Retención de líquidos: causas y remedios

Retención de líquidos: causas y remedios

¿Sientes que estás reteniendo líquidos? Esta condición, también llamada hidropesía o edema, es muy común especialmente en las mujeres y puede estar causada por diversos factores, desde una mala alimentación, el sedentarismo, cambios hormonales hasta enfermedades o patologías de mayor gravedad. Estas últimas requerirán de una atención médica temprana y regular. La acumulación de líquidos es un problema que también favorece el aumento de peso y la ganancia de volumen. Si quieres saber con exactitud qué causa la retención de líquidos y cuáles son los mejores remedios para combatirla, sigue leyendo, en Remedios-Naturales.org te lo explicamos.

¿Por qué se produce la retención de líquidos?

La retención de líquidos o edema es la consecuencia directa de una acumulación de líquidos en los tejidos del cuerpo. Esta se produce cuando hay un desequilibrio en el nivel de líquidos, ya sea porque los vasos sanguíneos trasladan más líquidos a los tejidos corporales o, a la inversa, cuando los líquidos se retienen en los tejidos y no retornan a los vasos sanguíneos. Además, esto también puede suceder cuando los vasos linfáticos no pueden transportar aquellos líquidos sobrantes.

Esta condición puede afectar a varias partes del cuerpo, siendo más comunes zonas como las piernas, los tobillos y el abdomen. Los principales síntomas que indican su padecimiento son los siguientes:

  • Hinchazón generalizada o localizada en piernas, tobillos, abdomen, brazos, manos.
  • Sensación de pesadez.
  • Disminución de la flexibilidad en articulaciones.
  • Apariencia de piel tersa, apretada o brillante en la zona afectada.
  • Hendidura de la piel al ejercer presión sobre ella, la cual se mantiene marcada durante un tiempo. Esta puede ser la prueba que te ayude a averiguar si estás reteniendo líquidos o no.
  • Aumento rápido de peso.
  • Disminución de la orina.

Causas físicas de la retención de líquidos

La acumulación de líquidos en el cuerpo puede estar desencadenada por varias causas físicas, además en muchos casos es una condición derivada de un problema de salud concreto el cual es el responsable de ese desequilibrio en los niveles de líquidos en el organismo que la originan. Así, será conveniente tratar la enfermedad o afección subyacente de forma adecuada siguiendo, en todo momento, las indicaciones el médico.

A continuación, detallamos las posibles causas físicas que pueden dar lugar a la retención de líquidos:

  • Obesidad: El sobrepeso es en muchas ocasiones el principal responsable de la retención de líquidos.
  • Embarazo: Los cambios hormonales que sufre el cuerpo de la mujer durante el embarazo, especialmente en el primer trimestre, pueden ser los responsables de la retención de líquidos y la aparición de hinchazón en algunas zonas como los tobillos o los pies.
  • Menopausia: Durante la menopausia se produce una reducción de los niveles de estrógeno (hormonas femeninas por excelencia) que conlleva, entre otras cosas, la dificultad para eliminar líquidos de forma adecuada.
  • Enfermedades inflamatorias: Afecciones de carácter inflamatorio como la artritis o la gota producen un aumento de la cantidad de sangre en el área afectada, lo que puede dar lugar a la aparición de edemas.
  • Mal funcionamiento de las glándulas linfáticas: Es posible que debido a factores genéticos, infecciones, determinadas intervenciones quirúrgicas o tratamientos médicos fuertes contra el cáncer, los vasos linfáticos ya no sean capaces de transportar la linfa y los líquidos sobrantes como deberían.
  • Insuficiencia renal: La retención de líquidos puede ser también consecuencia de una deficiencia del funcionamiento de los riñones cuando estos no son capaces de eliminar los líquidos, las sales y la sustancias residuales del organismo.
  • Insuficiencia cardíaca: Unos de los síntomas comunes en pacientes con insuficiencia cardíaca es la inflamación en piernas, pies y tobillos y la reducción de orina, lo que se produce por una retención de líquidos.
  • Insuficiencia hepática: Ocasiona una falta de eliminación de líquidos que lleva a una hinchazón generalizada, sobre todo, cuando esta patología es bastante grave.
  • Insuficiencia venosa: Cuando las venas no retornan la sangre al corazón de forma adecuada, se origina una acumulación de líquidos.

Otras causas de la retención de líquidos

No solo las condiciones anteriores pueden desencadenar la retención de líquidos, pues hay otros factores externos a nosotros que también pueden encontrarse detrás de este problema. Estos son los siguientes:

  • Estar de pie o sentado en la misma posición durante horas.
  • Usar ropa muy ajustada que comprometa la buena circulación sanguínea.
  • El calor y la humedad excesivos que ocasionan una vasodilatación en los vasos sanguíneos y un traslado excesivo de líquidos hacia los tejidos del cuerpo.
  • La toma de ciertos medicamentos como los antidepresivos, los fármacos hormonales o aquellos destinados a reducir la hipertensión.
  • Abusar de la sal en las comidas.
  • Seguir una dieta rica en grasas y azúcares.

Remedios para combatir la retención de líquidos

Hay varios hábitos de vida que serán tus mejores aliados para prevenir y combatir la retención de líquidos, además de favorecer la salud de tu organismo en general. Toma nota y no te saltes ninguno de ellos:

  • Dieta sana. Además de llevar una alimentación equilibrada, los especialistas dan importancia al consumo de alimentos ricos en potasio y bajos en sodio para luchar contra la retención de líquidos. Así se debe apostar por una dieta basada especialmente en el consumo de mucha verdura y fruta, hortalizas, legumbres, carnes magras y pescados frescos.
  • Reduce el consumo de sal. Evita echar demasiada sal a las comidas y evitar la ingesta de alimentos como embutidos, salsas, condimentos, salazones, etc.
  • Bebe abundante agua. Intentar beber entre 1,5 y 2 litros diarios de agua es la recomendación más destacada por los expertos para combatir la retención de líquidos. Esta hidratación es vital para que el organismo pueda mantenerse limpio y expulsar las toxinas.
  • Bebe infusiones depurativas. Tomar una infusión al día de cola de caballo, diente de león, té verde, abedul o enebro es un remedio natural magnífico para favorecer la eliminación de líquidos y toxinas y beneficiar el funcionamiento de los riñones.
  • Haz ejercicio de forma regular. Ejercítate durante 30 minutos al día para mantenerte en forma. Sobre todo, es importante que movilices los músculos de las extremidades inferiores, pues es donde más tiende a aparecer la acumulación de líquido.
  • Practica natación. Se ha señalado que nadar habitualmente es una práctica perfecta para repartir el agua de manera uniforme por todo el cuerpo, pues se ejercita la musculatura mientras se mantiene el cuerpo en horizontal por completo.
  • Evita las prendas muy ajustadas. Aquellas prendas de ropa que quedan demasiado ceñidas al cuerpo dificultan la circulación sanguínea, así como la expulsión de líquidos.
  • Automasajes. Date un pequeño masaje en las piernas o la zona hinchada cuando llegues a casa. Hazlo utilizando un aceite esencial de tu agrado mediante movimientos circulares y sentirás un gran alivio. Esto es ideal para aquellos que pasan muchas horas de pie o sentados en la misma posición.
  • Tratamientos profesionales. Los más recomendados contra la retención de líquidos son el drenaje linfático y la presoterapia. Ambos son excelentes para reactivar la circulación sanguínea y favorecer la evacuación de líquido. Infórmate en un centro de estética profesional y elige el que más se ajuste a tus necesidades.

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