Valores normales de la urea

Como hemos comentado, los riñones son los encargados de mantener los niveles de urea adecuados en la sangre, eliminando este residuo a través de la orina. Sin embargo, ciertos factores pueden hacer que este proceso no se lleve a cabo correctamente. Algunas de las causas de la urea alta son:

• Dietas con exceso de proteínas.
• Enfermedades renales.
• Fallo cardíaco.
• Hemorragias gastrointestinales.
• Obstrucciones renales.
• Hipovolemia (disminución del volumen de sangre circulante por hemorragia, deshidratación o quemaduras).
• Inanición (malnutrición extrema).
• Beber poco agua.
• Exceso de ejercicio.

A pesar de ser menos común, los niveles de urea también pueden presentarse más bajos de lo adecuado, lo que resulta un problema del mismo modo que cuando los niveles son altos. En este caso, las causas que pueden provocar urea baja en sangre son los siguientes:

• Dieta pobre en proteínas.
• Fallo hepático.
• Embarazo.
• Exceso de hidratación.
• Malnutrición.

Ante la presencia de unos valores elevados de urea en la sangre, pueden presentarse los siguientes síntomas:

• Astenia.
• Palidez.
• Pérdida de peso.
• Taquicardia.
• Vómitos.
• Diarrea.
• Deshidratación.
• Hipotensión.
• Dolor en los riñones.

Es importante destacar que, si la situación se agrava, puede producirse uremia, una especie de envenenamiento en los órganos internos por el exceso de urea. Cuando esto ocurre, los síntomas pueden empeorar y presentarse cefalalgia súbita, vómitos muy fuertes, atontamiento, convulsiones, vértigos, ataques epilépticos y fiebre alta.

Como mencionamos al principio, la alimentación tiene mucho que ver en esta condición. Sin embargo, será imprescindible que un médico examine los resultados del análisis de sangre para dar con la causa y aplicar el tratamiento adecuado.

Uno de los aspectos más importantes para evitar este problema es mantenerse suficientemente hidratado; el agua es uno de los mejores aliados, puesto que contribuye a depurar el organismo de todas las toxinas que no necesita y, por lo tanto, a eliminar la urea y los residuos del metabolismo de las proteínas.

Por otro lado, habrá que evitar consumir alimentos muy ricos en proteínas, como son los quesos, los embutidos, la carne roja, el atún, el bacalao, la merluza, los piñones o la soja, entre otros. Además, hay que tener en cuenta que ante un daño en los riñones debe controlarse la cantidad de minerales que se ingieren, especialmente de sodio, potasio y fósforo. Como siempre, una alimentación equilibrada y saludable será el mejor aliado para mejorar nuestra salud.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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