Dolor de espalda alta: causas emocionales
Cuerpo, mente y alma están conectados, y muchas molestias que se reflejan en nuestro cuerpo ya han empezado previamente a nivel psicoemocional, sólo que las personas no saben procesarlos por falta de información o porque simplemente pierden contacto con su intuición, que está en todos. Cuando esto ocurre se conoce como somatizar una enfermedad.
Uno de las afecciones más comunes en la sociedad moderna son los dolores de espalda, que pueden ser realmente molestos. Estos dolores si bien pueden mitigarse con remedios naturales o medicamentos, la mejor forma de acabar con ellos es reconociendo su origen real, en las emociones y los hábitos. De esta manera también aprendes de la experiencia y de ti mismo. En el siguiente artículo de ONsalus te explicamos el dolor de espalda alta: causas emocionales.
Dolor y emociones psicosomáticas: hombro y cuello
Con la espalda alta nos referimos al segmento cervical, que tiene su primera vértebra en el extremo superior de la espalda y termina en la base del cráneo, corresponde prácticamente a los hombros y el cuello. Y justamente en este segmento de nuestro cuerpo, se encuentra el centro de la comunicación: las cuerdas vocales y en torno a ellas, nuestro aparato fonador.
A nivel emocional, los dolores de espalda alta y cuello pueden estar relacionados a acumulación de palabras y opiniones, emociones por expresar. Literalmente, cuando tenemos un nudo en la garganta, no podemos expresarnos. En el caso de los dolores de espalda, aparentemente si logramos hacerlo, pero las cosas que en verdad queremos comunicar para vivir una tranquilidad más profunda, se encuentran guardadas.
A diferencia del punto de vista médico tradicional, donde todo tiene una causalidad lineal, las causas emocionales de un dolor difícilmente son así. Es necesario meditar sobre cómo te sientes y ser sincero/a contigo mismo/a. A continuación otras razones más que pueden provocar el dolor de espalda alta.
Orgullo
Cuando hablamos de orgullo, nos referimos a una actitud de superioridad y de diferenciación con los demás o con cierto grupo de personas. Puede haber orgullos específicos como hacia la familia (no querer parecerse a ellos), a compañeros de trabajo o de clase e incluso la pareja. Sin embargo, el orgullo -en especial si causa dolor- nace principalmente de la vergüenza y baja autoestima. La persona se conoce y valora tan poco a sí mismo que no le queda más que compararse con otros.
También provoca que la persona empiece a creerse a sí mismo algo que no es. Entonces, el cuello se tensa hasta los hombros y duele porque la cabeza y la mente van por un lado jalando hacia arriba, tratando de 'estirarse' por encima de los demás y su verdadera realidad. Lo que dice su corazón y sus emociones, es relegado o subestimado en favor de mantener dicho rol o idea de sí mismo.
Que una persona sea muy tímida o reservada en apariencia, no significa que esta verdad no pueda encontrarse en ella. La gran mayoría de las veces una actitud sumisa se aprende como una forma de ser aceptado y llamar la atención ante los opresores, así que hay que ser transparente con uno mismo, y en caso de otros, no dejarse engañar con las apariencias.
Exceso de responsabilidades y culpa
Bajando un poco más hacia los hombros, nos encontramos otro dolor de espalda también frecuente, el que inicia en los hombros y en muchos casos se extiende hacia la cabeza, produciendo la llamada cefalea o dolor de cabeza tensional.
En esta área del cuerpo, solemos colocarnos los pesos que cargamos. Muchos psicólogos y terapeutas encuentran frecuentes los dolores en esta zona en personas sostenedoras de familia o cuidadores de familiares o enfermos, que a su vez no se dan el suficiente disfrute a sí mismos. El trabajo que realizan es más hacia el prójimo y relegan los espacios para divertirse, autocomplacerse, hacer ejercicio y relajarse.
Entonces, aquí nos encontramos con otra emoción negativa que es la culpa. De una u otra forma, cuando un sujeto no se permite disfrutar es porque aprendió el condicionamiento de que debe trabajar y esforzarse para conseguir la realización, olvidándose de la felicidad de vivir el presente. O que fue castigado en algún momento de su vida con la idea de que la alegría y el placer para él/ella simplemente dejaron de ser un derecho.
Rabias contenidas
Esta causa emocional va más referida hacia la zona de los hombros, ya no tan cercano al cuello. Las tensiones e inflamaciones en los hombros suelen verse asociados a acumulación de rabias y agresividad. En los hombros y los músculos circundantes, se produce la fuerza para golpear o al menos empujar. Por esta razón, es importante meditar en cuáles rabias se pueden tener reprimidas. A veces, simples ejercicios de estiramiento de hombro pueden ayudar a despertar tales emociones enterradas, pues al movilizar el área, se moviliza también el contenido emocional.
En conclusión, dependiendo del área específica de la espalda alta y el tipo de dolor a los que nos refiramos, es más probable una que otras causas de las que acabamos de mencionar. Sin embargo, cada cabeza y cada corazón son un mundo y tal premisa debe tenerse muy presente si quieres encontrar la causa para sanar de raíz. Toma los conocimientos que te damos, pero siempre acompañados de meditación y sinceridad contigo mismo, atreviéndote a confrontar incluso aquello que no te guste de ti.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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