Diverticulitis: causas, síntomas y tratamiento
Los divertículos intestinales son unas pequeñas bolsas que crecen en la pared interna del intestino grueso de modo anormal, lo que recibe el nombre de diverticulosis. Suelen desarrollarse especialmente en el colon y su aparición puede desencadenar otras afecciones como la diverticulitis, que se ocasiona cuando estos divertículos se infectan e inflaman.
La diverticulosis afecta más frecuentemente a personas mayores de 50 años y es muy común entre la población. El mejor modo de prevenirla, y también de evitar la posterior aparición de la diverticulitis, es mantener una dieta saludable y rica en fibra. Hoy en ONsalus te explicamos las causas, síntomas y tratamiento de la diverticulitis.
Causas de la diverticulitis
En su mayoría, los divertículos intestinales se desarrollan por un aumento en la presión interna del colon. Sin embargo, también se considera que la dieta influye en esta afección, puesto que una falta de fibra en el organismo provoca un retraso en los movimientos intestinales, aumentando el riesgo de sufrir diverticulosis.
El estreñimiento, fruto de la poca ingesta de fibra, provoca que las deposiciones sean más difíciles. En el proceso, y a causa de la presión que generan los músculos estreñidos, pequeños trozos de heces pueden quedar atrapados en los divertículos y hacer que estos se irriten, causando la diverticulitis. Otros factores como la obesidad, el sedentarismo, la ansiedad y el estrés pueden colaborar en la aparición de este problema.
Síntomas de la diverticulitis
Más del 80% de los pacientes con diverticulosis no sufren ningún tipo de síntoma; algunos, en ocasiones, pueden observar sangre en las deposiciones o en el papel higiénico y presentar dolores intermitentes o continuados en el abdomen bajo, especialmente en el lado izquierdo.
Por otro lado, la diverticulitis sí suele presentar múltiples síntomas. Entre ellos, puede padecerse de:
- Sensibilidad o dolor abdominal agudo y constante que irradie incluso hacia la espalda.
- Fiebre.
- Escalofríos.
- Cambios en el funcionamiento del tránsito intestinal con diarrea o estreñimiento.
- Gases.
- Náuseas.
- Vómitos.
- Falta de apetito y fatiga.
Tratamiento de la diverticulitis
El diagnóstico de la diverticulosis puede realizarse mediante exámenes radiológicos o endoscópicos que permitan analizar la zona intestinal, mientras que la diverticulitis suele detectarse más fiablemente a través de una ecografía o una tomografía axial computarizada (TAC).
Los divertículos no desaparecen con el tiempo. El objetivo del tratamiento, por lo tanto, es evitar que la diverticulitis se repita en un futuro y para ello es imprescindible seguir una dieta rica en fibra que favorezca el buen funcionamiento intestinal. Si las consecuencias de la diverticulitis se agravan, pueden tratarse con cirugía para limpiar el abdomen tras la infección o retirar los divertículos inflamados.
Si solo se sufre diverticulosis, una dieta rica en fibra puede ser suficiente para aliviar los síntomas. Sin embargo, una vez la diverticulitis es diagnosticada, el primer paso será realizar un reposo absoluto con una dieta estricta, una buena hidratación y la administración de analgésicos y antibióticos por vía intravenosa. Por otro lado, una sonda nasogástrica puede ser la solución para relajar el intestino y evitar las náuseas, los vómitos y la distensión abdominal.
Recomendaciones
Como hemos mencionado anteriormente, llevar una dieta estricta será fundamental para mejorar las deposiciones, recuerda que tu médico es el que debe suministrarte la dieta adecuada según tu condición. A continuación te damos recomendaciones para tu alimentación:
- Consume hasta dos tazas de lácteos al día.
- Evita los aderezos y las salsas picantes.
- Puedes consumir las siguientes verduras crudas: lechuga, pepinos, calabacín y cebolla.
- Las frutas que debes consumir son: melón, sandía, melocotón, papaya, nectarina y ciruela.
- Evita la cafeína.
- Mantente hidratado.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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