Mi pelo no crece más de los hombros: por qué y qué hacer

La longitud y el crecimiento del cabello son, en gran medida, determinados por la herencia. Si hay antecedentes familiares de cabello corto o de crecimiento lento, es probable que tú también lo experimentes.

El cabello pasa por diferentes fases: crecimiento (anágena), reposo (telógena) y caída. La duración de la fase anágena varía entre diferentes personas y está influenciada genéticamente. Algunas personas tienen una fase anágena más corta, lo que limita la longitud que su cabello puede alcanzar.

Los problemas en el cuero cabelludo, como infecciones o dermatitis, pueden impactar en el crecimiento capilar. Mantener un cuero cabelludo saludable es esencial para que el cabello crezca fuerte. Algunos de los problemas más comunes en el cuero cabelludo son:

• Dermatitis seborreica: esta afección puede provocar escamas y picazón, lo que podría obstaculizar el crecimiento del cabello.
• Infecciones del cuero cabelludo: infecciones fúngicas o bacterianas pueden afectar negativamente el crecimiento del cabello.
• Equilibrio de pH: un cuero cabelludo excesivamente graso o seco puede interferir en el crecimiento del cabello.

Una alimentación inadecuada puede frenar el crecimiento del cabello, ya que la falta de ciertos nutrientes esenciales impacta directamente en su salud. Aquí te explico algunos de los nutrientes clave para un cabello saludable:

• Proteínas: la estructura del cabello se basa en queratina, una proteína fundamental para su crecimiento y fortaleza.
• Vitaminas del grupo B: la biotina (B7) es conocida por su efecto beneficioso en el cabello y la piel, su carencia puede causar pérdida de cabello y frenar su crecimiento. El ácido pantoténico (B5) ayuda a fortalecer el cabello y a prevenir su caída.
• Vitamina D: los niveles bajos de vitamina D se asocian con la caída del cabello, ya que esta vitamina favorece la formación de nuevos folículos y es crucial para el ciclo de crecimiento capilar.
• Vitamina E: actúa como antioxidante y combate el estrés oxidativo que puede dañar el cabello. También mejora la circulación en el cuero cabelludo.
• Vitamina A: es esencial para la producción de sebo, que mantiene el cuero cabelludo hidratado. Sin embargo, un exceso de vitamina A puede contribuir a la caída del cabello.
• Zinc: este mineral es necesario para el crecimiento y reparación del tejido capilar, además de mantener el funcionamiento adecuado de las glándulas sebáceas.
• Hierro: la deficiencia de hierro puede causar anemia, que a su vez provoca caída del cabello debido a la disminución del suministro de oxígeno a los folículos.
• Ácidos grasos omega: contribuyen a la salud del cuero cabelludo y favorecen un entorno adecuado para el crecimiento del cabello.

Incluir estos nutrientes en tu dieta puede marcar una gran diferencia en la salud capilar.

El estrés puede influir de manera considerable en la salud del cabello, y su conexión con el crecimiento lento se relaciona con varios factores hormonales y fisiológicos.

El efluvio telógeno se refiere a una forma de pérdida de cabello que puede ser provocada por situaciones de alto estrés. Bajo condiciones normales, el cabello atraviesa un ciclo de crecimiento que consta de tres fases:

1. Fase de crecimiento (anágena).
2. Fase de transición (catágena).
3. Fase de reposo (telógena).

Cuando una persona experimenta un estrés intenso, un gran número de folículos capilares puede pasar de manera prematura a la fase de reposo, lo que resulta en un crecimiento más lento del cabello.

• Hormonas del estrés: la respuesta al estrés desencadena la producción de hormonas como el cortisol, que pueden impactar negativamente en el desarrollo del cabello. Niveles elevados de cortisol pueden interferir en el ciclo natural del cabello, llevándolo a debilitarse y eventualmente caerse.
• Inflamación: el estrés también puede provocar un aumento en los niveles de inflamación del cuerpo, lo que afecta la salud del cuero cabelludo y, en consecuencia, el crecimiento del cabello. Esta inflamación puede alterar las condiciones necesarias para que el cabello crezca de manera saludable.
• Alteraciones del sueño: el estrés no solo afecta la salud emocional, sino que también puede comprometer la calidad del sueño, elemento crucial para la regeneración celular y el bienestar general. La falta de un sueño reparador puede contribuir a dificultades en el crecimiento del cabello.

El desequilibrio hormonal puede impactar en el desarrollo del cabello de diversas maneras:

• Hormonas androgénicas: los andrógenos, como la testosterona y sus metabolitos, pueden provocar que los folículos pilosos se miniaturicen, dando lugar a un cabello más fino y débil, lo que interrumpe el ciclo normal de crecimiento capilar. Este fenómeno es particularmente frecuente en mujeres que padecen condiciones como el síndrome de ovario poliquístico (SOP).
• Estrógenos: las hormonas femeninas, en especial los estrógenos, desempeñan una función protectora en el crecimiento del cabello. Una disminución de los niveles estrogénicos, como sucede durante la menopausia, puede ocasionar menor crecimiento del cabello y un aumento en la caída del mismo.
• Tiroxina: la salud tiroidea es igualmente crucial para el desarrollo capilar. Un desequilibrio en las hormonas tiroideas, ya sea por hipertiroidismo o hipotiroidismo, puede llevar a la pérdida de cabello o a un crecimiento inadecuado.

Además, existen otros factores hormonales y metabólicos que pueden afectar el crecimiento del cabello, como el síndrome de Cushing, trastornos en las glándulas adrenales o desequilibrios nutricionales que impactan la producción de hormonas y la salud capilar.

El crecimiento capilar puede verse influenciado por diversos aspectos, incluidos los tratamientos que aplicas a tu cabello:

• Estrés químico: muchos tratamientos para el cabello, como los alisados, permanentes o decoloraciones, emplean productos químicos dañinos que pueden debilitar la estructura capilar, llevando a su quiebre antes de que logre crecer adecuadamente.
• Exposición a calor excesivo: el uso constante de herramientas de calor, como planchas y secadores, puede dañar la cutícula del cabello, volviéndolo frágil y susceptible a la rotura.
• Cortes excesivos: si bien es crucial cortar el cabello con frecuencia para eliminar las puntas dañadas, hacer esto en exceso podría limitar su capacidad de crecer más allá de cierto largo.
• Falta de hidratación: los tratamientos que no brindan la humedad adecuada o que eliminan la humedad natural del cabello pueden agravar este problema.

Hay diversas patologías y condiciones que pueden interferir en el crecimiento capilar, limitando su longitud a no más de los hombros. Algunas de estas son:

• Alopecia areata: se trata de una enfermedad autoinmune que provoca la pérdida de cabello en áreas específicas. En algunos casos, esta condición puede restringir el crecimiento del pelo en determinadas zonas. Su incidencia es de aproximadamente 0.1 a 0.2%, siendo más común entre personas menores de 30 años y afectando indistintamente a hombres y mujeres.
• Hipotriquosis: esta es una alteración genética que se caracteriza por una disminución en la cantidad de cabello. Las personas que padecen hipotriquosis suelen ver cómo su cabello no crece a longitudes normales.
• Tricotilomanía: este trastorno vinculado a la salud mental hace que las personas sientan la necesidad de arrancarse el cabello como respuesta a la ansiedad o el estrés, lo que puede obstaculizar un crecimiento capilar sano.

• Es fundamental llevar una alimentación rica en vitaminas, en especial del complejo B, vitamina D y zinc, así como también en minerales y proteínas, ya que todos ellos son cruciales para mantener un cabello saludable.
• Considera la opción de añadir suplementos de biotina o colágeno a tu rutina, pero recuerda que es aconsejable consultar a un profesional médico antes de iniciar cualquier tipo de suplementación.
• El estrés puede contribuir a la caída del cabello o inhibir su crecimiento, así que busca formas de manejarlo, como a través del yoga o la meditación.
• Asimismo, desequilibrios hormonales, que pueden estar relacionados con el ciclo menstrual o condiciones como el síndrome de ovario poliquístico (SOP), también pueden impactar el crecimiento capilar. Consulta a un médico para analizar tu situación hormonal.
• Igualmente, minimiza el uso de herramientas de calor; limita el uso de secadores, planchas y rizadores, y utiliza productos protectores térmicos cuando sea necesario.
• Aunque pueda parecer paradójico, cortarse las puntas de forma regular puede evitar las puntas abiertas y contribuir a mantener un cabello saludable. Se recomienda realizar un corte cada tres meses para impulsar su crecimiento.
• Aplica tratamientos hidratantes en el cabello de manera frecuente.
• Además, realizar masajes en el cuero cabelludo puede ayudar a aumentar la circulación sanguínea, lo cual puede estimular el crecimiento del cabello.

Si después de seguir estas recomendaciones no observas mejorías, puede ser útil consultar a un dermatólogo o especialista en salud capilar para descartar problemas médicos que puedan estar afectando tu cabello.

Recuerda que la paciencia es esencial en el proceso de cuidar la salud capilar, ya que el crecimiento lleva tiempo. Aunque existen diversos factores que pueden influir en la longitud del cabello, enfocarte en la salud del cuero cabelludo y del cabello podría ayudarte a alcanzar el crecimiento que deseas.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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