Tipos de disglosias

Los labios tienen dos funciones principales, una es la manipulación de los alimentos cuando comes y la otra es de órgano de la articulación, es decir, te permite pronunciar correctamente las palabras y que sea entendible lo que dices.

Cuando presentas una alteración en estas estructuras, ya sea en su forma, su consistencia o que se vea reducida su movilidad o fuerza, la pronunciación de ciertas consonantes te será difícil, sobre todo aquellas palabras que incluyen las letras b, m, o, p y u.

A este trastorno se le conoce como disglosias labial y su causa puede variar, principalmente es ocasionado si presentas anomalías congénitas como labio leporino, frenillo labial superior hipertrófico, fisura del labio inferior, alargamiento de la hendidura bucal, o por trastornos que puedes desarrollar en alguna etapa de la vida, por ejemplo neuralgias del trigémino, parálisis facial e incluso algunas heridas en el labio.

Otro de los tipos de disglosias involucra a las piezas dentales, ya que estos son parte fundamental para la correcta pronunciación, sirviendo como punto de apoyo para que la lengua haga presión y se emita el sonido correspondiente a ciertas consonantes, dependiendo si es por constricción de los dientes delanteros o cuando la lengua entra en contacto con los dientes o se ubica entre estos.

Por lo tanto, si tus piezas dentarias no tienen una forma, número o posición normal puedes desarrollar disglosias dentales. Esta alteración puede tener distinto origen, entre ellos que sea hereditario, como ocurre con la dentinogénesis imperfecta en la cual hay un desarrollo anormal de los dientes, o por desequilibrios hormonales incrementando o reduciendo el desarrollo de las piezas dentarias. Los hábitos alimenticios y de higiene también pueden alterar la dentición; por otro lado, si estás bajo tratamiento de ortodoncia o usas prótesis dental es común que tengas dificultad para articular algunas palabras.

También es posible que sufras de disglosia si presentas una modificación en la forma de los maxilares o mandíbula, ya que participa en la articulación como un obstáculo para la circulación del flujo de aire produciendo el sonido.

El que tengas alguna disglosia mandibular puede ser de causa congénita, por ejemplo por micrognatia en la que la mandíbula inferior no tiene un tamaño normal, por disostosis maxilofacial en la cual no hay un correcto desarrollo de la mandíbula dando un aspecto de “cara de pez”; o por una afección adquirida más adelante, como un tumor maligno o por atresia mandibular que es cuando se detiene el desarrollo del maxilar inferior como puede ocurrir al usar chupete constantemente, aunque también podría ser congénito; también, tras una intervención quirúrgica para extirpar una parte del maxilar podría provocar que desarrolles disglosia mandibular.

La lengua es portadora de muchas funciones, entre ellas es ser uno de los órganos de fonación, cuya intervención es vital para que articules correctamente. Sin que tú pienses mucho en ello, al hablar tu lengua se debe mover rápido y con exactitud, sincronizándose a la vez con el movimiento de las otras partes del aparato fonador, como los dientes.

Por este motivo, si sufres de alguna alteración en la lengua, principalmente que comprometa su movilidad, puedes desarrollar un problema del habla, sobre todo en aquellas palabras que usan d, l, n y r, siendo uno de los tipos de disglosias.

Así, esta anormalidad puede ser de causa congénita, por ejemplo trastornos en los cuales la lengua es más grande de lo normal o es demasiado corta de la punta; asimismo, puede derivar de un problema adquirido, como ocurre tras una parálisis del hipogloso, quemaduras o heridas graves en la lengua o por la extracción parcial o total de este órgano, generalmente por un tumor.

El paladar puede ser afectado por diferentes trastornos que alteren su forma o estructura y ya que es, entre otras funciones, parte del aparato fonador e interactúa activamente con la lengua cuando hablas para la correcta articulación de las palabras, su alteración puede provocarte uno de los tipos de disglosias.

Dependiendo de la zona que tengas afectada del paladar la emisión de ciertos sonidos se torna difícil, por ejemplo una anomalía en el paladar duro te dificultará la pronunciación de consonantes como la s, sh, n y l; si en cambio es inmediatamente detrás de los dientes será la articulación de la t y d, mientras que en el paladar blando o velo afectaría decir la k y la g.

Estas alteraciones principalmente son de causa congénita y en la mayoría de los casos se debe a una fisura del paladar, es decir, no hay una unión en la línea media del paladar, pudiendo abarcar tanto al paladar duro como el blando. También es posible que la dificultad del habla que presentes sea ocasionada por una fisura submucosa del paladar, una alteración similar a la anterior pero en este caso si se une la mucosa que recubre el paladar.

Otras causas por las que puedes desarrollar disglosia palatal es si sufres de úvula bífida, de origen congénito y te dificulta la pronunciación de los sonidos uvulares; asimismo, una causa más es el paladar ojival, una alteración adquirida en la que el paladar toma una forma estrecha y muy curvo, por ejemplo por el uso constante de chupete.

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