Dolor en el ano y bajo vientre: causas y tratamiento
El dolor en el ano y bajo vientre suelen estar identificados como un trastorno estructural y funcional que afecta al recto, la vejiga y la musculatura del suelo pélvico. Normalmente, estos malestares aparecen por alteraciones en el tránsito intestinal, hemorroides, endometriosis intestinal, proctitis, prostatitis, infecciones de transmisión sexual, entre otras patologías. Suelen ir acompañados, además, de otros síntomas según la causa, como estreñimiento, sangrado rectal, náuseas, diarrea, etc., que pueden complicar la salud del paciente. Por ello, es importante tratar con prontitud esta situación para evitar daños mayores o descartar algo más peligroso.
Si quieres saber con detalle cuáles son las causas principales del dolor en el ano y bajo vientre y su tratamiento, te invitamos a que sigas leyendo este artículo de ONsalus.
Alteración en el tránsito intestinal
Las alteraciones en el ritmo intestinal suelen provocar manifestaciones de diarrea o estreñimiento con intensidad variable, que aparecen y evolucionan según los hábitos alimenticos, el estilo de vida y el estado de ansiedad que tenga la persona.
Los cambios en el tránsito intestinal pueden acelerar o retrasar las evacuaciones, siendo estas duras y difíciles de expulsar en caso de estreñimiento o, por el contrario, líquidas y frecuentes en caso de diarrea. Este proceso patológico provoca dolor y espasmos en el ano y el bajo vientre, náuseas y cefalea.
Tratamiento
El tratamiento dependerá de si los síntomas son debidos al estreñimiento o la diarrea. En caso de estreñimiento, es fundamental mantener una dieta equilibrada rica en fibra y beber abundantes líquidos como agua y jugos naturales de fruta. Asimismo, en ocasiones, el médico tratante puede indicar laxantes bajo dosis precisas y por un tiempo definido.
En caso de diarrea, el tratamiento se centra en normalizar el equilibrio hidrosalino, establecer medidas de rehidratación oral y mantener una dieta que contenga alimentos astringentes en pequeñas porciones para, luego, incorporar progresivamente otros alimentos.
Hemorroides
Las hemorroides pueden desarrollarse de manera interna o externa en el recto. Por lo general, aparecen cuando se produce demasiada presión en las venas cercanas al ano, lo cual puede suceder durante el embarazo, en personas obesas, estreñidas, con una mala alimentación, que pasan mucho tiempo sentadas o debido al debilitamiento de los tejidos del ano.
Esta afección genera casi siempre dolor y picor en la zona del ano y, según la intensidad del caso, las molestias pueden propagarse hacia la parte baja del vientre, producir sangrado anal durante la evacuación y un ardor persistente.
Tratamiento
Las hemorroides se tratan bajo un protocolo farmacológico de analgésicos y antiinflamatorios orales o supositorios para calmar el dolor y una alimentación rica en fibra, incorporando a la dieta avena, quinoa, auyama, verduras y frutas. También se recomienda beber mucha agua durante el día para mejorar la digestión.
En casos crónicos, el tratamiento puede enfocarse en una extirpación bajo anestesia local o un procedimiento de ligadura hemorroidal, según la consideración del médico tratante.
Endometriosis intestinal
La endometriosis intestinal es una patología benigna y frecuente en las mujeres de edad fértil en la que el endometrio se desarrolla fuera del útero, específicamente, alrededor de los órganos abdominales y pélvicos y las paredes del intestino tanto internas como externas. Esto dificulta su funcionamiento y provoca un intenso dolor abdominal que se propaga al bajo vientre. También, algunas mujeres con esta afección manifiestan dolor anal, dificultad para evacuar y náuseas.
Tratamiento
Es indispensable acudir al ginecólogo ante la presencia de estos malestares para determinar un diagnóstico preciso y el tratamiento adecuado.
Por lo general, en un inicio, se recomienda un tratamiento a base de analgésicos y suplementos de hormonas para reducir el dolor en el caso de que la mujer no esté intentando quedar embarazada.
En otros caso, se recomienda la cirugía remover los tejidos y ayudar a preservar la fertilidad de la mujer.
Síndrome del elevador del ano
Este síndrome se vincula a espasmos involuntarios del músculo cercano al ano que, por lo general, aparece de manera repentina sin causa aparente, provocando dolores o molestias de manera esporádica. No obstante, en algunos casos puede causar un gran dolor que perdure durante horas.
La causa de esta patología no está definida, sin embargo, el estrés, permanecer mucho tiempo sentado, el parto, las relaciones sexuales o defecar haciendo mucho esfuerzo son factores que pueden ocasionarla.
Las personas con esta afección manifiestan, además del dolor en el ano, molestias en la zona del bajo vientre, espalda, caderas y glúteos, ya que el músculo elevador del ano forma parte del suelo pélvico.
Tratamiento
En estos casos, es importante primero identificar lo que está desencadenando los espasmos para establecer el tratamiento apropiado. Normalmente, el médico tratante receta relajantes musculares cada 12 horas, analgésicos para aliviar el dolor persistente y baños de asiento 3 veces al día entre 15 a 20 minutos.
Usualmente, puede recomendar también fisioterapia del suelo pélvico, como los ejercicios de Kegel inversos, técnicas de estiramiento y electroterapia, según la particularidad del caso.
Proctitis
La proctitis es la inflamación del revestimiento del recto y es más común en aquellas personas que padecen enfermedades de Crohn, colitis ulcerosa, enfermedades de transmisión sexual o que han sido sometidas a radioterapias para el tratamiento de algunos tipos de cáncer.
Entre sus síntomas, se encuentran la sensación continua de tener que defecar, sangrado anal, dolor en el bajo vientre y punzadas en el ano, diarrea y sensación de taponamiento en el recto.
Tratamiento
Si la proctitis está causada por una infección, el tratamiento deberá ser antibiótico en caso de infecciones bacterianas, o con antivirales en caso de infecciones virales.
En el caso de que esté causada por una enfermedades inflamatoria intestinal, se pueden recomendar medicamentos antiinflamatorios, corticoesteroides o inmunosupresores.
Enfermedades de transmisión sexual
Algunas enfermedades de transmisión sexual, como la clamidia o la gonorrea, pueden causar dolor en el ano y bajo vientre, entre otros síntomas.
La clamidia, por su parte, es una infección que puede ocasionar dolor en el bajo vientre, dolor al orinar y al mantener relaciones sexuales, flujo vaginal anormal, sangrado entre periodos, secreción del pene y dolor o secreción del ano.
La gonorrea suele provocar dolor al orinar, aumento del flujo vaginal, secreción del pene, sangrado vaginal entre periodos, dolor abdominal o pélvico y comezón anal o secreción del recto.
Tratamiento
Ambas infecciones necesitan de un tratamiento antibiótico específico para curarlas. También es importante tratar a la pareja con el mismo tratamiento para evitar la reinfección y no mantener relaciones sexuales durante el tratamiento.
Fisura anal
Una fisura anal aparece por un pequeño desgarro en el tejido delgado que recubre el ano debido al estreñimiento, al hacer esfuerzos físicos, defecar heces duras y grandes o durante el parto.
Esta lesión en el conducto anal provoca un gran dolor durante la evacuación, que suele permanecer durante varias horas y, en ocasiones, puede propagarse hacia la zona del bajo vientre. Además, produce un sangrado muy evidente al limpiarse con el papel higiénico.
Tratamiento
La fisura anal, en su mayoría, sana rápidamente con tratamientos caseros, aproximadamente entre 4 a 6 semanas. Lo recomendable es mantener una alimentación rica en fibra, beber abundante líquido para prevenir el estreñimiento y realizar una rutina de ejercicios diariamente.
Asimismo, es recomendable tomar baños de asiento 2 o 3 veces al día por 20 minutos con la intención de relajar el esfínter anal interno.
En algunas circunstancias, el especialista puede recomendar algunos medicamentos como nitroglicerina en crema, analgésicos para el dolor e hidrocortisona, entre otros para sanar los tejidos anales.
Prostatitis crónica
La prostatitis crónica se deriva de la inflamación de la glándula prostática, que puede ser causada por una infección bacteriana o por espasmos de los músculos del diafragma urogenital.
La sintomatología típica incluye obstrucción urinaria, sensación de vaciamiento incompleto de la vejiga y un fuerte dolor en la zona del bajo vientre, la región perineal y la parte baja de la espalda.
Tratamiento
Normalmente, esta patología si es producto de una infección bacteriana se trata con antibióticos, reposo y analgésicos para aliviar el dolor.
Sin embargo, es indispensable la revisión por parte del especialista para un buen diagnóstico por medio de la realización de exámenes y pruebas específicas de hematología y orina.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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