Embarazo ectópico: síntomas, causas y tratamiento
Un embarazo ectópico o extrauterino es aquel que se desarrolla fuera del útero, es decir, el óvulo fecundado se aloja en una de las trompas de Falopio (en la gran mayoría de casos) o en otros puntos del cuerpo femenino como los ovarios, el cuello uterino o el abdomen. Esto supone un problema muy grave para la salud de la madre, ya que podría complicarse y ocasionar hemorragias internas e infecciones potencialmente mortales. Es por ello que es necesario un diagnóstico médico temprano para poder interrumpir el embarazo mediante el tratamiento adecuado en cada caso. En ONsalus explicamos todo lo que se debe saber acerca esta cuestión mostrando los síntomas, las causas y el tratamiento del embarazo ectópico.
Síntomas del embarazo ectópico
En las primeras semanas, el embarazo ectópico puede manifestarse mediante síntomas que coinciden con los primeros signos de un embarazo normal, como náuseas, cansancio, debilidad o sensibilidad en los senos. También hay casos en los que el embrión muere antes de que se presente ningún síntoma o tras una ligera hemorragia, por lo que es posible que la mujer no se de cuenta de haber tenido un embarazo ectópico o se tome como un aborto espontáneo.
Sin embargo, en los casos que el embrión empieza a desarrollarse se pueden manifestar los siguientes síntomas:
- Dolores fuertes en la zona baja del abdomen.
- Sangrados vaginales anormales.
- Lumbago.
- Dolores en el hombro.
- Náuseas y vómitos.
- Debilidad, mareos y/o desmayos.
- Presión en el recto.
- Malestar generalizado.
En aquellos casos en los que produce una ruptura o sangrado en la zona en la que se encuentra el embrión, estos síntomas se agravan e incluso podría derivar en irritación peritoneal o un shock, siendo este una de las complicaciones más comunes de los embarazos ectópicos.
Ante el padecimiento de algunos de los síntomas anteriores o si se presenta un sangrado intenso, es fundamental acudir al médico con urgencia para una revisión exhaustiva.
Causas y factores de riesgo del embarazo ectópico
La mayoría de embarazos se desarrollan en el útero o matriz de la mujer; sin embargo, cuando el óvulo fertilizado se aloja en un lugar no adecuado del cuerpo femenino como las trompas de Falopio, el cuello del útero, el ovario o el abdomen, se produce lo que conocemos como embarazo ectópico.
En una gran parte de los embarazos ectópicos, el óvulos fecundado se adhiere a una de las trompas de Falopio antes de llegar al útero; condición que se denomina embarazo tubárico. Raras veces ocurre este tipo de embarazo en los ovarios, el cuello uterino o el abdomen.
No en todos los casos se conocen las causas exactas, pero hay una serie de factores que pueden ocasionar esa implantación anormal del óvulo y entre ellos, se encuentran:
- Defectos congénitos en las trompas de Falopio.
- Endometriosis: sucede cuando las células de la matriz crecen por fuera del útero, y esto provoca síntomas como dolores, sangrados anormales entre periodos menstruales y dificultades para quedar embarazada o infertilidad.
- Haber padecido de enfermedad inflamatoria pélvica: es una infección que afecta a los órganos sexuales de la mujer y que está ocasionada por bacterias que causan enfermedades de transmisión sexual mal tratadas, como puede ser la clamidia o la gonorrea.
- Haber tenido un embarazo ectópico con anterioridad. Esto aumenta en un 10 o 15% las probabilidades de volver a tener un embarazo de este tipo.
- Cicatrización debido a una cirugía pélvica anterior.
Además de los anteriores, se debe tener en cuenta que hay otros factores de riesgo que pueden elevar las posibilidades de que suceda un embarazo ectópico. Estos son los siguientes:
- Tener más de 35 años de edad.
- Quedar embarazada llevando un dispositivo intrauterino (DIU).
- Tener las trompas de Falopio ligadas.
- Haberse sometido a una intervención quirúrgica para revertir la ligadura de trompas con el objetivo de poder quedar embarazada.
- Ser fumadora.
- Haberse sometido a técnicas de reproducción asistida para quedar embarazada, como la fecundación in vitro.
Tratamiento del embarazo ectópico
El diagnóstico del embarazo ectópico lo realiza un médico especialista mediante una ecografía vaginal, aunque también cabe la posibilidad de que sea necesario hacer un análisis de sangre para medir los niveles de la hormona del embarazo que en este caso suelen ser bajos, o una laparoscopia, que consiste en insertar un tubo muy delgado y rígido en el abdomen a través de una incisión.
Un embarazo que no se desarrolla en el útero no puede continuar hasta el nacimiento y se debe interrumpir. El tratamiento adecuado será determinado por el médico en función de cada caso; hay dos posibles formas de tratar un embarazo ectópico:
- Medicamentos. Se administra un medicamento llamado metrotexato con el fin de impedir que el embrión siga creciendo. Esto es frecuente en casos en los que no existe riesgo de ruptura y el embrión es pequeño.
- Cirugía. Se lleva a cabo una intervención quirúrgica, llamada laparoscopia, para extraer el embrión mediante unos instrumentos que se insertan en el abdomen a través de unos pequeños cortes.
Cuando la situación se complica y sucede rotura y sangrado interno, se debe llevar a cabo una cirugía urgente para extirpar el embrión y detener la pérdida se sangre. En determinados casos, es probable que se tenga que extirpar la trompa que ha resultado dañada.
¿Es posible tener un embarazo sano después de un embarazo ectópico?
Esta es una pregunta muy frecuente entre las mujeres que han sufrido con anterioridad un embarazo ectópico. Pues tal y como afirman los expertos, la respuesta es SÍ, ya que las cifras revelan que 1 de cada 3 mujeres que han tenido un embarazo ectópico pueden gestar de forma sana posteriormente.
Sin embargo, también se debe señalar que las probabilidades de volver a tener un embarazo ectópico son mucho más elevadas, y que si una de las trompas de Falopio ha sido extraída o han quedado daños importantes, quedar embarazada puede ser más complicado.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
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