Verruga infectada: causas y tratamiento
Las verrugas crecen en cualquier parte del cuerpo, como las manos, los dedos, los genitales, el interior de la boca, etc., y suelen producir picazón y dolor. En ocasiones, estas molestias llegan a ser tan intensas que la persona intenta aliviarlas tocando y rascando la verruga con las manos, propiciando así que esta se infecte y que la infección pueda propagarse hacia otras zonas del cuerpo.
En este sentido, ante una verruga infectada, lo adecuado es acudir inmediatamente al dermatólogo para una evaluación precisa del caso. Si te interesa saber más al respecto, continúa leyendo este artículo de ONsalus y conoce las causas de una verruga infectada más comunes y qué tratamientos se deben iniciar para eliminarla.
Por qué se infecta una verruga
Una verruga puede infectarse fácilmente por una inadecuada manipulación. Muchas veces, estos bultos o tumoraciones benignas generan un purito constante y un dolor intenso en la zona en la que crecen, lo que hace que la persona toque y frote de manera desesperada la lesión con sus manos. Esto puede provocar que la verruga se contamine, ya que en los dedos y las uñas se acumula sudor, polvo, suciedad, microorganismos, etc.
En este sentido, se puede infectar una verruga cuando:
Se rasca con los dedos o algún objeto afilado
Rascar la verruga con los dedos o con algo afilado puede contaminarla inmediatamente, ya que con facilidad se depositan en la superficie de la lesión microorganismos y bacterias que se encuentran en las manos.
Asimismo, la fricción desmedida que se origina al rascarse suele ocasionar heridas en la parte externa o interna de la verruga, haciendo que sangre en algunos casos y, por ende, genere mayores molestias.
Se intenta arrancar con los dedos
En ningún caso se debe intentar arrancar una verruga con los dedos o un objeto como las tijeras, ya que esto no ayudará a eliminarla, sino todo lo contrario, empeorará mucho la situación y se propiciará el contagio hacia otras áreas del cuerpo. Las verrugas, normalmente son virales, por lo que pueden autoinocularse y desarrollarse en distintos lugares a la zona inicial de su aparición.
Se toquetea y masajea con los dedos o tela
Tocar todo el rato la verruga es algo que se debe evitar, ya que el área de la verruga está significativamente expuesta al exterior, lo que la hace más vulnerable al contacto con microorganismos o bacterias. En este sentido, tocarla y masajearla con los dedos o con alguna tela es una vía expedita para infectarla fácilmente y aumentar la posibilidad de rasguñar la lesión o maltratarla sin necesidad. Lo recomendable es no tocarla y, en caso de hacerlo, asegurarse de tener las manos totalmente limpias.
Aplicar productos inadecuados sobre el área afectada
Aplicar cremas, aceites o protectores corporales directamente sobre la verruga sin previa recomendación médica puede infectarla, ya que muchos productos cosméticos contienen sustancias químicas que pueden ser abrasivas e irritantes.
En ocasiones, las personas que tienen verrugas colocan este tipo de lociones sobre las mismas buscando reducirlas y hacerlas desaparecer, pero realmente lo que hacen es empeorarlas, ya que, en muchos casos, se vuelven rojas, ásperas, se inflaman y producen más dolor al tocarlas. Por ello, lo adecuado es tratar estas lesiones bajo la supervisión de un especialista.
Cómo tratar una verruga infectada
Las verrugas están causadas por un virus, pero en algunos casos pueden presentar pus y sangrar debido a una infección bacteriana. Ante esta situación, es muy importante tratar la infección adecuadamente y llevar a cabo los cuidados necesarios para evitar que se propaguen a otras partes del cuerpo. En este sentido, para el tratamiento de una verruga infectada se recomienda:
- Aplicar compresas calientes para facilitar la curación y favorecer el drenaje. Lo ideal es realizarlo varias veces al día, utilizando una compresa nueva en cada cura para no contaminar el área con bacterias.
- Si la verruga con pus empieza a supurar por sí sola, se debe lavar suavemente la zona con jabón neutro y agua tibia y, posteriormente, aplicar una pomada o ungüento de venta libre que contenga antibiótico y cubrirla con una venda estéril. Si continúa supurando, se debe mantener cubierta para evitar que la infección se propague y consultar lo más pronto posible con el médico.
- A veces, el color de la pus puede ser distinto al que estamos acostumbrados, es decir, puede ser más espeso y pegajoso y cambiar de amarillo pálido a rosa claro o marrón. Esto es debido a que se combinó con sangre, no significa que la infección sea más grave. No obstante, es importante lavar la lesión muy bien con una solución antiséptica, colocar una crema antibiótica y cubrirla con una gasa esterilizada. Posteriormente, se debe hacer seguimiento de la verruga infectada para cerciorar su estado y verificar que el tratamiento ha sido efectivo.
Bajo ninguna circunstancia, se debe apretar o abrir una verruga con pus en casa para tratar de drenar el líquido infeccioso, ya que esto complicaría la lesión.
Por otra parte, si el área cercana a la verruga infectada permanece inflamada, enrojecida, supura pus, produce dolor y aumenta la temperatura en esa zona, es fundamental consultar al médico para una evaluación detallada de la situación, pues, en ocasiones, la infección bacteriana puede extenderse y producir malestares adicionales y delicados como fiebre, escalofríos y malestar general.
Tratamientos efectivos para eliminar una verruga
Para eliminar una verruga de forma definitiva, es necesario acudir al médico para que haga una valoración detallada de la lesión e indique el tratamiento más efectivo para eliminarla según su tamaño, ubicación y síntomas. A continuación, explicamos los tratamientos más utilizados:
Medicamentos exfoliantes
La aplicación directa de un exfoliante a base de ácido salicílico sobre la verruga infectada ayuda a quitar las capas externas reduciéndola de tamaño poco a poco. Lo recomendable es aplicarlo con la piel limpia y húmeda durante varias semanas y, luego, retirar diariamente la superficie muerta de la verruga con una lima o piedra pómez.
Asimismo, otros ácidos como el tricloroacético también suelen eliminar la lesión, siempre y cuando se apliquen de manera sistemática. A veces, el especialista recomienda combinar este tratamiento con terapias de enfriamiento para garantizar su efectividad.
Crioterapia
Este tratamiento consiste en aplicar nitrógeno líquido sobre la verruga con la intención de crear una ampolla debajo y alrededor de ella para, luego, retirar o desprender el tejido muerto aproximadamente en una semana.
Por otra parte, este método ayuda a estimular el sistema inmunitario para combatir el resto de las verrugas virales. Este método suele dejar efectos secundarios en la persona como decoloración de la piel en el área tratada, dolor y ardor, por lo que no es recomendable para niños.
Láser
El tratamiento con láser es uno de los más utilizados para eliminar una verruga infectada. Se aplica directamente en la lesión para cauterizar los pequeños vasos sanguíneos, el tejido infectado muere y la verruga finalmente se desprende. A veces, suele causar dolor y dejar cicatrices.
Cirugía menor
Realizar la extirpación quirúrgica de una verruga es una opción. Por lo general, el médico la recomienda cuando los tratamientos anteriores no han funcionado. Usualmente, estas intervenciones son sencillas y ambulatorias, se realizan casi siempre en el mismo consultorio. Es importante tener en cuenta que las cicatrices pueden ser notorias y, a veces, las verrugas pueden volver a aparecer.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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