Neuropatía periférica: síntomas, tipos y tratamiento
El sistema nervioso es crucial en nuestro organismo, al estar vinculado a la coordinación de casi todos los procesos del mismo y estar en todas partes. Su funcionamiento óptimo o deficiente, va a repercutir en una muy buena salud general o en la aparición de uno o varios síntomas, aún cuando la cantidad de nervios originalmente afectados sea poca.
En ONsalus comentamos qué es la neuropatía periférica: síntomas, tipos y tratamiento. Una afección nerviosa muy compleja, tanto en las causas que pueden provocarla como los síntomas y manifestaciones que produce en nuestro organismo.
Clasificación del sistema nervioso
El sistema nervioso está clasificado de diversas maneras. La primera es la diferenciación entre el sistema nervioso central y el sistema nervioso periférico.
El sistema nervioso central está compuesto por el cerebro y la médula osea, la cual se extiende a lo largo de la columna vertebral por su interior. Es la computadora central del cuerpo, en cooperación con el sistema endocrino, específicamente hipotálamo, glándulas hipófisis y pineal. Este sistema nervioso central (SNC), desde el cerebro y a través de la médula osea, envía las señales al sistema nervioso periférico, que se encarga de transmitir dichos comandos a las distintas regiones del cuerpo (neuronas eferentes), y a su vez recogen información del medio y la envían al SNC para su debido procesamiento (neuronas aferentes).
A su vez, el sistema nervioso se clasifica en sistema nervioso autónomo o vegetativo y el sómatico:
- El sistema autónomo se encarga de regular todas aquellas funciones involuntarias, por ejemplo, el proceso digestivo.
- El somático es aquel que manejamos voluntariamente, por ejemplo, al querer levantar un brazo.
Estas aclaraciones son necesarias para entender la neuropatía periférica y el porqué de su complejidad.
Neuropatía periférica: definición y síntomas
La neuropatía periférica es una insuficiencia a nivel del funcionamiento de los nervios aferentes y/o eferentes, que pueden producir diversos síntomas, dependiendo del tipo de nervio y zona afectada.
Los síntomas más comunes son los siguientes:
- Atrofia o debilidad muscular: cuando los nervios afectados son motores (sistema somático).
- Hipoestesia o anestesia: sensibilidad reducida en algún sentido, especialmente el tacto.
- Disestesia: otros trastornos de la sensibilidad que pueden involucrar sensación de ardor, hormigueo, entumecimiento o dolor neuropático.
- Sensibilidad postural: dificultad para saber dónde se encuentran distintas partes del cuerpo.
- Disfunciones en el control de esfínteres: incontinencia fecal y urinaria.
- Disfunción en la actividad peristáltica: estos son productos de daños en el sistema nervioso autónomo. Ejemplo: dificultad para pasar alimentos una vez tragados, estreñimiento y obstrucción intestinal.
Otros síntomas productos de la afección en el sistema autónomo son:
- Incapacidad para regular presión arterial
- Dificultad para transpirar y/o respirar adecuadamente.
Este cambio en la sensibilidad y control de músculos y vísceras suele aparecer gradualmente. En el caso específico de los trastornos de la sensibilidad, estos suelen ser graduales, iniciando en la periferia de una extremidad (manos o pies) y extendiéndose hacia el centro, como es el caso de las neuropatías idiopáticas.
Neuropatía periférica: tipos
Esta insuficiencia puede originarse por una gran cantidad de factores, y dependiendo de tales causas se diferencian los tipos de neuropatía periférica:
- Diabetes: lleva a una nutrición deficiente de todo el sistema, incluyendo el nervioso.
- Hipotiroidismo, enfermedades renales o cualquier condición que produzca alta acumulación de líquido, estropeando o bloqueando los nervios.
- Obesidad: la obstrucción del oxígeno por el exceso de grasa puede facilitar la neurodegeneración.
- Plexopatías: Son aquellas que abarcan todo un plexo nervioso. Ellas son la plexitis branquial y plexitis lumbosacral.
- Infecciones: bacterias, parásitos y/o virus pueden causar esta afección. Entre ellas: Citomegalovirus, Herpes simplex y complex, hepatitis B y C, VIH, y bacterias de la lepra y la difteria.
- Tumores cancerígenos: el tumor y su crecimiento puede afectar la circulación sanguínea y/o al tejido nervioso directamente.
- Quimioterapias: en este proceso terapéutico se corre el riesgo de dañar tanto células benignas como malignas.
- Inflamación inmune desmielinizante: El síndrome de Guillian-Barré y de Miller-Fisher.
- Abuso de drogas: actúan directamente sobre el sistema nervioso tanto central como periférico, y su consumo genera efectos adversos en el mismo a corto y largo plazo.
- El estrés crónico y la inflamación de bajo grado: poco a poco consumen el organismo, dejándolo sin recursos.
- Accidentes y traumatismos: los más frecuentes son el síndrome del túnel del carpo y del nervio ciático.
- Neuropatía idiopática: aquella que avanza progresivamente desde la periferia (Ej.: manos y/o pies). No se conoce causa ni cura.
- Factores genéticos hereditarios, como la enfermedad de Charcot-Marie-Tooth.
- Inducida por frío o por radiación.
- Inducidas por toxinas: plomo, mercurio, platino, arsénico, entre otras.
Mononeuropatías y plurineuropatías
Esta es otra taxonomía, utilizada para diferenciar la cantidad de nervios afectados, refiriéndonos con mononeuropatía cuando es uno solo y plurineuropatía cuando es más de uno. La polineuropatía es el tipo más frecuente. Ejemplos de mononeuropatías son algunas de tipo idiopático craneal, como la Parálisis de Bell y la neuralgia del trigémino.
Neuropatía periférica: tratamiento
Así como existen tantos tipos de neuropatías, las herramientas para combatirlas son diversas. Lo inicial es que debe combatirse la causa de la misma, para no aplicar un tratamiento que sea completamente inútil.
Una vez cubierto este requisito, lo más común es tomar medicamentos que asistan en el manejo del dolor del paciente. En estos casos se recurre a:
- Medicamentos antidepresivos como gabapentina y amitriptilina.
- Anticonvulsivos como carbamazepán y lamotrigina.
- En menor medida analgésicos como el ibuprofeno y acetaminofén.
Ninguno de estos medicamentos pueden ser usados abusivamente o sin vigilancia médica, pues pueden empeorar la condición.
En el caso específico de las neuropatías idiopáticas, la medicina sólo ha encontrado mitigar los síntomas con estos medicamentos, pero no la cura de la enfermedad, que en el resto de las clasificaciones alcanza un promedio 80% de casos de cura completa de la neuropatía.
También existen estos otros recursos:
- Medicamentos de uso tópico (capsaicina y lidocaína tópica).
- Correcta alimentación y nutrición.
- Práctica de ejercicio físico constante.
- Ozonoterapia.
- Acupuntura.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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