Hiperplasia benigna de próstata: síntomas, grados y tratamiento
La hiperplasia benigna de próstata (HBP) es una condición que hace referencia al agrandamiento de la glándula prostática de forma benigna a medida que se va envejeciendo, por lo que casi todos los hombres la presentan. Dicho crecimiento está asociado a la presencia de las hormonas sexuales masculinas y al proceso natural de envejecimiento, pero en este caso no se trata de un agrandamiento canceroso. En este caso, la glándula prostática aumenta de tamaño pero crece hacia el núcleo interno de la próstata, lo cual provoca una compresión en la uretra y da lugar a síntomas como dificultades para orinar, micción frecuente, molestias al orinar, sentir que no se ha vaciado la vejiga, entre otros. En este artículo de ONsalus, vamos a explicar con detalle cuáles son los síntomas, los grados y el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata para que puedas estar bien informado acerca de esta condición.
- Causas de la hiperplasia benigna de próstata
- Hiperplasia benigna de próstata: grados
- Hiperplasia benigna de próstata: síntomas
- Hiperplasia benigna de próstata: tratamiento farrmacológico
- Hiperplasia benigna de próstata: tratamiento quirúrgico
- Tratamiento natural para la hiperplasia benigna de próstata
Causas de la hiperplasia benigna de próstata
Como ya hemos adelantado, la hiperplasia benigna de próstata (HBP) puede definirse como el agrandamiento benigno y no canceroso de la glándula prostática. Este agrandamiento es un proceso que sucede durante todos los años de vida de los hombres debido a la presencia de hormonas sexuales masculinas o andrógenos y el proceso natural de envejecimiento. De hecho, la mitad de los hombres presentan un aumento del tamaño de la próstata a los 60 años y al llegar a los 85 años de edad, alrededor del 90% de los hombres tiene este agrandamiento de próstata.
No se sabe cuál es la causa exacta de la hiperplasia benigna de próstata, pero se ha señalado que tanto los factores asociados al envejecimiento como los cambios que se producen en las células de los testículos pueden influir en el aumento de tamaño de esta glándula. Por lo tanto, las probabilidades de presentar dicho agrandamiento van aumentando con la edad.
Por otro lado, es importante señalar que tener hiperplasia benigna de próstata no significa tener cáncer de próstata ni que las posibilidades de padecer esta enfermedad aumenten. Tal y como indica su nombre, en este caso, se trata de un crecimiento benigno que se produce en consecuencia al proceso natural del envejecimiento. Podemos diferencia la HBP del cáncer de próstata por lo siguiente:
- Cáncer de próstata: este se inicia en el área periférica externa de la glándula prostática y va creciendo hacia fuera, extendiéndose y dañando el tejido adyacente.
- HBP: en cambio, la HBP se inicia en una área interna de la próstata, denominada zona de transición. El crecimiento se produce hacia dentro, lo cual provoca que se comprima la uretra de manera constante y esto afecte a la micción provocando el sufrimiento de una serie de síntomas molestos, como veremos más adelante en este artículo. Por el contrario, cuando se padece de cáncer de próstata, los síntomas suelen tardan más en aparecer y en un inicio es posible que el paciente ignore el padecimiento de esta enfermedad.
Hiperplasia benigna de próstata: grados
Los grados de la hiperplasia benigna de próstata se determinan en función de cuál sea el tamaño que presente la glándula, y el especialista (urólogo) podrá saber que grado de hipertrofia prostática se presenta mediante la realización de un tacto rectal. Los grados que se distinguen son los siguientes:
- Grado I: se da cuando la próstata se ha agrando hasta el doble de su tamaño normal, pasando de los 20 cm cúbicos a los 40 cm cúbicos. Por lo general, en estos casos la condición puede tratarse mediante la toma de medicamentos.
- Grado II: se produce cuando la próstata se agranda hasta llegar al triple de su tamaño normal.
- Grado III: el tamaño de la próstata es hasta 4 veces mayor al tamaño normal.
- Grado IV: este grado de hiperplasia prostática se determina cuando el especialista es incapaz de indicar cuál es el tamaño y los límites de la próstata.
Hiperplasia benigna de próstata: síntomas
Los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata aparecen debido a que dicho agrandamiento supone una compresión constante de la uretra, lo cual influye en el drenaje de la orina. Esto puede provocar el padecimiento de síntomas como los que enumeramos a continuación.
Síntomas obstructivos
- Reducción de la fuerza de la micción.
- Dificultades para orinar.
- Goteo al finalizar la micción.
- Sensación no haber podido vaciar por completo la vejiga.
- Incapacidad para orinar.
Síntomas irritativos
- Polaquiuria: orinar con más frecuencia de lo habitual.
- Despertarse varias veces por la noche por la necesidad de orinar.
- Urgencia miccional: tener que acudir rápidamente al baño por las ganas imperiosas de orinar.
- Dolores o molestias al orinar.
Además de los síntomas anteriores, el hecho de que la orina quede retenida favorecer la proliferación de las bacterias en las vías urinarias, lo cual hace que se sea más vulnerable a desarrollar infecciones. Por otro lado, muchos pacientes con agrandamiento de próstata pueden presentar sangre en la orina, lo cual es debido a la rotura de los vasos sanguíneos por venas que se han desgarrado o inflamado en la superficie interna de la glándula prostática.
Los síntomas de la hiperplasia benigna de próstata pueden agravarse y empeorar con el paso del tiempo, por lo que es importante acudir al urólogo ante los primeros signos e iniciar el tratamiento que se indique en cada caso. Se han dado casos en los que la retención de la orina en la vejiga ha provocado una distensión de esta y un daño posterior de los uretéres y el riñón, desembocando todo ello en una insuficiencia renal.
Hiperplasia benigna de próstata: tratamiento farrmacológico
Cuando el agrandamiento de la próstata causa síntomas molestos e interfiere en el flujo de la orina, el especialista puede recomendar el inicio de un tratamiento con fármacos como los siguientes:
- Bloqueadores alfa: estos favorecen la relajación de los músculos en la base de la vejiga e incrementan la capacidad de micción. A pesar de que muchos hombres muestran una mejoría al cabo de unos días o semanas de haber empezado a consumirlos, estos fármacos pueden tener ciertos efectos secundarios como cansancio, mareos o tensión baja.
- Bloqueadores de testosterona: pueden ayudar a disminuir el tamaño de la próstata y a aumentar el flujo de orina. No obstante, presentan algunas desventajas significativas como que actúan de una forma más lenta y que en algunos hombres (alrededor del 4%) pueden causar impotencia.
Se ha señalado que la combinación de los fármacos anteriores pueden ofrecer mejores resultados en el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata que tomarlos de manera aislada.
Hiperplasia benigna de próstata: tratamiento quirúrgico
Ahora bien, cuando los síntomas no pueden aliviarse mediante la toma de fármacos, el especialista valorará la opción del tratamiento quirúrgico para tratar de reducir el tamaño de la próstata. Veamos a continuación qué procedimientos se pueden utilizar en la operación de hiperplasia benigna de próstata:
- Resección transuretral de próstata: es el procedimiento más empleado y puede utilizarse en hombres que presentan un tamaño de la próstata menor a 60 u 80 cm cúbicos. Mediante la inserción de un instrumento denominado rectoscopio en la uretra se hacen algunos cortes en la próstata para extirpar el tejido que está provocando la obstrucción.
- Vaporización prostática con láser de tulio o de holmium: se utiliza un láser de alta energía, el cual se introduce a través de la uretra y se vaporiza el tejido que está causando la obstrucción. Con esta técnica, el sangrado durante la operación es mínimo y el afectado puede abandonar el centro hospitalario dos días después de la intervención.
- Adenomectomía prostática abierta: se lleva a cabo cuando el tamaño de la próstata es muy grande y no puede ser extirpada a través de la uretra. Suele hacerse en hombres con próstatas de más de 80-100 cm cúbicos y que, además, presentan piedras vesicales grandes.
- Liberación uretral: es adecuada para hombres con un tamaño de la próstata que no supere los 60 cm cúbicos. La intervención se realiza de manera ambulatoria y no requiere de anestesia general. Se realiza introduciendo el Dispositivo Utolift a través de la uretra y se colocan unos 2 o 4 implantes en los laterales del conducto para liberarlo y, así, calmar la sintomatología.
Tratamiento natural para la hiperplasia benigna de próstata
Por otro lado, es muy importante que el paciente con agrandamiento de próstata modifique sus hábitos de vida y tenga en cuenta recomendaciones como las siguientes:
- Mantenerse activo y evitar llevar una vida sedentaria.
- Cuidar la alimentación y evitar comer comidas abundantes o copiosas.
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas y de sustancias estimulantes.
- Beber abundante agua durante el día.
- Orinar siempre que se tengan ganas y no posponer este momento.
- En el caso de que no se pueda empezar la micción, se debe tener paciencia y ejercer una presión en los músculos abdominales progresiva, pero en ningún caso se debe hacer con brusquedad o mucha fuerza.
También hay algunos remedios naturales para la hiperplasia benigna de próstata que pueden ayudar a aliviar los síntomas y a mejorar el bienestar del paciente. Los más recomendados son:
- Infusiones de ortiga, cola de caballo, castaño de Indias o jengibre.
- Consumir semillas de calabaza.
- Hacer baños de asiento con agua caliente.
- Incluir en la dieta alimentos como el ajo, los tomates, las zanahorias y los aguacates. En el siguiente artículo mostramos más alimentos buenos para la próstata inflamada.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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