Tos alérgica: síntomas y cómo quitarla

La alergia es una reacción desmedida del cuerpo a ciertas sustancias que a otras personas no les causan problemas. Estas sustancias son conocidas como alérgenos.

La tos alérgica puede aparecer como una respuesta inflamatoria de la vía aérea a una sustancia específica con la que has estado en contacto. La reacción puede ser inmediata o bien puede tardar en producirse y ser paulatina.

Cuando la tos alérgica aparece siempre en cierta época del año se habla de un problema estacional y suele vincularse con elementos microscópicos que flotan en el aire como, por ejemplo, el polen de ciertas flores.

Esta reacción también puede presentarse cuando los ambientes están poco ventilados o en el dormitorio se tienen elementos que acumulen ácaros, tales como: peluches, libros, mantas, alfombras o almohadas de pluma.

Hay personas alérgicas a los pelos de perros o gatos, en ese caso, es posible que comience la tos si ha compartidos un ambiente cerrado con los mismos.

Puede aparecer una tos de tipo alérgica tras inhalar un ambiente donde haya hongos o moho.

Algunos productos químicos o de limpieza también pueden causar tos alérgica en una persona que tenga sensibilidad a los mismos.

La exposición continua a smog y humo también puede ocasionar reacciones alérgicas de la vía aérea. Lo mismo sucede en personas que sufren de la exposición frecuente, o permanente, a sustancias agrotóxicas, es decir, es un mal de la ciudad y del campo también.

En otros casos, aunque de modo menos frecuente, la tos alérgica puede aparecer tras:

• La ingestión de un alimento al que la persona ya tenga alergia, como el cacahuate o los mariscos.
• La picadura de un insecto.
• Contacto con látex o productos químicos.

Existen ciertas enfermedades de base alérgica poco comunes que pueden afectar principalmente al pulmón:

• Neumonitis por hipersensibilidad, también conocida como alveolitis alérgica extrínseca. Se produce por la inhalación crónica de polvos orgánicos vegetales (de madera, piensos, grano, heno) o animal (proteínas de sus secreciones o excreciones). Puede ser considerada como una enfermedad asociada al trabajo que realiza la persona.
• Aspergilosis broncopulmonar alérgica. En este caso, el alérgeno es el hongo Aspergillus.

La tos alérgica tiene ciertas características que pueden hacer que sea diferenciada de una tos de otro origen. Entre estas peculiaridades están:

• Tos seca o con escasas secreciones.
• Tos irritativa.
• Carraspeo.
• Picor de garganta.
• Sensación de estar tragando mucosidad.
• Sensación de falta de aire.
• Falta de aire ante el esfuerzo físico.
• Tos tras realizar actividad física.
• Tos al estar en un ambiente con el alérgeno.

Puede además acompañarse de otros síntomas alérgicos como:

• Picazón de ojos.
• Lagrimeo.
• Irritación conjuntival.
• Picazón de la nariz.
• Estornudos repetitivos.
• Secreción nasal clara, como agua.
• Obstrucción nasal.

Si además existe fiebre y malestar general, es probable que no se trate de una reacción alérgica. Si las secreciones son verdosas, amarronadas o amarillentas posiblemente la causa tampoco sea de origen alérgico.

Si se determina que la tos es alérgica es porque la persona tiene esa tendencia. A menudo, la alergia a una sustancia puede comenzar en determinado momento de la vida y no necesariamente en la niñez.

Frecuentemente, cuando se realiza el diagnóstico de alergia es por una predisposición propia de la persona a reaccionar frente a determinada sustancia. Eso se diagnostica con test especiales realizados por especialistas en alergia e inmunología.

Existen ciertos hábitos que favorecen la inflamación corporal y la reacción de una persona, entre ellos están:

• Exceso de lácteos.
• Consumo de yogurt.
• Consumo de productos procesados (ricos en colorantes y conservantes).
• Exceso de productos refinados, sobre todo, harina y azúcar.
• Hábitos inadecuados de sueño: dormir excesivamente (más de 6 a 8 h por la noche) o dormir siesta.

A menudo, la tos alérgica puede ser confundida con otros tipos de tos.

Entre los diagnósticos más frecuentes que deben diferenciarse de una tos alérgica están:

• Reflujo gastroesofágico.
• Rinosinusitis.
• Deshidratación.
• Fármacos (por ejemplo, enalapril).
• Infecciones de la vía aérea.
• Cuerpo extraño en la vía aérea.

Como primera medida, es importante establecer si el diagnóstico es realmente una tos alérgica. Para ello, la entrevista y revisión por parte de una médica o un médico son fundamentales.

Como primer paso ante una persona con tos alérgica es clave que no se siga teniendo contacto con la sustancia que genera la alergia, por lo cual es necesario identificarla. A veces, es muy sencillo porque siempre aparecen los síntomas en determinada circunstancia, por ejemplo, al entrar a una habitación con moho en las paredes. Es clave:

• Ventilar los ambientes.
• Lavar frecuentemente sábanas y mantas.
• Quitar del dormitorio libros, peluches, alfombras.

En otras ocasiones, es más difícil saber qué alérgeno provoca la reacción y puede ser necesario realizar un test para saber a qué sustancia tienes alergia. Por otro lado, es también importante realizar estudios de sangre para determinar el grado de alergia y pruebas de capacidad pulmonar para establecer la afectación de este órgano.

Una vez se ha realizado el estudio completo, pueden indicarse algunos fármacos tales como antialérgicos, antiinflamatorios y corticoides, pero todos estos medicamentos realmente no curan la alergia, solo hacen que los síntomas no se presenten o lo hagan más suavemente.

Existen vacunas para la alergia, que consisten en desensibilizar a la persona del alérgeno que les provoca reacción. Para ello, se ingieren o se inyectan, dependiendo del caso, cantidades mínimas de la sustancia que genera alergia. Estas cantidades se van aumentando paulatinamente hasta que la persona las tolera, pero debes saber que eso tampoco cura esa predisposición a la alergia.

Para hacer que tu cuerpo realmente vuelva al equilibrio, es fundamental adoptar hábitos saludables de alimentación, descanso y ejercicio, ya que de otra manera esa tos puede desaparecer, pero irremediablemente aparecerán otros síntomas con los que tu cuerpo te estará pidiendo ayuda.

También puedes recurrir a remedios naturales para la tos alérgica, tales como:

• Té de jengibre: es un excelente antiinflamatorio de la vía aérea.
• Inhalaciones con vapor de eucalipto: también disminuye la irritación e inflamación de esa zona.
• Miel: disminuye las secreciones laríngeas y bronquiales, es antiinflamatorio y excelente en caso de alergia. Es muy importante consumirla a temperatura ambiente y no calentarla.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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