Remedios para bajar la fiebre en niños

Remedios para bajar la fiebre en niños

La fiebre es el aumento de la temperatura corporal que el organismo provoca como mecanismo de defensa para defenderse de cualquier virus o bacteria que puedan estar causando determinada enfermedad o infección. Por lo tanto, aunque solemos angustiarnos cuando nuestros hijos tienen fiebre y siempre se resalta lo peligrosa que puede ser esta condición, se trata de un proceso temporal que busca beneficiar la salud, no perjudicarla.

En el mercado existen muchos antipiréticos que ofrecen controlar la temperatura y aliviar los síntomas asociados a la fiebre, tales como sudoración, escalofrío y dolor corporal. Sin embargo, son muchos los padres que prefieren que sus hijos no consuman medicamentos a tan temprana edad, razón por la que se preguntan si existe alguna manera de bajar la fiebre de forma natural. La buena noticia es que sí, es mucho lo que podemos hacer en casa para controlar la temperatura corporal, por eso en Remedios-Naturales.org hemos preparado este artículo sobre los remedios para bajar la fiebre en niños.

Quitarle la ropa al niño

Muchas personas abrigan a los niños con fiebre porque creen que el exceso de ropa hará que el cuerpo sude de manera más rápida la fiebre. Sin embargo, pocos padres saben que la ropa tiene el poder de mantener el calor corporal y evita que el aire del exterior refresque la piel y disminuya la temperatura. Por esta razón uno de los mejores remedios para bajar la fiebre en niños es dejarlos con la menor cantidad de ropa posible, para que puedan recibir aire fresco y equilibrar la temperatura en todo el cuerpo.

También es importante acostar al pequeño en un lugar donde no haga calor, sino donde el clima esté templado. Se recomienda una habitación ventilada, pero vigilando que el niño no reciba directamente ninguna corriente de aire natural o artificial. Cuando sea temporada de inverno es aconsejable bajar la temperatura de la calefacción para evitar que la fiebre se haga resistente.

Ducha de agua tibia

Las duchas de agua tibia son ideales para bajar la fiebre en niños porque el agua está a una temperatura más baja que la del cuerpo, por lo tanto, ayuda a equilibrar el termostato. No es necesario que el niño permanezca 20 minutos remojándose en agua, basta con un baño como de costumbre, pero en el que se vigile que la temperatura del agua se mantenga igual y nunca sea demasiado fría o demasiado caliente, ya que ambos extremos pueden ser malos. Una temperatura recomendable para estos baños oscila entre 34°C y 36°C.

Al salir del baño es normal que el niño manifieste frío, ya que la fiebre estará comenzando a ceder. Sin embargo, como mencionamos en el punto anterior, es importante evitar el exceso de mantas y ropa para evitar que el cuerpo vuelva a entrar en calor y lo conserve por más tiempo. Un pijama de tela de algodón y sin mangas es una excelente opción.

Compresas frías

Las compresas de agua fría son el remedio por excelencia para bajar la fiebre en niños y en adultos, ya que la temperatura de las mismas ayuda a bajar la fiebre y estimula la sudoración. Si no tienes compresas puedes humedecer una toalla en agua fría y colocarla en la frente, en la nuca y en los tobillos del pequeño. Una vez que las toallas o compresas se sientan calientes al tocarlas es necesario volver a mojarlas con agua fría y colocarlas de nuevo.

El agua fría estimula la circulación sanguínea, y esta, una vez que se activa, ayuda a controlar la fiebre en todo el cuerpo. Por esta razón también puede ser aconsejable hacer que el niño sumerja sus manos y brazos en un envase grande lleno de agua fría y durante al menos 15 minutos. Una vez que la sangre comience a fluir en esta zona del cuerpo el cuerpo irá estabilizando la temperatura corporal.

La hidratación es clave

Durante largos episodios de fiebre es normal que el niño comience a deshidratarse, eso solo consigue empeorar la fiebre y el malestar corporal. Para evitar que esto sucede y ayudar a que la fiebre baje, es recomendable darle al niño gran cantidad de líquidos: agua, suero, leche materna y jugos de frutas cítricas para subir las defensas.

Cuando un niño tiene fiebre es normal que pierda de inmediato el apetito y se resista a comer cualquier comida, pero sobre todo los sólidos. Una manera de conseguir que se mantenga hidratado y bien alimentado durante la fiebre es darle de comer caldo de pollo, el cual ayuda a fortalecer el sistema inmunológico y ayudará a que la recuperación sea mucho más pronta.

También es recomendable hidratar a los niños más grandes con infusión de girasol, ya que esta planta tiene propiedades medicinales que actúan en el cuerpo controlando los niveles elevados de temperatura. Para hacer la infusión deberás cocinar en una tasa de agua un puñado de pétalos de girasol durante 10 minutos a fuego medio. Luego cuela la preparación y agrega miel y limón. Lo ideal es dar al niño dos cucharadas tres veces al día.

Té de lechuga

Así como la infusión de girasol es efectiva para bajar la fiebre en niños, el té de lechuga también, ya que este vegetal es rico en agua, que mantendrá hidratado al pequeño de manera efectiva por mucho más tiempo. Además, la lechuga es rica en minerales como el potasio, magnesio, sodio y fósforo que ayudarán a que el niño se sienta con mayor energía y ánimo.

¿Cómo preparar té de lechuga para bajar la fiebre?

Prepara esta bebida cocinando una lechuga entera en un litro de agua hirviendo. Deja cocinar a fuego medio durante 20 minutos, luego cuela la preparación y añade miel y limón. Lo ideal es beber una taza pequeña mientras la bebida se mantiene caliente.

Frotar el cuerpo de abajo hacia arriba

Este remedio para bajar la fiebre en niños consiste en frotar de de abajo hacia arriba, es decir, desde los pies hasta la frente, al niño con una toalla húmeda en agua fría. El efecto es el mismo que explicamos anteriormente en el apartado de las compresas: el agua fría activa la circulación y esta a su vez controla el termostato. También existen otras opciones que ofrecen el mismo resultado: hacer que el niño camine descalzo en un suelo frío, colocarle calcetines húmedos o ponerle rodajas de patatas frías en la planta de los pies.

¿Cuándo ir al médico?

Siempre que un niño tiene fiebre es necesario acudir al médico para que diagnostique la enfermedad o infección que está causando dicho síntoma. Sin embargo, existen ciertas señales de alarma que indican que no podemos esperar por una consulta y es necesario acudir cuanto antes a un centro de emergencia:

  • Falta de movimiento.
  • Boca seca y pegajosa.
  • Disminución de las idas al baño a orinar.
  • Pañales secos durante tres horas.
  • Orina oscura.
  • Pocas lágrimas al llorar.
  • Piel oscura.
  • Somnolencia extrema.
  • Latidos rápidos.
  • La fiebre no baja con medicamentos, o baja y vuelve a subir al cabo de dos horas.
  • La fiebre ha durado más de un día.
  • La temperatura sube más a lo largo del día.

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