Sangrado en el embarazo: causas

Antes de nada hay que aclarar dos conceptos importantes. Primero de todo, siempre que haya un sangrado o manchado durante el embarazo hay que consultarlo con el médico. Aunque generalmente es uno de los síntomas principales del desarrollo normal del feto, en ciertas ocasiones puede deberse a situaciones más comprometidas. Una exploración del ginecólogo servirá para tratar cuanto antes cualquier posible complicación que pueda haber.

Por otro lado, hay que aprender a diferenciar el sangrado del manchado. El manchado es cuando es cuando se desprenden algunas gotas de sangre, en poca cantidad, mientras el sangrado ya es un flujo más abundante. Cuando contactes con el médico deberás especificar qué es lo que te ha sucedido, pues dependiendo de si ha sido manchado o sangrado las causas pueden variar.

Durante las primeras semanas de embarazo el sangrado es bastante habitual, normalmente se debe a alguna de las siguientes razones:

• Sangrado al mantener relaciones sexuales: durante el embarazo incrementa el riego sanguíneo en los vasos del cuello del útero. Esto provoca que aumente la sensibilidad en la zona y la posibilidad de sangrado, por lo que puede ser que pase al mantener relaciones sexuales, citologías o cualquier exploración médica.
• Por infección: hay ciertas infecciones que son bastante comunes durante el embarazo, como la candidiasis, a su vez, hay otras enfermedades de transmisión sexual que a pesar de que no estén relacionadas con el embarazo también pueden causar sangrado.
• De origen hormonal: como puedes imaginarte, los cambios hormonales que se dan en el embarazo son muy importantes. Estos provocan que durante las primeras semanas 1 de cada 3 mujeres tenga sangrado vaginal.
• Sangrado de implantación: en el siguiente apartado lo explicaremos con más profundidad.

Las pérdidas de sangre durante primer trimestre de embarazo son bastante frecuentes y tenerlas no significa la pérdida del embarazo. Si sufres alguna hemorragia, aunque sea muy leve es fundamental acudir al médico y seguir al pie de la letra sus indicaciones.

Es habitual que entre 4 y 6 semanas después de haberte quedado embarazada notes un pérdidas de color marrón o rosáceas durante 1 o 2 días, muy similares a las que se suceden al inicio y al final de la menstruación. En un embarazo de 5 semanas o 6, estas pérdidas son completamente normales y, por lo general, no van acompañadas de dolor en el abdomen, y si lo van, este es muy leve.

Esto sucede porqué en según que casos, cuando el óvulo que ha sido fecundado se implanta en las paredes uterinas, este puede erosionar el tejido del endometrio, produciendo un sangrado leve que conocemos como sangrado de implantación. En el caso de que no seas consciente del embarazo, puede ser normal que confundas este sangrado con la menstruación. No obstante, a diferencia de una regla común, detectarás que con el paso de los días no va en aumento.

Pero no todos los casos de sangrado en el embarazo se deben a condiciones benignas, también hay algunas alteraciones importantes en tu organismo que se manifiestan en forma de manchado vaginal. A continuación te las explicamos.

Si las pérdidas en el embarazo que sufres son muy abundantes, parecidas a las de la menstruación, y además vienen con cólicos y dolores abdominales, puede que se trate de un aborto espontáneo. En caso de que te pase esto debes visitar a tu ginecólogo inmediatamente para que pueda explorarte en profundidad. Por lo general te examinará la apertura uterina y te realizará una ecografía con la intención de observar si el embrión está en el útero y si tiene latidos. En caso de que se confirme el aborto espontáneo deberás hacer descanso hasta que finalice la hemorragia.

El aborto espontáneo puede ser un proceso traumático pero, desgraciadamente, es algo relativamente común durante las primeras semanas de embarazo. De hecho, cerca del 50% de las fecundaciones terminan con aborto espontáneo, aunque en la mayoría de ellas la mujer ni siquiera se da cuenta. No hay una razón única para explicar este fenómeno, pero fallo en las primeras fases de la creación embrionaria suele esconderse detrás de este tipo de abortos.

En caso de que el manchado vaginal sea leve, más parecidas al manchado, pero de color rojo y con gran dolor, es posible que la causa de deba a un embarazo extrauterino o embarazo ectópico.

Esta condición se da cuando la implantación del óvulo no se da en el útero, sino en algún punto de la anatomía femenina fuera de la cavidad uterina, ya sea las trompas de falopio, el abdomen o el cuello uterino. Una vez implantado allí es muy difícil que el embarazo pueda llegar a buen término, además, la salud de la madre puede verse en peligro, pues pueden darse hemorragias internas. Habitualmente el sangrado rojo aparece previamente a que lo hagan los dolores, muy intensos, que pueden dar paso a mareo y desmayos.

En el siguiente artículo de ONsalus te hablamos en más profundidad del embarazo ectópico: síntomas, causas y tratamiento.

Aunque se trate de una condición muy infrecuente es necesario hablar del embarazo molar, pues el manchado es el primer síntoma. El sangrado puede ser de tipo hemorrágico o simples pérdidas intermitentes, a la vez que el útero va creciendo de forma excesiva por el tiempo de gestación que lleva.

Este tipo de embarazo se debe a una fecundación que se da de forma anormal, que provoca el crecimiento deficiente del tejido del embrión. En estos casos es imposible que el feto sobrevive y se acaba produciendo un aborto espontáneo, que se manifiesta con un sangrado oscuro que, por lo general, no viene acompañado de dolor.

Hablamos de hematoma uterino cuando se acumula sangre dentro de la cavidad del endometrio, lo que puede provocar sangrado durante el embarazo. Este sangrado suele ser abundante, parecido al de la menstruación, sin embargo, no hay ningún tipo de dolor.

Cuando hay un hematoma uterino, suele considerarse un embarazo de alto riesgo, por lo que su control se hace más intensivo. No obstante, los hematomas uterinos no acostumbran a provocar abortos. Mayoritariamente, si la madre hace reposo estos hematomas son reabsorbidos o, simplemente, son expulsados con el sangrado.

Hay una serie de factores que pueden ser de vital importancia para que el ginecólogo pueda determinar la causa y el alcance de tu sangrado. A continuación te explicamos algunos de ellos para que los tengas en cuenta y se pueda diagnosticar lo más correctamente posible:

• ¿De cuántas semanas estás embarazada?
• ¿Habías sangrado antes durante el embarazo?
• ¿Cuánto hace que sangras?
• ¿El sangrado es intermitente o constante?
• ¿Es muy abundante?
• ¿Presentas dolor?
• ¿Te sientes cansada o fatigada?
• ¿Te has mareado o desmayado?
• ¿Has tenido náuseas, diarreas o vómitos?
• ¿Has tenido fiebre?
• ¿Te has caído o has tenido algún golpe?
• ¿Hay algo que te estrese?
• ¿Cuándo fue la última relación sexual que tuviste?
• ¿Qué grupo sanguíneo tienes?

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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