Sensación de oídos tapados por ansiedad, ¿qué hacer?

Los oídos son estructuras muy sensibles y que son fundamentales en nuestra relación con el exterior. Pueden ser muy susceptibles de afectarse por el estrés y la ansiedad, a continuación, explicamos el por qué:

Disminuye la llegada de sangre

Los vasos sanguíneos de los oídos son estructuras sumamente delicadas. Se trata de capilares muy delgados que fácilmente pueden afectarse ante variaciones en la presión sanguínea.

Ante situaciones de ansiedad o estrés se desencadenan respuestas nerviosas que hacen que se secrete adrenalina y cortisol. Estas sustancias redistribuyen la sangre en nuestro organismo, enviando por ejemplo más sangre a las piernas que son las que nos harán correr ante el peligro y menos a los oídos.

Cuando esa sensación de alarma es permanente, todo el organismo se desequilibra, ya que no es normal mantener esa respuesta de emergencia de manera constante. Así los oídos pueden recibir menos nutrientes a través de la sangre y generarse todo tipo de problemas: sensación de oído tapado, pérdida de la audición de un oído o ambos, vértigo, zumbidos, etc.

Contracturas musculares

Algo que es muy frecuente en la actualidad es el bruxismo: la contracción involuntaria de los músculos de la masticación. Estos músculos se insertan en la articulación de la mandíbula y son de los más fuertes del organismo. Cuando se contracturan, esa tensión se expande también a los músculos cervicales.

Por un lado, esta contracción puede disminuir la llegada de sangre a los oídos y generar problemas en la audición.

Por otra parte, la contractura muscular ocasiona irritación y tensión en los nervios que llevan la sensibilidad del oído y están cercanos a la articulación de la mandíbula. Esto ocasiona que puedas tener la sensación de tener tapados los oídos, dolor en los oídos e incluso una terrible picazón, muy típica del bruxismo.

Sequedad en el organismo

Una asociación bastante común y a la que no suele prestarse atención en la medicina occidental es el estado de sequedad del cuerpo en relación con una mayor ansiedad y diversos síntomas como, por ejemplo, el insomnio, la falta de memoria y la falta de audición.

Mayor congestión

No todos respondemos de la misma manera ante el estrés y la ansiedad. Hay personas a las que les cuesta mucho los cambios, tienden a dormir más, a sentirse con cansancio y, frecuentemente, esto puede acompañarse de secreciones nasales.

Suele presentarse en personas que consumen frecuentemente harinas, azúcar, bebidas saborizadas, productos procesados, etc.

Cuando hay mayores secreciones nasales puede generarse una sensación de tener los oídos como dentro de un tambor, escuchas menos lo que proviene de afuera, pero te retumba tu propia voz y tus sonidos internos.

Simplemente, te diría que debes disminuir el estrés. Esto solucionaría gran parte de tus problemas, pero no se trata de una tarea fácil porque implica un cambio importante en tu estilo de vida.

De todas maneras, puedes ir intentando hacer cambios poco a poco y puedes recurrir a distintas herramientas para disminuir el efecto que tiene el estrés sobre tu vida, lo cual es completamente posible.

¿Qué puedes hacer para aliviar la sensación de oídos tapados? Presta atención a cada uno de estos puntos:

Come sano

Se trata de un pilar muy importante para recuperar el equilibrio perdido. Dejar de lado alimentos difíciles de digerir y que generan una gran cantidad de toxinas en el organismo es un paso clave para mejorar tu audición.

Elegir alimentos naturales, integrales y libres de agrotóxicos es importante. Evita alimentos procesados, harinas y azúcar refinada, alcohol, café, tabaco y bebidas carbonatadas.

Así mismo, dar espacio a la digestión, no estar picoteando todo el día e ingerir grasas saludables es fundamental para sentirte mejor.

Descansa lo que necesitas

Para recuperar el equilibrio es fundamental dormir entre 7 y 8 horas por la noche. Dormir de día, dormir menos cantidad de tiempo, acostarse y levantarse tarde son algunos de los hábitos que deberías revisar para poder sentirte mejor.

Hay quienes sienten que descansan lo suficiente durmiendo solo 4 o 5 horas, e incluso menos. Esto ya es una señal de desequilibrio que debe atenderse porque puede llevar a graves complicaciones si se mantiene en el tiempo.

Destapa tus oídos con tu respiración

Una técnica muy simple y muy efectiva es recurrir a la respiración para disminuir la ansiedad y los efectos negativos que esta tiene sobre el cuerpo. Además, se ha demostrado que es muy efectiva para disminuir la inflamación, mejorar el sueño, reducir la irritabilidad, entre otros beneficios.

Simplemente, siéntate en una posición cómoda, cierra los ojos y percibe tu respiración. Luego, sigue los siguientes pasos:

1. Suelta todo el aire.
2. Cuenta hasta 4 aguantando la respiración.
3. Inspira profundo.
4. Retén el aire contando hasta 4.
5. Vuelve a empezar.

Repite esta secuencia. Si te resulta difícil puedes intentar empezar por hacerlo durante 5 minutos e ir aumentando gradualmente el tiempo.

Lo ideal es realizar esta práctica durante 20 minutos cada día, de hecho, puedes realizarla varias veces al día.

Aplica calor

Esto es especialmente útil cuando la sensación de oídos tapados se asocia a bruxismo o contractura de los músculos de la cabeza y el cuello.

Hidrata mejor tu cuerpo

Como hemos visto, es fundamental corregir la sequedad en el organismo. Si padeces de piel seca y estreñimiento está totalmente relacionado con mayor ansiedad.

Para corregirla no solo debes beber agua, ya que solo esta sustancia no mejora la sequedad. Es fundamental aportar grasas saludables desde la dieta. Un alimento clave para lograrlo es la manteca clarificada también conocida como ghee.

Otra forma de mejorar esa sequedad es realizando masajes con aceites (el de sésamo o el de coco son los ideales). Esto mejora la circulación del cuerpo y, secundariamente, mejorará esa sensación de tener los oídos tapados.

Identificar qué no quieres escuchar

Se trata de un punto interesante e importante. No es algo nuevo que existe un vínculo directo entre nuestras emociones, cómo lidiamos con lo que nos toca vivir y los síntomas en el organismo.

Desde diferentes posturas científicas, se ha identificado que el no querer o no poder escuchar algo puede desencadenar una sensación de oídos tapados o directamente una pérdida de audición.

Antes que nada es importante que te lo propongas, que te propongas realizar algunos cambios que te ayudarán sin dudas a sentirte mejor.

Lamentablemente, no hay recetas mágicas ni una pastilla que te devuelva el equilibrio. Los fármacos que sirven para tratar la ansiedad, simplemente, nos "calman", pero no nos ayudan a corregir verdaderamente la causa de esa ansiedad.

Estar presente en lo que vives, en lo que comes, en lo que ves, con quien estás, lo que escuchas en este momento, es fundamental para "matar a la ansiedad". La ansiedad es producto de nuestro pensamiento incesante y de cómo le damos vida a pensamientos que de otra manera serían intrascendentes.

Identifica lo que es realmente importante para ti, préstate atención y a tu entorno, de esa manera, poco a poco desaparecerá la ansiedad para dar lugar a quien realmente eres.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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