Por qué tengo una mano fría y la otra no

El cuerpo experimenta cambios de temperatura por varias razones. Esto se puede presentar por inflamación en otras partes del cuerpo o por una mala circulación sanguínea.

Independientemente de la razón por la que se presente, cuando la temperatura corporal local aumenta en un lado del cuerpo, una de las manos puede sentirse caliente mientras que la otra estará fría.

Te has preguntado: ¿Qué haces con tus manos? Para ello, debes revisar, por ejemplo, si estás mucho tiempo ante el ordenador, con qué mano agarras el ratón, ya que realizar algunas actividades con una mano en particular puede producir calor y hacer que la temperatura aumente ligeramente, haciendo que la otra se sienta más fría.

Esto se debe a que la piel está diseñada para absorber calor, por esto, si mantiene el contacto con algo más cálido, puede hacer que sientas que tu mano está produciendo su propio calor y que la otra está muy fría sin darte cuenta.

Con frecuencia, la mala circulación sanguínea puede ocasionar un descenso repentino de la temperatura en el área que no recibe suficiente flujo sanguíneo. Para cerciorarte de que esto está pasando, basta con presionar la parte superior de uno de los dedos, evitando así que la sangre llegue a la punta del dedo. De repente, puedes sentir que la temperatura baja solo en esa zona.

Cuando los músculos se contraen para ayudar a impulsar la sangre a todo el cuerpo y esto no funciona correctamente, puede ocasionar un cambio de temperatura. Cuando los músculos de una mano son más débiles, es posible que esa mano esté más fría que la otra. Esta situación puede ser generada por una vasoconstricción que se presenta cuando los músculos se contraen con fuerza durante un largo tiempo, lo cual puede cortar el flujo de sangre en un lado del cuerpo.

En estos casos, las yemas de los dedos pueden volverse azuladas por la falta de sangre oxigenada que fluye hacia ellas.

Estar expuesto a bajas temperaturas y tener, por ejemplo, una mano fuera del bolsillo o sin ninguna protección para el frío, indudablemente, hará que tengas esa mano más fría que la otra.

Esto se debe a que el cuerpo dirige de forma automática la sangre al centro más importante del cuerpo para que siga funcionando. Las manos y los pies no son tan necesarios para la supervivencia, por esta razón, el flujo de sangre puede ser menos abundante hacia esta zona en la medida que aumenta el frío.

La falta de movimiento puede hacer que una mano esté fría y la otra no, lo cual tiene que ver con la circulación de la sangre. Cuando una mano se mueve por un periodo de tiempo y luego permanece quieta, se produce una falta de circulación sanguínea en la misma.

Si esto se produce en la parte superior del cuerpo o el torso, incluyendo las manos, existe la posibilidad de que una se sienta más fría mientras la otra está caliente. El movimiento evitará que se presente esta situación: actividades como caminar, cambiar de posición como ponerse de pie o incluso mover los brazos y las extremidades evitará que se produzca esta situación.

Existen enfermedades que no son muy comunes como la enfermedad de Raynaud, que hace que los vasos sanguíneos reaccionen de forma exagerada a los estímulos como el frío o el estrés, creando una tensión que restringe el flujo sanguíneo.

Los síntomas de esta alteración no siempre se hacen presentes. Además, los médicos aún no están seguros de la causa que la genera, sin embargo, puede ocurrir cuando existe un bloqueo en una de las arterias que va dirigida hacia la mano, por esta razón, el flujo sanguíneo se reduce provocando una bajada en la temperatura.

En estos casos, el médico realizará el diagnóstico de esta enfermedad para, posteriormente, indicar el tratamiento a seguir.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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