¿Es bueno andar con un espolón?

El espolón calcáneo es un crecimiento óseo que se forma en algún tendón o músculo del pie, específicamente, en la zona fibrocartilaginosa, provocando un dolor punzante y una gran sensibilidad. Es una molestia muy localizada, que se agrava con la carga, especialmente, al caminar y realizar otras actividades cotidianas.

Partiendo de esto, andar con normalidad en estos casos suele ser incómodo. En ciertas circunstancias, el dolor puede limitar la rutina personal y laboral de la persona.

No obstante, el espolón no impide caminar, sin embargo, no es bueno hacer esta actividad de manera intensa, es decir, la sobrecarga o sobreesfuerzo que se realiza sobre el pie por mantener largas caminatas o trote puede intensificar el dolor en la parte del talón, complicando la situación a tal punto de imposibilitar la acción de caminar y, a veces, hasta permanecer de pie.

En este sentido, a pesar de que no exista una norma o prohibición en relación a si es bueno andar con un espolón, siempre es recomendable ante estas lesiones minimizar la actividad física, sobre todo, si el dolor limita realizar la marcha con normalidad.

Por lo tanto, en principio, se puede caminar un poco o realizar algunos ejercicios físicos identificando siempre el nivel adecuado de la actividad para tonificar la musculatura de la fascia plantar y evitar que se atrofie. No obstante, siempre es importante tener en cuenta las indicaciones y recomendaciones médicas, ya que los especialistas son los que determinarán lo más conveniente para cada paciente.

Si tienes un espolón calcáneo es importante seleccionar el zapato adecuado, aquí te mencionamos las características principales que debe tener:

• Buen soporte al arco del pie: necesariamente, el calzado debe ajustarse a la forma del pie de manera que permita el apoyo necesario a la zona afectada. Lo apropiado es que el zapato tenga elevación en la parte central.
• Buen apoyo en el talón: los zapatos deben contar con una buena amortiguación en la talonera que reduzca la tensión al caminar, sujete apropiadamente la parte inferior del talón y evite el deslizamiento de los pies.
• Suela con buena amortiguación: Esta particularidad en el zapato, permite asegurar cada paso, y contrarrestar dolor en cada pisada.
• Plantillas cómodas: en estos casos, la comodidad es una prioridad. El pie no debe sentirse apretado o muy holgado. Una buena plantilla facilita el ajuste correcto del pie y caminar de manera confortable.
• Retropié firme: la parte posterior del zapato debe ser firme y resistente, incluido el talón, para que no se doble fácilmente y provoque una tensión adicional en esa zona.
• Buen ajuste: la estabilidad durante la caminata es importante, por lo que el calzado debe ajustarse muy bien para que no quede demasiado grande o pequeño. DE lo contrario, los pies no estarán cómodos y se agudizará el dolor.
• Flexibilidad en el empeine: el área delantera del zapato debe ser flexible y doblarse en los dedos, de tal forma que permita impulsarse hacia adelante con sutileza sin realizar un esfuerzo extra.

Quitar un espolón de manera rápida implica tener en cuenta ejercicios puntuales, fisioterapia y reposo. Existen diversos tratamientos para curar esta malformación en el pie, que no tiene que ver con cirugía, al contrario, involucra aspectos de modificación de la práctica diaria que sin problema se pueden hacer desde el hogar y técnicas de rehabilitación que ayuden a hacer desaparecer esta dolencia. Aquí te lo explicamos:

Modificación de la práctica diaria, deportiva y laboral

• Es fundamental para una recuperación exitosa y rápida del pie modificar o reducir aspectos de la práctica diaria, deportiva y laboral, teniendo en cuenta que la cura no es inmediata, ya que puede tardar varios meses según la particularidad del caso.
• El especialista recomienda siempre al inicio del tratamiento no andar descalzo por mucho tiempo, particularmente, en suelos duros y bajar de peso si hay obesidad para reducir el dolor en el talón y disminuir la carga impactada sobre la planta del pie.
• También es necesario suspender los ejercicios de impacto que impliquen correr y saltar para no aumentar la lesión en los tejidos del talón y la planta del pie.
• Aplicar hielo 3 o 4 veces al día durante 15 minutos ayuda a minimizar la inflamación y reducir el dolor.
• Asimismo, es importante guardar reposo según el grado y la evolución de la lesión para que la inflamación se reduzca de manera progresiva.

Plantillas o taloneras ortopédicas

Las plantillas o taloneras a veces son muy útiles para encontrar alivio en estos casos. Su finalidad es disminuir la presión sobre el talón y distribuir las cargas. Es una buena opción para amortiguar cualquier impacto o golpe ejecutado sobre el pie.

Fisioterapia

La fisioterapia tiene un impacto muy positivo en la pronta recuperación del pie, involucra ejercicios de estiramiento y masajes para disminuir el dolor y la inflamación. Son rutinas de ejercicios específicos que deben planificarse y ejecutarse con un especialista.

Tratamiento de ondas de choque

• Es uno de los tratamientos más efectivos para quitar el espolón calcáneo. Consiste en emitir ondas sonoras de alta frecuencia en el área afectada del pie para eliminar la acumulación de calcio, logrando disminuir la inflamación y el dolor por su efecto analgésico.
• Esta técnica evita la cirugía, no necesita anestesia ni sedación.

Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.

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