Bursitis de rodilla: causas, síntomas y tratamiento
Se denomina bursitis a la inflamación producida en una bolsa situada en la rodilla debido a la acumulación de líquido. La función de esta bolsa es la de actuar como un amortiguador entre los huesos, músculos y tendones. Como consecuencia, se experimenta dolor alrededor de la articulación cuando se ejerce presión, así como hinchazón y enrojecimiento. Se trata de una dolencia causada, en la mayoría de ocasiones, por una sobrecarga y la acumulación de líquido puede verse acompañada de sangre debido a la ruptura de los vasos sanguíneos, generando un hematoma. Si quieres conocer más sobre este dolencia, en ONsalus te informamos acerca de las causas, síntomas y tratamientos de la bursitis de rodilla.
Tipos de bursitis de rodilla
La hinchazón que provoca la bursitis puede tener lugar en diferentes partes de la rodilla donde de encuentran las bolsas. En función de la bolsa inflamada, se distinguen varios tipos de bursitis de rodilla.
- Bursitis prepatelar. Es la inflamación más frecuente y tiene lugar en la parte delantera de la rótula. Suele ir acompañada de dolor moderado que incrementa al apoyar la rodilla.
- Bursitis anserina. La infmalación se localiza en la parte interna de la rodilla y el dolor aparece cuando se realizan movimientos como subir y bajar escaleras. Es más común en mujeres que sufren de sobrepeso o artritis.
- Bursitis iliotibial. La inflamación va acompañada con dolor en la parte externa de la rodilla y tiene lugar en deportistas.
Causas de la bursitis
La bursitis puede tener su origen en dos causas principalmente. La primera, conocida como bursitis mecánica o traumática, se debe a una contusión o presión excesiva de la rodilla así como una fricción continua de la bursa debido a algún movimiento; la segunda, llamada bursitis de causa sistémica o metabólica, está causada por otras dolencias como gota, artritis reumatoide, heridas o infecciones.
En función del tiempo en que se prolongue la inflamación, la bursitis se considerará aguda o crónica. Cuando hablamos de bursitis aguda, nos referimos a la hinchazón durante un período breve y suele aparecer al realizar algún ejercicio o por soportar más peso de lo habitual, como podría ser el levantamiento de pesas o incluso rezar. En segundo lugar, la bursitis crónica se prolonga durante algunas semanas y la causa es la presencia de diferentes bursitis agudas o al haber tenido una bursitis aguda mal curada.
Síntomas asociados a la bursitis de rodilla
Los síntomas más habituales que pueden presentarse cuando una persona padece de bursitis de rodilla son los siguientes:
- Dolor que suele aparecer al realizar algún movimiento que implica el esfuerzo de la rodilla, además de rigidez y cojera.
- Inflamación de una de las partes de la rodilla, según el tipo de bursitis que la persona padezca. Si se presiona la zona inflamada el dolor aumenta.
- En algunas ocasiones puede presenciarse un hematoma como consecuencia de la acumulación de sangre. En este caso hablamos de bursitis hemorrágica.
- Calor acompañado de enrojecimiento en la parte de la rodilla afectada.
- Aparición de fiebre debido a una bursitis séptica como resultado de una infección provocada por una herida.
Los síntomas suelen presenciarse juntos y se detectan fácilmente. Por ello, la persona sentirá enseguida dolor cuando se produzca la hinchazón.
Tratamiento de la bursitis de rodilla
En la mayoría de los casos, la bursitis de rodilla no requiere ningún tipo de intervención quirúrgica. Se recomienda aplicar hielo en la zona en la que se ha producido la inflamación varias veces al día así como reposar y evitar la realización de ejercicios o actividades que impliquen trabajar la rodilla. Cuando la inflamación no desaparece, uno de los tratamientos más habituales es la administración de corticoides, una sustancia antiinflamatoria que permite reducir la inflamación y el dolor. Del mismo modo, también puede aplicarse el conocido como plasma rico en factores de crecimiento, con el fin de facilitar que los tejidos se regeneren. Además, no implica cirugía. En los casos en los que sea necesario, la cirugía artrostópica permite visualizar el interior de la rodilla y realizar una intervención quirúrgica para sanar la zona dañada. En este procedimiento puede utilizarse tanto anestesia local como general. En el caso de bursitis sépica, el tratamiento se basará en la administración de medicamentos para acabar con la infección que origina la acumulación de líquido.
Algunas de las recomendaciones para evitar sufrir bursitis de rodilla son:
- Ejercitar nuestro cuerpo. Practicar deporte para mantener en forma los huesos, tendones y articulaciones.
- Calentar antes de realizar actividad física a través de los estiramientos adecuados.
- Evitar aquellas posturas que supongan un sobresfuerzo de las articulaciones.
- Mantener una dieta equilibrada para mantener en buena forma nuestros huesos y articulaciones.
- Evitar sobrepeso manteniendo un peso adecuado para nuestra altura y edad.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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