Síndrome del intestino corto: tratamiento y dieta

Síndrome del intestino corto: tratamiento y dieta

Mediante la alimentación nuestro cuerpo recibe todos los nutrientes que necesita para su desenvolvimiento, el cual será optimo cuando consumimos cantidades adecuadas de cada uno de los requisitos de la dieta. El proceso de digestión y absorción de alimentos es bastante complejo: empieza desde la boca con la masticación y termina en intestino grueso, donde se absorben principalmente los líquidos. El paso más largo en el tracto digestivo es el del intestino delgado, el cual se encarga de absorber prácticamente todo lo que es aprovechable.

Debido a ciertas enfermedades, a problemas congénitos o a consecuencia de cirugías, la cantidad de nutrientes que se absorben en el intestino puede disminuir notablemente causando una enfermedad que requerirá de una alimentación especial. En este artículo de ONsalus te presentaremos el síndrome del intestino corto: tratamiento y dieta sugerida para quienes lo padecen.

Qué es el síndrome de intestino corto

Se conoce como síndrome de intestino corto a una condición en la cual el intestino delgado, porción del intestino que se encarga de la absorción de una gran mayoría de los nutrientes de la dieta, no tiene una longitud funcional suficiente bien sea por la pérdida de un segmento del intestino o la pérdida de la función de dicho segmento, lo que se traduce en una alteración en la cantidad de nutrientes que son absorbidos en la dieta.

Síndrome del intestino corto: causas

La perdida de la función de un segmento del intestino en la mayoría de los casos es causada por problemas vasculares que comprometen su función, particularmente en los casos de isquemia mesentérica, es decir, escasa llegada de sangre por las arterias que irrigan el intestino. Otras causas de pérdida de función son, por ejemplo:

  • La enfermedad de Crohn
  • Esclerodermia intestinal
  • Esprúe
  • Enteritis actínica

La enfermedad de Crohn es, además, una causa de pérdida de segmentos intestinales por su extirpación como parte del tratamiento, aunque cada día es menos frecuente. La aparición de tumores o cáncer en el intestino también justifica su extirpación.

En niños es más frecuente su aparición debido a alteraciones congénitas, de entre las cuales la mas común es el vólvulo, una condición en la cual hay una torsión del intestino que compromete su irrigación sanguínea.

Síntomas del síndrome del intestino corto

Los síntomas se relacionan directamente con la escasa llegada de nutrientes al intestino, y los más comunes son los siguientes:

  • Fatiga: se debe al escaso aprovechamiento de la energía que aportar los alimentos
  • Diarrea: a consecuencia del rápido paso de los alimentos a través del intestino delgado
  • Heces pálidas, grasas y fétidas: se debe principalmente a la presencia de grasas en las heces, que no han podido ser absorbidas en el intestino delgado.
  • Pérdida de peso: una consecuencia de esperar si el cuerpo no puede aprovechar todos los nutrientes que consume.
  • Deshidratación: se debe a la diarrea, ya que apresura el paso de los alimentos por el intestino grueso, lugar donde por lo general se absorben los líquidos.

Síndrome de intestino corto: tratamiento

Durante la recuperación de este síndrome, el intestino delgado pasa por una etapa de adaptación para compensar la pérdida de su tamaño funcional. Para favorecer la recuperación, cuando el síndrome se origina durante un procedimiento quirúrgico suele hacerse una transición progresiva desde la nutrición parenteral (por vía endovenosa) a nutrición enteral (por sonda naso gástrica) y finalmente la alimentación oral.

Ciertos medicamentos pueden ser indicados para contribuir con la recuperación del síndrome de intestino corto, de entre los cuales quizás el mas útil pueda ser medicamentos antidiarreicos ya que éstos prolongan el tiempo que permanecen los alimentos en el intestino, lo que se traduce en una mayor absorción.

También pueden ser necesario medicamentos que reduzcan el riesgo de formación de cálculos biliares o cálculos renales, una complicación de esta enfermedad debido a la llegada de elementos de los alimentos al intestino grueso que por lo general no lo alcanzan o llegan en menores cantidades. La colestiramina se puede utilizar para disminuir el riesgo de cálculos renales, y la colecistoquina y acido ursodesoxicolico para los cálculos biliares.

Dieta para el síndrome del intestino corto

Debido a que quienes sufren del síndrome de intestino corto no tienen la misma capacidad de absorber los alimentos, es fácil suponer que deben tener dietas especiales para aprovechar al máximo el esfuerzo que hace el intestino para realizar su función.

Una de las principales modificaciones es que en lugar de comer tres veces al comida, se deben dividir las comidas en más porciones para poder comer 5 o 6 veces cada día, ya que con menor cantidad de comida por vez el intestino es sometido a menor estrés. Es importante comer despacio y masticar muy bien los alimentos.

La cantidad de liquido ingerido también debe ser cuidada, ya que cantidades más elevadas hacen que los alimentos pasen por el intestino más rápidamente. Lo mejor es limitar el liquido a media taza con comida, y preferiblemente consumirlo entre comidas.

Síndrome de intestino corto: alimentos permitidos

Se recomienda el consumo de alimentos altos en proteínas, como por ejemplo:

  • Pescado
  • Pollo o pavo
  • Carne de ternera, cerdo o cordero
  • Huevo

Alimentos altos en carbohidratos complejos:

  • Pan
  • Cereales
  • Patatas
  • Arroz blanco
  • Pasta
  • Cebada
  • Avena
  • Maíz
  • Vegetales

Alimentos que no se deben comer

Otros alimentos se deben evitar, entre los cuales tenemos:

  • Carbohidratos simples como azúcar, miel, pasteles y refrescos.
  • Alimentos ricos en oxalatos como espinacas, cacao, frutos secos y remolacha.
  • Se debe evitar el consumo de alcohol.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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