilonidal

Para una recuperación sin tropiezos lo más importante son los cuidados después de la operación. Este deberá ser un tema de conversación exhaustivo con su médico o enfermera antes de realizar el procedimiento, para así tomar todas las previsiones necesarias al momento de volver a casa. El ritmo de la cicatrización marcará el regreso a las actividades regulares. Normalmente el período de recuperación de la operación puede extenderse hasta 60 días.

Superado el momento de la operación de quiste pilonidal será muy importante mantener ciertos cuidados, como los mencionados a continuación:

  • El paciente deberá darse una ducha diaria y lavar la herida dos veces al día. Durante la primera semana, cuando aún sienta mucho dolor, se recomienda solo el uso de agua templada para los lavados. Ya la segunda semana deberá usar también jabón, buscando eliminar las células de la cicatrización.
  • Esta intervención puede dejar una herida de dimensiones considerables, que será necesario curar diariamente, cambiando el apósito luego de cada ducha. Lo más importante es mantener la herida limpia y seca cada vez. La limpieza y cambio de gasa es un procedimiento que puede realizar el mismo paciente o algún familiar, bajo la supervisión semanal del cirujano. En el caso de que la herida lleve puntos estos serán retirados por el cirujano 7 a 14 días luego de la cirugía.
  • Por lo general, no es necesario hacer reposo en cama pero sí es importante no pasar mucho tiempo sentados. De hecho se recomienda, dentro de lo posible hacer pequeños recorridos dentro y fuera de la casa desde el primer momento. Dentro de las limitaciones de cada paciente se debe retomar la vida normal lo más pronto posible. Se recomienda hacerlo a partir de la primera semana y quizás se pueda volver al trabajo dos a tres semanas después de la operación, siempre y cuando no se requiera estar ocho horas sentado.
  • Es normal que el paciente sienta dolor durante los primeros días. Para ello puede tomar los analgésicos recetados por su médico, evitando siempre los que contienen ácido acetil salicílico o aspirina.
  • Desde antes de la intervención esa zona deberá estar libre de vello y deberá mantenerse así hasta completada la recuperación. De hecho es conveniente mantenerla siempre rasurada para evitar que reaparezca el problema.
  • Como en todo posoperatorio es conveniente tener buenos hábitos alimenticios, tratando de consumir alimentos que favorezcan la cicatrización. Además, se debe evitar el consumo de cigarrillos y bebidas alcohólicas.

En el caso de las personas con diabetes o con alguna condición que les impida sanar rápidamente es aún más importante la higiene luego de la operación de quiste pilonidal y quizás serán necesarios mayores cuidados. Aproximadamente, la mitad de los pacientes que se realizan la cirugía para eliminar el quiste una primera vez lo vuelven a padecer, e incluso puede reaparecer una tercera vez.

Algunos de los signos de alerta después de la operación que nos deben hacer llamar al médico de inmediato son:

  • El sangrado es muy abundante.
  • Aumenta la temperatura corporal.
  • El dolor se hace insoportable aún con medicamentos.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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