Sudor frío y mareos: causas

Cerca del 40% de la población en edad adulta padece hipertensión arterial^[1], de hecho, es una de las enfermedades más conocidas y sobre las cuales la gente tiene más conocimiento, tanto de los síntomas como de los riesgos que lleva asociados. No obstante, la hipotensión es mucho menos conocida. A pesar de que no es tan grave y no supone peligro de muerte, la realidad es que falta mucho conocimiento sobre la presión arterial baja, ya que también aumenta el riesgo de que se produzca un ictus o un infarto.

La hipotensión arterial es la presión arterial baja, o lo que es lo mismo, que el corazón late lento por lo que no llega suficiente sangre al organismo, lo que provoca básicamente síntomas como mareos y sudor frío. Lo que sucede es que como no llega suficiente sangre al organismo, el cuerpo intenta proteger el riego cerebral para que llegue allí la suficiente sangre. En consecuencia, se va perdiendo la conciencia -los mareos- así como el tono muscular para evitar que el resto del cuerpo le "robe" sangre al oxígeno.

Pero antes de perder el conocimiento, cuando la presión arterial ya ha bajado mucho, antes aparecen ciertos síntomas que ya nos avisan, entre los que encontramos:

• Palidez.
• Sudor frío.
• Mareos.
• Visión borrosa.
• Pérdida de audición.

Es por eso que, cuando empezamos a sentir estos síntomas, lo recomendable es tumbarse en el suelo con las piernas levantadas para favorecer que la sangre llegue a la cabeza. Algo que también ayuda a subir la tensión es comer alimentos salados y beber líquidos a baja temperatura.

El nombre de síncope vasovagal seguramente no te suene de nada, sin embargo, seguro que has escuchado a hablar -o incluso sufrido- de desmayos. Y es que estos síncopes son la causa más común de las pérdidas de conocimiento.

Se llaman así porque se deben a que algún estímulo activa el nervio vago, un nervio que actúa bajando la frecuencia cardíaca y eleva el volumen de los vasos sanguíneos. En consecuencia, esto causa que no llegue la suficiente sangre al oxígeno, cuya final acaba siendo el desmayo.

Son muchos los estímulos que pueden provocar un síncope vasovagal, sin embargo, habitualmente tienen que ver con algún miedo, amenaza o ansiedad. Algunos estímulos habituales que provocan el síncope vasovagal son los sustos muy fuertes o la visión de sangre.

Afortunadamente es muy fácil identificar sus síntomas, algo que puede ayudar a prevenir el desmayo. Antes de que la persona pierda el conocimiento primero se pasa por unos estadios previos en los que se manifiestan, entre otros síntomas, mareo y sudor frío. Otros de sus síntomas más habituales son:

• Sensación de calor.
• Zumbido en el oído.
• Respirar muy rápido.
• Salivación excesiva.
• Ganas de orinar.
• Palidez.
• Náusea.

A partir del momento en el que se empieza a reducir el campo visual, volviéndose oscuro desde fuera hacia dentro, es cuando la persona pierde el conocimiento. Es por eso que en el momento en el que se empiezan a sentir los primeros síntomas la persona debe sentarse para evitar desmayarse estando de pie, ya que la caída podría provocar lesiones graves.

La hipoglucemia es lo que popularmente se conoce como azúcar bajo, algo que ocurre cuando los niveles de azúcar en sangre son menores a 70 mg/dl. El caso es que uno de los primeros señales de que tus niveles de azúcar se encuentran bajos son los mareos y sudor frío, a los cuales se les puede sumar la visión borrosa e incluso la pérdida del conocimiento. Hay que tener claro que no todo el mundo tiene los mismos síntoma y que, de una persona a otra, pueden aparecer o no aparecer algunos de ellos. Otros de los síntomas más comunes de la hipoglucemia son:

• Sensación de debilidad.
• Hambre.
• Cansancio y somnolencia.
• Hormigueo en la lengua y labios.
• Escalofríos.
• Temblores.
• Dolor de cabeza.
• Movimientos poco coordinados.
• Convulsiones.

Aunque la hipoglucemia puede ocurrir a cualquier persona con cualquier edad, lo cierto es que es mucho más habitual entre las personas que sufren de diabetes, una enfermedad que dificulta el control de los niveles de azúcar. Algo que también es que estos síntomas que hemos comentado son los de la hipoglucemia cuando se está despierto, no obstante, si esto ocurre por la noche es habitual que haya un exceso de sudoración, pesadillas y que la persona despierte irritada, cansada y confusa.

Ya sea por cultura popular, ya sea porque lo hemos visto en infinidad de películas, todos estamos muy acostumbrados a ver los síntomas relacionados con el infarto de corazón. No obstante, muchas veces no somos conscientes que no a todo el mundo se le manifiesta igual y lo que sufren algunas personas no les pasa a otras.

Si hablamos sobre los síntomas del ataque al corazón el primero que nos viene a la cabeza es el dolor en el brazo izquierdo, algo que es cierto, pero que no le pasa a todo el mundo. Por otro lado, existen otros síntomas que sí que sufren todos los pacientes pero que a menudo pasamos por alto. Un claro ejemplo de esto son los sudores fríos y el mareo, una de las primeras manifestaciones del infarto.

De hecho, más que en el brazo, el dolor más generalizado es el de pecho, donde se siente una opresión o incomodidad que dificulta la respiración. Además, en el caso de las mujeres es habitual que experimenten otro tipo de síntomas que son muy comunes y que dificultan que la paciente identifique que está sufriendo un infarto. Algunos de estos síntomas son el dolor de espalda y mandíbula o las náuseas y vómitos.

En el siguiente artículo de ONsalus te hablamos detalladamente sobre los síntomas de un infarto.

La ansiedad es conocida como la enfermedad del siglo XXI, de hecho, el 96% de los españoles la han sufrido en el último año en alguno de sus niveles^[2]. La ansiedad es una respuesta de nuestro organismo ante una amenaza o peligro. Ante esto, nuestro cuerpo se prepara ya sea para luchar o para huir. Lo que sucede es que, mientras que esto ha podido ser útil -y aún lo es- cuando se trata de un miedo físico real, resulta totalmente inconveniente ante los miedos y amenazas de la sociedad de hoy en día.

Un examen, una entrevista de trabajo o conocer un grupo nuevo de gente son situaciones que nos pueden provocar ansiedad, haciendo que se despierten las alarmas de nuestro organismo, no obstante, en estos casos la ansiedad no nos favorece, sino que dificulta nuestro día a día. La ansiedad tiene síntomas muy diversos, no obstante, los podríamos diferenciar entre dos grupo:

• Síntomas físicos: sudor frío y mareo, presión en el pecho, taquicardia, hormigueo en las extremidades, sensación de nudo en la garganta.
• Síntomas psicológicos: preocupación excesiva, irritabilidad, falta de concetración, insomnio.

En el siguiente artículo de ONsalus te explicamos qué hacer ante un ataque de ansiedad.

El embarazo es una época de cambios enormes, algo lógico si tenemos en cuenta que se está gestando una vida en el interior. Los primeros cambios que se notan son los hormonales, que provocan alteraciones en todo el cuerpo. Una de las hormonas que más aumenta su producción es la progesterona. Como consecuencia de este aumento se produce una relajación en los músculos lisos del cuerpo, lo que también hace que se relajen los vasos sanguíneos y la sangre circule con menos fuerza.

Durante los primeros meses de gestación también se dan cambios en los neurotransmisores, como la acetilcolina o la adrenalina, que provocan una reducción en la presión de la sangre. Todo ello junto provoca que sean habituales las bajadas en la tensión arterial durante el embarazo. Como ya hemos dicho antes, la hipotensión es una de las causas de los mareos y sudores fríos, y esta es la razón por la que estos episodios sean comunes en el embarazo.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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