Sensación de quemazón en la piel: causas y tratamiento

Sensación de quemazón en la piel: causas y tratamiento

La piel es una estructura muy importante y delicada. Nos pone en contacto con el mundo que nos rodea, al igual que el resto de los sentidos. Es por ello que una lesión o una molestia importante no solo genera incomodidad, sino que también cambia nuestra percepción del exterior.

La sensación de ardor o quemazón en la piel puede producirse por una gran variedad de problemas, desde infecciones hasta el estrés, pasando por quemaduras, enfermedades crónicas o tan solo resequedad.

Conoce cuáles son las causas de la sensación de quemazón en la piel más comunes y sus tratamientos en este artículo de ONsalus.

Sensación de quemazón por problemas en la piel

Algunos problemas locales en la piel pueden hacer que aparezca esa sensación de quemazón o ardor tan molesta. Las principales causas son:

Quemadura solar

La exposición exagerada al sol durante una gran cantidad de tiempo en horarios donde el sol es intenso y, sobre todo, en pieles delicadas puede generar ardor en la piel y sensación de quemazón.

Puedes notar que la piel está enrojecida e incluso si las quemaduras son más graves, pueden aparecer ampollas en la piel.

Además, pueden aparecer síntomas de exceso de calor en el cuerpo como por ejemplo: sed intensa, poca cantidad de orina o bien muy oscura, dolores de cabeza.

¿Qué hacer?

Puedes refrescar tu piel con agua fresca y aplicando sustancias que alivien el ardor en la piel como:

  • Aceite de coco.
  • Aloe vera.
  • Sándalo.

Si la quemadura es muy intensa, tu médico o médica pueden indicar también una pomada con vitamina A e incluso analgésicos como la lidocaína, pero esto no puede ser usado indiscriminadamente ni en mucha cantidad porque cuando se absorben pueden tener efectos adversos.

Eccema

La piel puede reaccionar con enrojecimiento, ardor, picazón y sensación de quemazón a causa de una irritación. El eccema puede ser causado por:

  • Alergia.
  • Por contacto con sustancias irritantes.
  • Por contacto con plantas irritantes como la hiedra venenosa o la ortiga.

¿Qué hacer?

Es importante identificar la causa para evitar un nuevo contacto con la misma sustancia.

La piel irritada puede tratarse tópicamente con cremas con antialérgicos, corticoides o bien puede indicarse este tipo de fármacos por vía oral.

Es conveniente que mientras tengas la piel irritada, te alimentes de forma liviana y con alimentos fáciles de digerir, ya que de esa manera tu cuerpo se ocupará de mejorar el problema cutáneo y no gastará sus energías en la digestión.

Picaduras

Si donde tienes quemazón, hay lesiones, es posible que hayas sufrido de picaduras de insectos. Arañas, mosquitos o pulgas son algunos de los posibles invasores molestos.

¿Qué hacer?

Verifica si las lesiones pueden corresponder a picaduras y controla los sitios donde has estado.

Si las lesiones son muchas y las molestias intensas, puedes requerir de alguna pomada o un antialérgico.

Piel seca

La resequedad de la piel es algo bastante común, sobre todo, en períodos de intensa sequedad, mucho calor o frío.

¿Qué hacer?

Si la piel está evidentemente seca, no bastará solo con cremas que hidraten la piel por fuera, aunque pueden ayudar. También es necesario que los alimentos no sean secos sino más bien untuosos, la incorporación de grasas saludables como el aguacate o el ghee es una buena ayuda.

Además de beber suficiente líquido y evitar aquello que te deshidrate más como: café, alcohol, frutos secos sin remojar, alimentos procesados, tabaco, entre otros.

Estrés

La ansiedad genera resequedad y tendencia a sufrir problemas de piel. El estrés aparece cuando el cuerpo reacciona a distintas situaciones de manera intensa. Es una manera de mantenernos alerta ante situaciones de peligro, pero cuando ya se vuelve cotidiano afecta gravemente al cuerpo.

¿Qué hacer?

Si consideras que la ansiedad y el estrés te están generando tales alteraciones, tal vez es el momento de replantearte qué sucede.

Puedes buscar un fármaco que calme el ardor en la piel o puedes buscar en tus hábitos y en tu mente qué está alterando tu equilibrio.

Celulitis infecciosa

La celulitis es una infección profunda de los tejidos cutáneos. Suele haber inflamación, enrojecimiento, dolor o ardor en la piel, fiebre, malestar general. Puede complicarse rápidamente, sobre todo, en personas que tienen enfermedades de base como la diabetes.

Es por ello que es tan necesario acudir a la consulta médica en caso de que sientas algunos de los síntomas que te he descrito anteriormente.

Se suelen necesitar antibióticos para su tratamiento. También pueden ayudar las compresas frías. Intenta no medicarte por ti mismo, ya que puedes retrasar el diagnóstico y complicar aún más la situación.

Enfermedades neurológicas

Todas las sensaciones que se manifiestan en tu piel son recibidas y transmitidas por estructuras nerviosas. El calor, el frío, el tacto, la presión, los hormigueos, el adormecimiento y, claro está, la quemazón se sienten en la piel debido a que en ella hay receptores que perciben dichas sensaciones.

Tras ese contacto inicial, son transmitidas al cerebro para que puedas hacerlas conscientes. Cuando los receptores o los nervios en sí son afectados por alguna patología, pueden aparecer sensaciones desagradables como el ardor o la quemazón en toda la piel o solo en una zona.

Una de las causas sobre las que más se habla es la esclerosis múltiple. En ella, se afectan varios nervios de manera consecutiva, lo cual genera trastornos de lo más variados en todo el cuerpo que puede afectar a la piel, los órganos de los sentidos, el equilibrio, entre otros.

¿Qué hacer?

Si notas que algo no va bien, que tu organismo no responde de la manera adecuada o que algunas de tus facultades se ven alteradas, realiza una consulta médica profesional. Las enfermedades neurológicas suelen ser más fácilmente tratables si se diagnostican tempranamente.

Una clave importante que creo que debes considerar es que tu cuerpo tiene la capacidad de recuperar su salud si se lo permites. Adoptar hábitos saludables puede ayudarte a retornar al equilibrio. La alimentación, el sueño, el ejercicio, la manera en que tu mente funciona son factores clave a la hora de buscar lo que te haga cada vez mejor.

Ardor y quemazón en la piel debido a neuropatías periféricas

En las patologías crónicas son tales los desequilibrios que muchas estructuras del cuerpo se pueden ver afectadas al mismo tiempo, entre ellas, los nervios.

Diabetes

En el caso de la diabetes, se produce un daño en los vasos sanguíneos. Cuando se afectan los vasos capilares que dan la irrigación a los nervios, se producen neuropatías periféricas en distintos lugares del organismo. Los más frecuentes son a nivel de los miembros inferiores, generando menor sensibilidad o sensación de quemazón, ardor y otras sensaciones poco agradables.

¿Qué hacer?

Si bien es un concepto general que la diabetes es una enfermedad crónica para toda la vida, lo cierto es que en muchos casos es producto de los hábitos. Es por ello que si decides cambiar tus hábitos de vida, puedes empezar a mejorar. Debes saber que no se trata de algo que de un día para el otro vaya a mejorar, es necesario tu compromiso y tu constancia.

Revisar lo que comes, cómo lo haces, cómo combinas tus alimentos, tus hábitos de sueño, cómo vives las situaciones estresantes y hacer ejercicio son algunas de las cosas que pueden hacerte sentir mucho mejor y con el tiempo lograr volver al equilibrio.

Alcoholismo y tabaquismo

El consumo excesivo y crónico de alcohol y también de tabaco genera una alteración en la conducción nerviosa. El alcohol, además de generar la sensación de quemazón en la piel, puede hacer aparecer temblores o rigidez, por ejemplo.

Son muy conocidos los efectos adversos del cigarrillo sobre los pulmones, pero también afecta negativamente a la digestión, la circulación, provoca acumulación de toxinas, entre otros.

¿Qué hacer?

No es fácil, pero la suspensión de estos tóxicos es fundamental para mejorar el estado de salud. No es imposible, menos aún si buscas ayuda en grupos de personas que padecen tu mismo problema o en profesionales que se dedican a ayudar con estas adicciones.

Cáncer

En casos de patología tumoral, puede aparecer este tipo de ardor en la piel sin causa aparente. A veces, el mismo cáncer puede afectar a los nervios periféricos dando sensaciones de tipo ardor, dolor, hormigueos y, por supuesto, quemazón.

En otros, la medicación utilizada para los tratamientos del cáncer pueden ser tan fuertes que terminen generando daño nervioso, incluso se han documentado estos problemas años después.

¿Qué hacer?

En este caso, también es fundamental la influencia de tu mente y tus hábitos. Seguir los tratamientos que crees que te hacen bien e intentar saber qué fue lo que te condujo a la enfermedad son claves para la curación. Los alimentos, los pensamientos, el ejercicio, el sueño son pilares que probablemente deberías revisar para que puedan mantenerte en pie e ir disminuyendo las molestias que ocasionan los desequilibrios que padeces. Eso es fundamental para lograr éxito en los tratamientos que realices.

Los profesionales pueden indicarte medicación para el dolor. Hay diferentes tipos de fármacos, algunos de venta libre y otros para los que necesitarás la prescripción. Es importante que no te automediques, ya que puedes complicar aun más el cuadro.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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