Vigorexia: qué es y causas

Vigorexia: qué es y causas

Practicar deporte con regularidad no solo es beneficioso para nuestra salud sino que debería ser algo ineludible para todos. Hacer ejercicio es la mejor medicina que tenemos a mano, una forma natural y fácil de mantener nuestro cuerpo activo y sano. No obstante, como todo en la vida, en exceso puede llegar a ser peligroso. La vigorexia es una obsesión desmedida por el ejercicio y el desarrollo muscular, no se trata de que quieran ser muy fuertes o muy grandes, es una alteración en la percepción que les hace verse pequeños y débiles cuando en realidad no lo están.

Descubierto en 1993, en la últimas décadas, las personas afectadas por este trastorno no han parado de aumentar año tras año. La exposición continua a unos cuerpos perfectos en medios de comunicación y publicidad tienen mucho que ver, pero si quieres saber por qué se origina está enfermedad y qué significa exactamente, sigue leyendo este artículo de ONsalus sobre la vigorexia: qué es y causas.

Vigorexia: definición

La vigorexia, anorexia inversa o distrofia muscular es considerado un TOC -trastorno obsesivo compulsivo- que afecta primordialmente a hombres. Este trastorno hace que se sientan débiles o pequeños a pesar de que generalmente estén muy musculados. Así como ocurre con la anorexia, las personas que padecen vigorexia ven una imagen de sí mismos distorsionada, obsesionándose con su aspecto.

Esta preocupación excesiva acerca de su propia imagen hace que desarrollen un cuerpo muy musculado, que le den gran importancia a la alimentación y su modo de vida, no obstante, son incapaces de ver cuando deben parar, pues nunca se ven lo suficiente fuertes ni grandes. Con la voluntad de conseguir el cuerpo que desean pasan horas y horas en el gimnasio, y aún cuando no están trabajando su físico están pensando en formas de corregir sus imperfecciones, fijándose en todo lo que comen.

En según que casos pueden recurrir a los anabolizantes para potenciar aún más su desarrollo muscular, obviando las nefastas consecuencias que puede tener para su organismo. De hecho, en los casos más graves pueden incluso evitar el contacto social porqué creen que son demasiado débiles o están demasiado delgados.

Causas de la vigorexia

Los trastornos dismórficos como la vigorexia tienen un trasfondo cultural. De hecho, en los últimos años se han disparado los casos de personas con este problema. La imagen de hombres y mujeres que los medios de comunicación y la publicidad muestran crean unos cánones de belleza que la gente quiere seguir. De hecho, en los últimos 30 años ha aumentado un 15% el porcentaje de hombres que dicen estar insatisfechos con su propio cuerpo.

Pero no todo lo podemos reducir a una cuestión social y de modas, hay factores propios de la persona que la predisponen a sufrir este tipo de trastornos. En este sentido, hay una serie de factores propios de la persona y del ambiente en el que se ha educado que pueden funcionar como aceleradores o detonantes del problema :

  • El 80% de los casos de vigorexia son de varones, por lo que los hombres tienen más predisposición. Seguramente esto se debe que los hombres son quienes tienen más presión social para que desarrollen un cuerpo musculado.
  • Personas tímidas, con falta de autoestima, que han sufrido burla y acoso en la infancia.
  • Personas introvertidas con alto grado de perfeccionismo.
  • Tiene una raíz bioquímica, pues se ven alterados los niveles cerebrales de serotonina.
  • Personas que han crecido en un ambiente conflictivo o una familia desestructurada.
  • Que han recibido una educación muy severa y basada en criterios estéticos.

Síntomas de la vigorexia

El primero y más evidente de los síntomas de la vigorexia es que la persona se somete a un entrenamiento duro, recurrente y persistente en el tiempo dirigido a quemar grasa y desarrollar su musculatura. Esto tienen otros efectos secundarios, que no son síntomas en si mismos, pero que son causados por la vigorexia, como los dolores y las lesiones que sufren por la actividad física desmesurada.

Las personas vigoréxicas sueles presentar muchas de las siguientes características y síntomas:

  • Sufren una distorsión en la percepción de su imagen corporal. Por muy fuerte o grande que sea, siempre se ve débil y pequeño. Esto se puede captar a través de los pensamientos recurrentes y obsesivos que siempre tienen respecto al físico suyo y de los demás.
  • Tienen una gran preocupación por su alimentación y la dieta que siguen. Esto los puede llevar a sufrir bulimia a modo de control sobre lo que comen.
  • Sienten una necesidad compulsiva e irrefrenable de hacer deporte, si no pueden hacer ejercicio se sienten culpables e irritables.
  • El tiempo que le dedican al deporte es excesivo, haciendo que acaben obviando el resto de actividades para centrarse en su cuerpo. Familia, amigos y trabajo pasan a un segundo plano, lo más importante para ellos es estar en el gimnasio. Muchos de ellos acaban trabajando como instructores, pues es la única forma que tienen de compaginar su obsesión por el cuerpo con ganar dinero.

Consecuencias de la vigorexia

Las consecuencias de la vigorexia son muy amplias y abarcan aspectos físicos, psicológicos y de conducta en la persona. Por un lado, el hecho de que cada vez sea necesario dedicarle más tiempo al entrenamiento hace que deban ir abandonando los amigos, las relaciones sociales y alejarse de la pareja. Es muy difícil que puedan mantener una pareja, pues la mayoría de su tiempo es absorbido por las rutinas del gimnasio. Del mismo modo, también se ve resentidos sus estudios y trabajo, que pasan a un segundo plano y son abandonados si no pueden combinarse con su actividad física.

Este alejamiento del mundo hace que cada vez se sientan más solos e incomprendidos, por lo que no es extraño que en poco tiempo aparezca la depresión. Se calcula que cerca de un 60% de las personas que sufren vigorexia también tienen depresión.

Pero no solo es pernicioso a nivel psicológico, las consecuencias físicas tampoco tardan en salir a la luz, pues si bien hacer ejercicio es algo saludable y recomendable, hacerlo en exceso también puede resultar peligroso. Es muy usual que hayan sobrecargas y lesiones que dañen músculos, articulaciones y huesos. Las lesiones y el dolor se hacen constantes. En el caso de que tome anabolizantes de forma regular, algo muy habitual, los daños se pueden extender por los riñones y el hígado. Estas sustancias además pueden conllevar a un encogimiento de los testículos, infertilidad, alopecia, hipertensión y riesgo de infarto, delirios e ideaciones suicidas.

Vigorexia: tratamiento psicológico

Así como sucede con la anorexia, es normal que el tratamiento para la vigorexia, en un primer momento vaya dirigido a tratar la depresión consecuencia del trastorno. Una vez estabilizado el paciente, es necesaria realizar una terapia de largo alcance que vaya enfocada a tratar el origen del problema, las causas psicológicas o sistémicas que han llevado a la persona a desarrollar ese trastorno. En este punto es vital el apoyo y ayuda de los familiares y del círculo de amigos del paciente.

Poco a poco se van haciendo pasos para que la sociedad reconozca el problema que hay detrás de la anorexia. De hecho, hace poco tiempo que los gimnasios y centros deportivos han reconocido la existencia de esta problemática. Es allí donde deben crearse unos protocolos para detectar las personas que pueden sufrir vigorexia, pues un diagnóstico y tratamiento temprano puede evitar muchas de las nefastas consecuencias de esta alteración psicológica.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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