Trastorno delirante: síntomas, causas y tratamiento

Trastorno delirante: síntomas, causas y tratamiento

El trastorno delirante, también conocido como paranoia, consiste en la aparición de creencias falsas en el paciente que lo padece, manteniéndose dichas percepciones al menos durante un mes. Estas ideas están relacionadas con la vida real, es decir, se suelen identificar con acciones que pueden ocurrir en la vida ordinaria, como por ejemplo sentirse engañado por la pareja o pensar que alguien te vigila constantemente. Por norma general, las personas que sufren esta patología permanecen activas y funcionales, lo que significa, que siguen con su vida laboral y quehaceres diarios. En ONsalus te explicamos los síntomas, causas y tratamiento del trastorno delirante para que tengas toda la información necesaria acerca de esta alteración.

Síntomas y signos según el tipo de trastorno

En algunas ocasiones el trastorno delirante aparece tras un trastorno previo de personalidad paranoide, cuya paranoia consiste en pensar que las otras personas se están aprovechando de ti.

Los signos más comunes que muestran las personas que padecen esta alteración son:

  • La falta de confianza en los demás, sentimientos de preocupación por la lealtad de los amigos, pareja o familia.
  • La sensación de sentirse amenazados y heridos constantemente ante comentarios o hechos sin malas intenciones, y la aparición de un rencor constante.

El trastorno delirante se clasifica de la siguiente forma:

  • Erotomaníaco, en el cual los pacientes creen que hay una persona que los ama y es muy común que se esfuercen por hablar con dicha persona mediante llamadas de teléfono, cartas o directamente acechándolas; en ocasiones infringiendo la ley y pudiendo tener problemas por este comportamiento.
  • Grandioso, en el que los pacientes se consideran superiores al resto de las personas, pensando que poseen un talento, cualidad o que han descubierto algo importante.
  • Celoso, la persona vive obsesionada creyendo que su pareja es infiel, cuando generalmente las evidencias son muy dudosas. Esta creencia puede llegar a ser peligrosa, recurriendo algunos de los afectados a la agresión física hacia su cónyuge.
  • Somático, la idea delirante que presentan estos paciente está relacionada con el cuerpo y consideran que tienen una deformidad física, alguna parasitación corporal o un olor distintivo, que en la realidad no posee.
  • Persecutorio, los pacientes creen que están siendo vigilados, espiados o calumniados; recurriendo en ocasiones a la violencia en defensa de esta persecución irreal.
  • Mixto, en el cual el comportamiento de los pacientes presenta características variadas, incluyendo la combinación de dos o más actitudes de las anteriormente mencionadas.

Causas del trastorno delirante

El trastorno delirante es poco común en la práctica psiquiátrica, siendo la prevalencia de esta condición, de unos 25 casos por cada 100.000 personas. No existe una causa concreta a la que podamos achacar el trastorno delirante, sin embargo dicha alteración parece estar relacionado con al menos uno de los siguientes factores:

  • Genéticos.
  • Ambientales, viéndose afectados por la familia, el aislamiento social, la inmigración, el consumo de drogas o problemas económicos.
  • Desequilibrio de los neurotransmisores, es decir de las biomoléculas que transmiten la información entre neuronas a través de la sinapsis química. En concreto el delirio actúa aumentando la secreción de dopamina y es por ello que se utilizan fármacos antipsicóticos que bloquean los receptores de este neurotransmisor para evitar una sobreproducción de la misma y tratar este trastorno.

Diagnóstico y tratamiento del trastorno delirante

El diagnóstico de un caso de trastorno delirante se establece mediante la evaluación clínica del paciente y su historia médica detallada, que incluye todo la información necesaria para conocer el tipo de alteración que presenta; ya que es de vital importancia descartar otras afecciones específicas asociadas con ideas delirantes.

Además, debido a la posibilidad de actitudes agresivas, es conveniente identificar el nivel de peligrosidad, ya que el paciente es capaz de llevar a cabo cualquier actitud con tal de vengar su idea delirante. El tratamiento es la terapia psicológica, la cual debe establecerse para aminorar el trastorno y tratar las posibles complicaciones. El principal objetivo a la hora de tratar esta alteración consiste en cambiar el tema principal de preocupación, es decir, alejar esta idea delirante hacia un punto más constructivo o crear otra idea que le permita no obsesionarse con su creencia principal.

En ciertas ocasiones, si el paciente presenta actitudes peligrosas o se considera que puede llega a tenerlas en un futuro, es necesario internarlo en un centro psiquiátrico. En cuanto al tratamiento con fármacos, dependiendo el grado de paranoia, en determinados casos el personal médico recomienda el uso de antipsicóticos para aminorar o suprimir los síntomas.

Te recordamos que si crees que tienes algún síntoma relacionado con las ideas paranoicas, o consideras que alguna de las personas más cercanas a ti puede padecer este trastorno delirante, debes acudir a un especialista para que te evalúe, y así obtener el diagnóstico correspondiente a la alteración.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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