Saliva espesa: causas y tratamientos
La saliva es una sustancia segregada por las glándulas salivales compuesta, principalmente, por agua y también por enzimas, minerales y proteínas. Por día, se liberan entre 1 y 1,5 litros de saliva. Es de gran importancia para el normal funcionamiento de nuestro cuerpo. Entre sus funciones, se encuentran: la formación del bolo alimenticio, ayudar a sentir gusto y a la liberación de enzimas que colaboran en la digestión, la prevención de infecciones tanto bucales como generales manteniendo el equilibrio bacteriano, el mantenimiento del esmalte dental, la lubricación de la mucosa evitando su lesión, y ayudar en el habla.
Cuando la cantidad no es suficiente, se habla de saliva espesa o xerostomía (como es llamada médicamente) y supone grandes dificultades para quien la padece. La búsqueda de soluciones debe estar dirigida a resolver la causa, para que, de esta manera, el alivio sea duradero. Por esta razón, desde ONsalus, te proporcionamos la información más importante acerca las causas de la saliva espesa, así como de los tratamientos disponibles.
¿Cómo saber si tengo saliva espesa?
Conociendo las numerosas funciones que tiene la saliva, es entendible que sean tantos y tan diversos los síntomas de la xerostomía:
- Saliva espesa, pegajosa o espumosa.
- Dificultad para tragar o hablar.
- Sequedad de labios, lengua, mucosa.
- Mal aliento.
- Lesiones en la boca.
- Pérdida de peso en adultos mayores.
- Pérdida dentaria prematura.
- Caries dental frecuente.
- Hongos en la boca.
- Inflamación en las encías.
- Reflujo gástrico aumentado.
Causas de la saliva espesa
Diferentes problemas pueden generar la disminución en la secreción de la saliva y se diferencian entre causas agudas (fácilmente reversibles) y crónicas (o permanentes):
Causas agudas
- Ansiedad.
- Infección o cálculos en las glándulas salivales.
- Deshidratación.
- Efecto secundario de medicamentos (antihistamínicos, algunos antidepresivos, diuréticos, analgésicos, broncodilatadores, anfetaminas, entre otros).
Causas crónicas
- Enfermedades autoinmunes (como Sjögren).
- Alzheimer.
- Infecciones (hepatitis, SIDA).
- Consumo de sustancias adictivas (alcohol, tabaco, drogas).
- Radioterapia (sobre todo en cabeza y cuello).
- Diabetes.
- Menopausia.
- Problemas de nacimiento (enfermedades congénitas).
- Alergia.
- Respiración por la boca.
¿Qué hacer si tengo saliva espesa?
Debido a que son múltiples las causas de la saliva espesa, es de suma importancia que se acuda al médico u odontólogo para lograr un diagnóstico adecuado y, muy probablemente, de esa manera se llegue más fácil a la solución del problema.
Cuando un paciente con xerostomía llega a la consulta de un profesional, primero, se le realizarán diferentes preguntas, tales como:
- ¿Desde cuándo padece el problema?
- ¿Nota mejoría con algún alimento, caramelos?
- ¿Está tomando alguna medicación?
- ¿Se despierta con la boca seca por la noche?
- ¿Tiene también secos los ojos o la nariz?
- ¿Le cuesta tragar?
- ¿Le es dificultoso comer alimentos secos como pan tostado o galletas?
A veces, bastan el interrogatorio y un buen examen para llegar al diagnóstico, otras, hace falta recurrir a estudios como radiografías, mediciones de la cantidad de saliva excretada, análisis de sangre y, en algunos casos, hasta biopsia de glándulas si se sospecha de enfermedades autoinmunes.
Salva espesa: tratamiento
En primer lugar, se debe identificar la causa, si se trata de una causa aguda, la resolución de la misma traerá como consecuencia la mejoría. Por ejemplo: tratamiento de infecciones, extracción de cálculo de la glándula salival afectada, cambio de medicación, tomar suficiente cantidad de agua.
Si fuera una xerostomía crónica, probablemente, la mejoría sea más lenta y en relación a la evolución de la enfermedad que la genera. Cabe destacar que en el caso de la radioterapia (sobre todo en cabeza y cuello), a veces, se utiliza a la par medicación para minimizar los efectos dañinos de la misma sobre el tejido sano.
Si la mejoría resultara lenta o imperceptible, se puede recurrir a otras medidas, como fármacos o tratamientos naturales.
Fármacos en casos de saliva espesa
Existen dos tipos de medicación que pueden utilizarse: estimulantes salivales (sialogogos) y sustitutos salivales.
- Estimulantes de la producción de saliva: para lograr algún tipo de resultado se necesita que el tejido de las glándulas salivales, o parte de él, esté en funcionamiento. Los fármacos que pueden usarse son: anetoltritiona, pilocarpina y cevimilina. Todos ellos están reservados para casos específicos, ya que poseen efectos adversos a veces más complicados que la xerostomía.
- Sustitutos salivales o saliva artificial: utilizadas en casos graves y prolongados. Pretenden mantener la boca humectada y protegida de irritación.
Como ya se ha hecho referencia, es clave la consulta al profesional para lograr un diagnóstico adecuado y un tratamiento eficaz a fin de poder volver a un estado de salud óptimo.
Saliva espesa: remedios naturales
Cualquiera que sea la causa de la xerostomía, es fundamental poner en práctica los siguientes consejos:
- El aporte regular de agua, frutas y verduras (sobre todo crudas) a la dieta, ya que de esta manera se devuelve al cuerpo su potencial autocuración.
- Puede sugerirse la ingesta de alimentos más frecuente, así como la ingesta de caramelos duros (sin azúcar) para intentar el aumento de la producción de saliva.
- Así mismo, es clave evitar el consumo de tabaco, alcohol, café y dulces.
- Se recomienda la higiene dental después de cada comida y la consulta al odontólogo más frecuentemente.
Entre las plantas medicinales que pueden servir de ayuda en caso de saliva espesa, encontramos:
- Manzanilla: es un excelente antiinflamatorio y cicatrizante de las mucosas, ayuda a disminuir la ansiedad por sus efectos sedantes.
- Jengibre: también es antiinflamatorio, tanto por contacto en la boca como a nivel corporal general. Su fuerte sabor ayuda a aumentar la producción de saliva.
- Aloe vera: es un regenerador por naturaleza. Se utiliza para mejorar lesiones bucales, aumentar la hidratación y disminuir el reflujo gastroesofágico.
- Miel: es un conocido antiséptico y regenerador, además, puede estimular la producción de saliva por su delicioso sabor. Es importante lavarse los dientes después de consumirla por el azúcar que posee o usarla en combinación con hierbas antimicrobianas, como la salvia.
- Salvia: importante antimicrobiano, antiinflamatorio y cicatrizante. También ayuda a bajar la glucemia (útil en diabetes) y mejorar los calores de la menopausia.
- Cítricos: estimulan la producción salival. Deben ser consumidos en infusión con otras hierbas en caso de que la mucosa esté lastimada, ya que puede generar dolor al contacto con la misma.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
Si deseas leer más artículos parecidos a Saliva espesa: causas y tratamientos, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Dientes y boca.