La inflamación es un proceso fisiológico que forma parte de la respuesta inmune de nuestro cuerpo. Cuando recibimos un golpe o ante la presencia de irritantes, como por ejemplo un proceso infeccioso, el tejido afectado se inflama para permitir la llegada de mayor cantidad de sangre, que contiene mediadores para la reparación del tejido y células del sistema inmune para combatir cualquier elemento ajeno. Sin embargo, la inflamación, a veces, puede ser más bien la causa de problemas de salud debido a que, por algún motivo, los mecanismos que la regulan fallan en controlarla y, por lo tanto, se producen alteraciones de distintos tipos. Los vasos sanguíneos también son susceptibles a la inflamación, produciendo una enfermedad llamada vasculitis, la cual puede afectar a cualquier parte del cuerpo. En este artículo ONsalus te informamos acerca delas causas, síntomas y tratamiento de la vasculitis en las piernas para saber identificar esta condición.
Qué es la vasculitis
La vasculitis es el nombre que se le da a una condición vascular en la cual los vasos sanguíneos se encuentran inflamados, y esto produce un engrosamiento de las paredes del vaso y, por lo tanto, una alteración del flujo sanguíneo debido al estrechamiento del espacio por el cual puede trasladarse el fluido.
La vasculitis puede presentarse en arterias, venas y capilares por igual y puede afectar a cualquier órgano, manifestando unos síntomas u otros según el órgano afectado.
Causas de la vasculitis en las piernas
La vasculitis, por lo general, es considerada una enfermedad autoinmune, es decir, nuestro sistema inmunológico ataca por error nuestro cuerpo, en este caso las arterias, produciendo así su inflamación y la enfermedad.
Existe también la posibilidad de que una vasculitis sea causada por una invasión a las paredes de los vasos por parte de distintos microorganismos, como bacterias, hongos o virus, y también puede ser provocado por otras enfermedades como artritis reumatoide, lupus eritematoso, tumores y reacciones alérgicas a medicamentos.
Existe un tipo particular de vasculitis llamada enfermedad de Buerger que se caracteriza por afectar a las piernas y los brazos. Este tipo de vasculitis se ha relacionado con el consumo de cigarrillos y otros derivados del tabaco.
Síntomas de la vasculitis en las piernas
La mayoría de los síntomas de la vasculitis dependen del órgano que se encuentre afectado, y debido a la amplia variedad de órganos que pueden sufrir de vasculitis, la gama de síntomas es bastante amplia y particular en cada caso. Sin embargo, no deja de tratarse de una enfermedad sistémica, por lo cual existen ciertos síntomas que se presentan indistintamente del órgano afectado, como por ejemplo:
- Malestar
- Fiebre
- Fatiga
- Pérdida de peso
- Aumento de las pulsaciones
- Sudoración abundante
Cuando la vasculitis afecta a una o ambas piernas, los síntomas pueden incluir dolor en las rodillas, pantorrillas y los pies, lo cual produce una dificultad para andar. La aparición de manchas rojas o moradas protuberantes en la piel es una posibilidad.
Cuando las arterias que llevan sangre a los dedos se ven afectadas, puede producir una lesión necrosante de la punta de los dedos, una consecuencia particular de la enfermedad de Buerger que es bastante grave, ya que puede ser necesaria su amputación.
Vasculitis en las piernas: tratamiento
Antes de iniciar el tratamiento para vasculitis en las piernas, es importante estar seguro de que este sea el diagnostico correcto. Para ello, por lo general se utilizan tomografías computarizadas para observar las arterias mediante métodos especializados, como por ejemplo la angiografía. Además, se pueden indicar otros estudios como, por ejemplo, biopsias del tejido afectado y exámenes de sangre.
Ya que casi todos los casos la vasculitis son causados por un trastorno autoinmune, la mayoría de los tratamientos se basan en la implementación de medicamentos que ayuden a disminuir la respuesta inmunitaria, conocidos como inmunosupresores, con lo cual se controla la inflamación y, por lo tanto, los síntomas. Los más habituales son los corticoides, como por ejemplo cortisona o prenidsona, y también existe como opción la ciclofosfamida.
En casos más graves de vasculitis, se ha implementado quimioterapias y trasplante de células madres para mejorar el cuadro.
Debido a que los medicamentos para la vasculitis actúan reduciendo la capacidad de respuesta del sistema inmune para, así, disminuir la inflamación, su consumo puede tener riesgos importantes como, por ejemplo, el aumento del riesgo de infecciones, por lo cual el tratamiento siempre debe ir de la mano de un especialista. La enfermedad de Buerger es una condición sin cura, pero perfectamente controlable con la medicación indicada para mejorar la calidad de vida y evitar complicaciones.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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