Siento una presión en el pecho y me cuesta respirar: causas

Siento una presión en el pecho y me cuesta respirar: causas

La sensación de presión en el pecho junto con la dificultad para respirar es una sintomatología muy común. Dado que es nada específica, hay multitud de afecciones que pueden manifestarse de este modo, haciendo muy complicado detectar de qué se trata sin la correspondiente evaluación médica.

En la mayoría de los casos se trata simplemente de uno de los primeros síntomas de la ansiedad o de la indigestión, no obstante, hay otras enfermedades más peligrosas que pueden esconderse tras estos síntomas y que no debemos pasar por alto.

En este artículo de ONsalus; siento una presión en el pecho y me cuesta respirar: causas, encontrarás la respuesta en forma de las afecciones que provocan estas sensaciones.

Sensación de falta de aire y presión por problemas cardíacos

Como seguramente sabrás, el dolor y opresión en el pecho junto con la falta de aire y la dificultad para respirar es uno de los principales síntomas del infarto junto con los mareos, el dolor en el brazo o la mandíbula. Sin embargo, esto no significa que cada vez que sientas esto estés sufriendo un infarto, de hecho, puede que no tenga nada que ver con el sistema circulatorio. Por otro lado, además del infarto, hay una serie de problemas cardíacos que pueden manifestar este mismo síntomas. A continuación te explicamos algunos de los más comunes:

  • Disección aórtica: cuando se desgarra la pared de la aorta la persona sufre un dolor muy agudo en el pecho acompañado de fuertes dolor en la espalda y dificultad para respirar. Esta afección es una emergencia médica de primera magnitud, pues aún tratándose adecuadamente puede provocar la muerte en muy poco tiempo.
  • Bloqueo arterial: si tienes las arterias taponadas por la acumulación de placa y colesterol puede que aparezca esta presión en el pecho con sensación de ahogo, una condición llamada angina recurrente que debe tratarse adecuadamente, pues el riesgo de sufrir un infarto es muy alto.
  • Pericarditis: es la infalación de la membrana que recubre el corazón, generalmente por una infección vírica o bacteriana. En el siguiente artículo de ONsalus lo encontrarás todo sobre la pericarditis: causas, síntomas y tratamiento.

Opresión y falta de aire por problemas respiratorios

Evidentemente, los problemas en las vías respiratorias también pueden dar lugar a síntomas como el dolor de pecho u opresión y la dificultad para respirar. No obstante, dentro de este grupo de enfermedades y patologías encontramos diferencias muy significativas, tanto de naturaleza como de gravedad:

  • Pleuresía: ocurre cuando se inflama la membrana que recubre los pulmones y es una afección que causa un gran dolor en el pecho, por la zona torácica, al mismo tiempo que cuesta respirar y, cuando se hace, produce silbidos.
  • Asma: es una afección bastante común que se caracteriza por la inflamación de los bronquios bajo ciertas circunstancias. La presión en el pecho y la dificultad para respirar con normalidad es uno de los síntomas más frecuentes, el resto los puedes leer en el artículo sobre el asma: síntomas, causas y tratamiento.
  • Embolia pulmonar: provocada por un coágulo sanguíneo que impide el paso de la sangre hacia los pulmones puede provocar la misma sintomatología.
  • EPOC: son las siglas de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, una afección cuyos principales afectados son los fumadores que se manifiesta con la presión pectoral y la sensación de ahogo.
  • Neumonía: así como otras infecciones, ya sean virales o bacterianas, que afecten a las vías respiratorias y dificulten la correcta respiración pueden dar como resultado estos mismos síntomas.

Dificultad para respirar por ansiedad

La ansiedad no es otra cosa que la anticipación de un miedo, peligro o temor. Este temor, que la mayoría de las veces suele ser imaginario, conduce a una reacción del cuerpo preparándose para poder combatirlo. De este modo, se acelera la respiración, lo que puede llevar a la hiperventilación, se da una sensación de ahogo en el que la persona siente que no puede respirar, la opresión en el pecho es otro de los síntomas recurrentes, así como la sudoración o los mareos. Es muy habitual que las personas con ansiedad tengan una sensación de vacío en el pecho.

Los síntomas de un ataque de pánico pueden ser confundidos con los de un infarto, algo que no hace más que aumentar la ansiedad y su sintomatología, creando un círculo del que, solo con técnicas de relajación y control de la respiración, se puede salir.

Otros motivos por los que te cuesta respirar

Además de los problemas respiratorios, la ansiedad y las patologías cardíacas, hay multitud de afecciones de naturaleza muy distinta que pueden provocar síntomas parecidos. A continuación te explicaremos algunos de los más comunes:

  • Traumatismos y lesiones en la zona del tórax.
  • Lesiones en los músculos, nervios o tendones del pecho.
  • El ejercicio muy intenso y la tensión física también pueden provocar la presión en el pecho y la sensación de no poder respirar.
  • Las reacciones alérgicas, sobretodo las que tienen un origen respiratorio, pueden desembocar en la aparición de estos síntomas.
  • Hay ciertos problemas digestivos entre los que encontramos el ardor estomacal, la úlceras o los problemas en la vesícula que producen opresión y falta de aire.
  • Si es transitorio y después de comer, es muy probable que se deba a una indigestión por haber comido demsiadas grasas o en exceso.

Síntomas asociados a la presión en el pecho y ahogo

Para alguien sin conocimientos médicos puede resultar muy complicado saber si estos síntomas son causados por una simple indigestión o por un infarto, de modo que puede retrasarse el tratamiento y empeorar la salud del paciente. Es por ello que debes saber en qué casos debes acudir al médico. A continuación te explicaremos algunos síntomas que pueden ir asociados a las afecciones que te hemos comentado con anterioridad, para que, si notas alguno de ellos, acudas al hospital con celeridad:

  • Las náuseas y vómitos
  • La piel se vuelve azul o pálida
  • Sensación de mareo
  • Sudor en exceso
  • Ritmo cardíaco acelerado
  • El dolor se irradia hacia la mandíbula, brazo u omóplatos
  • Mucha tos
  • Cefaleas
  • Fiebre, temblores y escalofrios
  • Desmayo

También hay una serie de aspectos que debes tener en cuenta:

  • Si el dolor empeora o se alivia con el tiempo
  • Si el dolor aumenta al toser, agacharte o comer
  • Si ha empezado de repente o ha sido progresivo
  • Si ha llegado después de hacer ejercicio o estando en reposo
  • Si la presión es muy intensa o moderada
  • Si se alivia tomando antiinflamatorios.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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