Siento ardor en la cara: causas y tratamiento
La sensación de ardor en la cara no es algo muy común y cuando ocurre es normal preocuparse. En muchas ocasiones, viene acompañado de otros síntomas, físicos o no. Puede deberse a diferentes causas, por ejemplo es muy común padecer ardor en la cara cuando has sentido vergüenza en un momento determinado, e incluso puede que tu rostro se esté volviendo rojizo en ese momento. Sin embargo, cuando ocurre durante un tiempo y la sensación de ardor no desaparece, es probable que se deba a una causa mayor, como algún nervio dañado. Hay varias afecciones que causan este síntoma, pero todas tienen tratamiento. Es importante acudir al médico de urgencia si, además del ardor, no se puede mover la cara (parálisis). En este artículo de ONsalus te contamos las causas y el tratamiento de la sensación de ardor en la cara.
Sensación de ardor en la cara
La sensación de ardor en la cara se describe como una sensación de calor por todo el rostro o en una zona determinada. Las personas que lo han padecido no solo han sentido calor sino que, además, han descrito los síntomas como alfileres o agujas, lo que se asocia a un adormecimiento. También se puede sentir una especie de hormigueo que hace alusión a una parestesia. La parestesia son un conjunto de síntomas o sensaciones entre los que están sentir calor o frío, cosquilleo u hormigueo y normalmente se debe a problemas en el sistema nervioso o, a veces, en el circulatorio.
Estos síntomas pueden aparecer como un ardor en la cara que puede cambiar a un hormigueo y adormecerse o simplemente sensación de ardor constante. Cualquier sensación de este tipo se debe a un síntoma relacionado con un nervio sensorial dañado.
Causas de la sensación de ardor en la cara
Hay varias causas por las que puede aparecer la sensación de ardor en la cara y en la mayoría de los casos esta sensación es un síntoma de alguna afección. Las principales causas que pueden provocar este síntoma son:
Neuralgia del trigémino
La neuralgia del trigémino también es conocida como tic doloroso. Es una afección crónica que afecta a un nervio craneal llamado nervio trigémino, de ahí su nombre. Es uno de los nervios más largos de la cabeza y se encarga de llevar las sensaciones de tacto y dolor desde la cabeza hasta el cerebro.
La persona que lo padece siente ardor extremo en la cara que suele ser repentino y muy fuerte de forma esporádica. Además, siente dolores fuertes parecidos a calambrazos eléctricos que pueden interferir en la vida diaria. Lavarte los dientes o incluso una pequeña ráfaga de aire (frío o caliente) puede hacer que el dolor o ardor aparezca.
Puede producirse a cualquier edad, pero la mayoría de pacientes que lo padecen superan los 50 años. No se han determinado unas causas exactas, pero es muy probable que se deba a algún vaso sanguíneo que está comprimiendo este nervio.
Rosácea
La rosácea es un problema crónico de la piel. Es fácil de identificar, ya que su principal característica es que la cara se torna de color rojo. También pueden aparecer bultos o granitos como los del acné, pero de diferentes propiedades. Hay varios tipos de rosácea, pero los síntomas son los mismos para todos y entre ellos está la sensación de ardor en la cara.
Las causas se desconocen, pero la rosácea está asociada a una hinchazón de los vasos sanguíneos debajo de la piel que otorga el color rojizo a la cara. Cuanto mayor sea el flujo sanguíneo, más grande será la sensación de calor.
Cualquier persona puede padecer rosácea, pero es más común en mujeres de mediana edad con una piel clara.
Accidente cerebrovascular (ACV)
Un accidente cerebrovascular ocurre cuando el flujo de sangre de una parte del cerebro se detiene. También se le conoce como derrame cerebral o ictus. Sus características principales son la pérdida de fuerza y/o movilidad en una mitad del cuerpo, que suele ser la contraria a donde se produjo la lesión. Cada hemisferio del cerebro controla la mitad contraria, es decir el hemisferio derecho controla la mitad izquierda del cuerpo, por lo que si el ACV se ha producido en el hemisferio derecho, será la mitad del cuerpo izquierda la que quede paralizada.
Los síntomas, además, incluyen sensación de dolor que la persona puede describir como sensación de ardor en la cara o en las zonas afectadas.
La principal causa del ACV una presión arterial elevada, pero se asocia normalmente a una vida sedentaria con poca movilidad. Por eso, se recomienda andar al menos 20 minutos al día. Sobre todo la falta de movilidad en las extremidades inferiores (piernas) puede ayudar a provocar un ACV. Además, también influyen el consumo de drogas, el tabaco o el consumo excesivo de alcohol.
Neuropatía periférica
Los nervios periféricos transportan la información desde el cerebro hacia otras zonas del organismo y desde estas al cerebro. Cuando estos nervios no funcionan como es debido, se produce una neuropatía periférica que puede afectar a uno o más de estos nervios y a su vez a otros nervios del cuerpo.
Los síntomas dependerán del nervio o nervios que hayan sido dañados, pero suele aparecer sensación de ardor u hormigueo que progresivamente provoca una pérdida de sensibilidad. Las personas que sufren neuropatía periférica pueden dejar de sentir el dolor, lo que puede ser de bastante gravedad, ya que no sabrán si están heridos o están sufriendo un infarto. La sensación de ardor en la cara puede ser un síntoma si se ha dañado alguno de los nervios que afecte a la zona. Es importante acudir al médico si la sensación de ardor se convierte en hormigueo, adormecimiento o pérdida de la sensación de dolor.
Rubor facial
El flujo sanguíneo no solo transporta la sangre sino que además regula la temperatura, por lo que cuanto mayor sea, habrá más sensación de calor. Muchas personas sienten rubor (enrojecimiento de la cara debido al flujo sanguíneo) en algunas situaciones de vergüenza, ansiedad o después de hacer deporte.
En estos momentos, es normal sentir una sensación de calor o ardor en la cara que desaparecerá cuando la situación haya finalizado o cuando se haya descansado después del ejercicio y el flujo vuelva a ser el normal.
Quemaduras por el sol
Cuando el sol incide en nuestra piel y nos quema, se produce un enrojecimiento de la piel que conlleva sensación de ardor. Esto se debe a que la piel ha sido dañada por una exposición excesiva al sol. Puede que no haya sido tan duradera como creías, pero también depende del tipo de piel. Por eso, es importante aplicarse protección solar siempre, y cuanto más alta mejor. La piel tiene memoria y puede causar problemas más graves pasados los años.
Tratamiento para el ardor en la cara
El tratamiento para la sensación de ardor en la cara dependerá de la causa que lo haya provocado. Cuando se sufre este síntoma y va acompañado de parálisis, hormigueo, adormecimiento u otros síntomas más graves, es importante acudir al médico con urgencia.
Si el ardor se ha producido por una situación de estrés, ansiedad o un rubor por sensación de vergüenza o por haber hecho ejercicio, desaparecerá cuando haya pasado la situación. Sin embargo, si esta sensación persiste o los síntomas de ansiedad son duraderos o persistentes conviene acudir a un especialista psicólogo para que trate el problema raíz.
Las quemaduras por el sol, por su parte, se pueden curar aplicando una crema hidratante y refrescante que alivie los síntomas. Es importante protegerse del sol siempre aunque haya nubes, sobre todo en las horas altas (12:00 a 16:00 horas), que es cuando más afecta en nuestra piel. Aunque haya nubes, los rayos de sol atraviesan la atmósfera y llegan a nuestra piel de igual manera. Para la sensación de ardor, puedes colocarte una compresa fría en la cara y aliviar este síntoma.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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