Trastornos neurológicos

Alodinia: qué es, causas y consecuencias

Melanie Re
Por Melanie Re. Actualizado: 10 septiembre 2024
Alodinia: qué es, causas y consecuencias

Existen numerosos trastornos que las personas experimentan a lo largo de su vida y muchos de ellos pueden tener algunas consecuencias. Puede suceder que las alteraciones o las lesiones neurológicas que provocan un efecto en el correcto funcionamiento de los nociceptores, que son receptores del dolor ubicados por todo el cuerpo, empiecen a activarse frente a diversos estímulos no dolorosos. En otras palabras, se comienzan a sentir fuertes molestias ante estímulos indoloros o, en ocasiones normales, que no provocan dolores grandes o insoportables. Esta alteración es conocida con el nombre de alodinia.

Los pacientes de alodinia sienten dolor ante factores muy comunes como el roce del viento, al encontrarse expuestos al frío o al calor, al cambiarse de ropa y en casi cualquier situación habitual. Además de que dentro de las patologías que provocan dolores crónicos es la más desconocida, también es la más difícil de abordar. En este artículo de ONsalus te ofrecemos abundante información sobre la alodinia: qué es, causas y consecuencias.

Índice
  1. ¿Qué es la alodinia?
  2. Alodinia: ejemplos y tipos
  3. Alodinia: causas
  4. Alodinia: fibromialgia y otras consecuencias

¿Qué es la alodinia?

Se considera como alodinia a una alteración que provoca la percepción de dolor o molestias grandes a partir de diversos estímulos que no deberían causar esa sensación. Es por este motivo que la traducción de la palabra griega con la que se conoce a esta patología es algo parecido a dolor diferente.

Los pacientes de este trastorno pueden sentir molestias en situaciones cotidianas como cepillarse el cabello, afeitarse la cara o incluso recibiendo caricias. Asimismo, podrían sentir una fuerte sensación de quemadura al ponerse en contacto con objetos que se encuentren a temperatura tibia o demasiado frío para lo que los demás consideran solamente fresco.

Estos dolores pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo y no cesan con el consumo de analgésicos, como sí ocurre con los dolores que sufre una persona que no cuenta con alodinia. Además, los pacientes de este trastorno pueden experimentar molestias aún después de que la estimulación haya parado o, incluso, los dolores pueden sentirse en un sector del cuerpo diferente al que estuvo sometido por el estímulo.

Por otra parte, hay que diferenciar entre la alodinia y la hiperalgesia, ya que en el último caso se da una reacción de dolor desproporcionada ante algún factor doloroso, mientras que en el primero no se reciben estímulos considerados objetivamente dolorosos. Igualmente, existen diversos tipos de alodinia que serán detallados a continuación.

Alodinia: qué es, causas y consecuencias - ¿Qué es la alodinia?

Alodinia: ejemplos y tipos

Los diferentes tipos de alodinia se encuentran clasificados según el tipo de estimulación que provoque el dolor. Una misma persona puede sufrir varios tipos de alodinia debido a que esta separación no se refiere a la existencia de subtipos diferenciados de la alteración, sino que hace referencia a los síntomas en sí mismos:

  • Alodinia táctil: esta es la manifestación más clásica de la alodinia, ya que surgen las molestias desagradables ocasionadas por estímulos táctiles como la vibración o la presión. En este tipo existen dos subtipos, la estática que consiste en la respuesta producida por el cuerpo frente a un único estímulo, por ejemplo, la presión con dedos o manos, y la dinámica que ocurre ante una estimulación repetida y ligera, como la fricción con una toalla o las caricias.
  • Alodinia térmica: este tipo de alodinia hace referencia a las consecuencias que provoca el cuerpo ante estímulos fríos o calientes pero que, en condiciones normales, no producen ningún tipo de molestias. Las personas que sufren dolor al entrar en contacto con el agua de la ducha se encuentran en esta clasificación.
  • Alodinia motora: los pacientes de alodinia motora son aquellos en que la alteración se presenta cuando los músculos o articulaciones entran en movimiento, por más normales que sean las acciones que se realicen. Es por ello que las personas que lo sufren pueden tener dolores al caminar, sentarse, vestirse o realizando cualquier acción de la vida cotidiana.

Alodinia: causas

La alodinia es atribuida a una sensibilización del organismo, la cual puede producirse a un proceso que se encuentra relacionado con el sistema nervioso central. Es decir, que el trastorno suele ser atribuido a alteraciones o lesiones ubicadas en las terminaciones nerviosas, o sea, en los receptores sensoriales del dolor conocidos como nociceptores.

Si bien puede que cualquier persona sufra sensibilidad transitoria por ciertas condiciones como estar expuestos a la luz solar por muchas horas, la sensibilización central en los pacientes de alodinia es patológica, ya que se produce a nivel de la médula espinal y el tronco cerebral. En esta alteración se desarrolla un aumento de la receptividad de los nociceptores que provoca que los mismos remitan señales de dolor al sistema nervioso central sin que se encuentren inhibidas por estructuras superiores o que, al mismo tiempo, se interpreten como sensaciones dolorosas a estimulaciones que no lo son.

Existen diversos factores que pueden favorecer la probabilidad de padecer alodinia. Entre ellos se encuentran:

Aunque también puede contribuir que exista de manera constante migraña o padecer de fibromialgia.

Alodinia: qué es, causas y consecuencias - Alodinia: causas

Alodinia: fibromialgia y otras consecuencias

Por las características de la alodinia, dicha afección se encuentra asociada a diversos trastornos que implican al sistema nervioso o que están estrechamente relacionados a la percepción del dolor. Por lo tanto, entre las consecuencias más comunes de esta patología se destacan:

  • Migraña crónica: se trata de un dolor de cabeza que reaparece constante y repentinamente, que llega a ser intenso, pulsátil y suele producir otras alteraciones, entre ellas visuales y nauseas.
  • Neuropatía periférica: ocurre una afectación en los nervios del cuerpo, a excepción de los del cerebro y la médula espinal, alterando la función de los mismos en la transmisión de estímulos.
  • Fibromialgia: es un trastorno que se caracteriza por producir dolores musculares y hipersensibilidad en el cuerpo.
  • Síndrome de dolor regional complejo o distrofia simpática refleja: destacan síntomas como piel muy sensible y dolor intenso y continuo. La severidad de este síndrome varía y tiende a empeorar con el tiempo.
  • Neuralgia postherpética: como su nombre lo indica, consiste en una afección que conlleva un dolor intenso y constante en algún nervio, además de otros síntomas, tras las afectaciones sufridas por padecer herpes.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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