Siento algo atorado en el pecho: causas y tratamiento

Se trata del ascenso de ácido y contenido desde el estómago hacia arriba. Puedes sentir que algo sube a la garganta, mal sabor en la boca, mal aliento, carraspera, tos, resfriado o infecciones de nariz y oídos frecuentemente, asma, náuseas, entre otros.

Es un problema muy común en la actualidad debido a los hábitos alimentarios y no alimentarios poco saludables. Entre los errores que comenten muchas personas y que favorecen el reflujo están:

• Comer demasiada cantidad.
• Comer rápido y de forma intranquila.
• Acostarse inmediatamente después de comer.
• Combinar inadecuadamente los alimentos.
• Ingerir una gran cantidad de alimentos de difícil digestión como: carne, lácteos, harinas refinadas.
• Comer fruta después de la comida.
• Beber líquidos junto con la comida.
• Consumir bebidas carbonatadas o con gas.
• Fumar tabaco.
• Consumir alcohol en exceso.

¿Qué hacer?

Puedes dedicarte a calmar los síntomas con antiácidos o bien cambiar tus hábitos y encontrar un alivio verdadero.

Realizar ejercicio y favorecer la relajación también pueden ayudarte a mejorar la digestión.

Puedes informarte con más detalle sobre esta condición consultando el artículo Reflujo gastroesofágico: causas, síntomas y tratamiento.

Las emociones pueden frecuentemente sentirse en el cuerpo. Es un mal bastante común que alguien tenga una sensación corporal sin percibir que en realidad es una emoción la que causa esa sensación física. Palpitaciones, sensación de ahogo, una presión en la boca del estómago o tener algo atorado en el pecho pueden deberse a sentimientos no identificados como la tristeza, la ansiedad, el miedo o la angustia.

Es común que esto suceda de vez en cuando y frente a algún estímulo que pone el cuerpo en alerta, pero cuando se transforma en algo cotidiano puede ser realmente perjudicial. Que el cuerpo se mantenga en alerta permanentemente genera la liberación de sustancias, como la adrenalina, que ponen al cuerpo en atención extrema y tensión, lo cual ocasiona un sinfín de enfermedades si no se corrige a tiempo.

¿Qué hacer?

Por ello, si piensas que lo que sientes puede deberse a un estado emocional o te está generando ansiedad, no dudes en buscar ayuda. Un amigo o familiar o un profesional pueden ayudarte a entender qué está sucediendo y pueden ayudarte a encontrar la salida.

Identificar lo que sientes es un gran paso. Entenderlo, aceptarlo y canalizarlo puede ser la solución.

Algunas personas pueden sufrir de inflamación y reaccionar de manera inadecuada frente a sustancias que para otras son inocuas. Entre los diversos síntomas de la alergia, puede presentarse tos, sensación de ahogo, secreciones nasales y pulmonares, congestión, estornudos.

Puede manifestarse en cualquier momento, en una época puntual del año o al realizar ejercicio. Esto depende de la causa y la gravedad del problema. Puede verse aumentado por: ingerir alimentos superprocesados, consumo de refinados (como el arroz, la harina o el azúcar blanco), el exceso de lácteos, estar en contacto con sustancias irritantes, el reflujo gastroesofágico y la mala digestión, entre otros.

Tratamiento

Dependiendo de la gravedad, puede indicarse:

• Tratamientos locales antiinflamatorios con aerosoles con corticoides y dilatadores de la vía aérea.
• Medicación oral que persigue los mismos fines.

Debes saber que esta medicación calma los síntomas y disminuye la inflamación cuando ya se produce, por lo que lo mejor es tratar la causa directamente y mejorar los desequilibrios corporales. Esto puede lograrse con una alimentación saludable, buen descanso y evitando aquello que genera irritación.

Pueden realizarse terapias con vacunas, pero eso no disminuye la reacción desmedida sino que acostumbran al cuerpo a las sustancias a las que reacciona.

Una infección viral o bacteriana puede causar tos, flema, dolor en el tórax, fiebre y también la sensación de que algo se atora en el pecho.

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), la bronquitis crónica, la bronquiectasia, entre otras enfermedades, también pueden generar sensación de opresión o de que hay algo estancado en el pecho.

Tratamiento

Reposo, descanso, beber agua y una alimentación saludable son las bases para una pronta recuperación.

En ocasiones, puede ser necesaria la administración de antibióticos y antiinflamatorios, lo cual dependerá de la causa y del estado de la persona o si padece otras enfermedades.

Es la dificultad para tragar, la cual puede ir acompañada de dolor al tragar, sensación de falta de aire, entre otros. Esta dificultad se presenta con los sólidos o también con los líquidos.

Puede producirse por diferentes enfermedades como, por ejemplo:

• Reflujo gastroesofágico.
• Inflamación faríngea o esofágica.
• Divertículo esofágico.
• Problemas neurológicos, como el Parkinson o la esclerosis múltiple.
• Problemas emocionales, como la depresión.
• Falta de salivación adecuada.
• Radioterapia en la zona.

Tratamiento

Dependiendo de la causa, el tratamiento se enfocará de una manera u otra. La corrección de hábitos poco saludables siempre será beneficiosa.

Se pueden prescribir fármacos para tratar el problema de salud específico y también favorecer la desinflamación por poco tiempo con productos antiinflamatorios naturales, como la cúrcuma y el jengibre.

Puede pensarse en ello si la sensación de que algo está atorado en el pecho empezó después de un atragantamiento o la ingestión de algún alimento que pudiera dejar restos (como las espinas del pescado).

¿Qué hacer?

Sin duda, es un motivo de consulta a urgencias, ya que si el cuerpo extraño se encuentra en la vía aérea puede convertirse en una situación de salud grave. En el centro de salud, se evaluará la situación y su gravedad, se realizará una revisión de la persona y, si fuera necesario y hubiera posibilidad, se realizará una radiografía.

Puede requerirse la consulta con especialistas de gastroenterología, otorrinolaringología o neumonología según el caso para realizar la extracción del cuerpo extraño.

Si has estado realizando ejercicios o esfuerzos fuera de lo habitual, es posible que esa sensación de que hay algo atorado en el pecho pueda deberse a una contractura muscular. Puede ocasionar una sensación de aprisionamiento e incluso falta de aire al intentar inhalar profundamente.

Puedes, además, sentir dolor al tocar la zona y más molestias al intentar girar, incorporarte o mover los brazos o la espalda.

Tratamiento

El reposo y la aplicación de calor local son claves. Puedes ingerir un antiinflamatorio si el dolor fuera muy importante, pero si la molestia no cede, empeora o tienes otros síntomas, como falta de aire, fiebre o mucho decaimiento, no dudes en consultar a una o un profesional médico.

Problemas de corazón agudos, como un infarto, o crónicos, como una arritmia, pueden generar sensaciones de lo más variadas en el pecho y zonas cercanas (como cuello o extremidad izquierda). Falta de aire, cansancio abrupto, náuseas, dolor y atragantamiento pueden ser signos de que algo anormal está sucediendo.

Es más frecuente en personas mayores a 45 años, que padecen de obesidad u otros trastornos como la diabetes o la hipertensión.

¿Qué hacer?

Si crees que puede ser tu caso, es mejor actuar con rapidez. Es muy probable que no se trate de algo grave, pero acudir a consulta médica te dejará con más tranquilidad.

Cuando te reciba una médica o un médico te hará preguntas, te revisará y realizará estudios como un electrocardiograma (para ver el funcionamiento del corazón) y estudios sanguíneos, según se requiera.

Durante la gestación, el vientre materno va creciendo de manera importante, sobre todo, en los últimos meses esto puede hacer que sientas presión en el abdomen, la pelvis y también el pecho.

Puede originar sensaciones como falta de aire, reflujo o que algo se atora. Esto suele ser especialmente notorio al acostarte o después comer.

¿Qué puedes hacer?

Tener paciencia y entender lo que sucede puede ayudarte a conservar la calma. Puedes tomar algunos hábitos simples para que la sensación no sea tan molesta como:

• Comer en pequeñas cantidades.
• Cenar temprano: tomar alimentos livianos por última vez en el día hasta las 19 horas y dar tiempo a la digestión antes de acostarte será de gran ayuda.
• Evitar comer alimentos de difícil digestión como carnes, harina y refinados, procesados.
• No ingerir bebidas con gas ni artificiales. Es mejor el agua y los zumos de fruta.
• Practicar respiraciones profundas por unos 20 minutos diarios, sentada en una posición cómoda. Esto ayudará a mejorar tu capacidad pulmonar, a oxigenar correctamente tu cuerpo y te facilitará la relajación tan necesaria.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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