No me baja la regla pero tengo síntomas, ¿a qué se debe?
Muchas mujeres expresan en las consultas médicas: "No me baja la regla, pero tengo síntomas", y esto puede deberse a diversas causas, como el embarazo, el síndrome de ovario poliquístico, problemas hormonales e incluso el estrés.
En ONsalus, vamos a explorar algunas de las razones por las cuales una mujer puede no tener la menstruación, pero experimentar los síntomas.
Uso de anticonceptivos hormonales
Muchos anticonceptivos tienen una carga hormonal fuerte, lo que puede causar retrasos en la llegada de la menstruación, incluso cuando la mujer presenta síntomas como dolor de cabeza, cólicos o dolor en el vientre.
En este caso, conviene hablar con el ginecólogo para verificar que todo esté bien o evaluar la posibilidad de cambiar el método anticonceptivo que se está utilizando.
Estrés
El estrés también puede influir de manera negativa en el ciclo menstrual, ya que puede activar el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (HPA), responsable de producir y liberar hormonas como la adrenalina y el cortisol. Esta última hormona, a su vez, interfiere con la producción de otras hormonas importantes para regular el ciclo menstrual y la ovulación, como las gonadotropinas (LH y FSH).
Si una mujer sufre de estrés crónico, puede tener dificultades para liberar óvulos maduros, dificultad para quedar embarazada, presencia de ciclos irregulares, más cortos o más largos, alteraciones en los niveles de estrógeno y progesterona, que intervienen en el ciclo menstrual regular, y experimentar síntomas premenstruales más severos, además de dolor abdominal y cambios en el flujo menstrual.
Otras condiciones, como la depresión y la ansiedad, pueden intensificar el estrés e impactar en el ciclo menstrual. Por ello, se recomienda aplicar técnicas para manejar el estrés, mantener un estilo de vida saludable y recibir apoyo emocional.
Embarazo
El embarazo también puede hacer que una mujer experimente síntomas sin tener sangrado. Algunas mujeres pueden confundir el sangrado de implantación con su periodo, cuando en realidad no lo es.
Además, el uso de métodos anticonceptivos no es 100 % eficaz, por lo que la mejor manera de descartarlo es mediante una prueba de embarazo.
Síndrome de ovario poliquístico
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) es una condición caracterizada por la presencia de varios quistes en los ovarios, que suele causar desequilibrios hormonales capaces de interferir con el ciclo menstrual y la ovulación. Esto se debe a que algunas mujeres tienen un nivel elevado de hormonas masculinas, llamadas andrógenos.
Además, las mujeres que padecen SOP tienden a presentar resistencia a la insulina, una hormona necesaria para regular la glucosa en la sangre. Todo esto afecta los ciclos menstruales y puede provocar síntomas como acné, hirsutismo (aumento de vello corporal), aumento de peso, problemas metabólicos y de fertilidad. Para tratar el SOP, el médico podría recomendar cambios en el estilo de vida, así como tratamiento oral para la resistencia a la insulina, regular los ciclos menstruales, y otros medicamentos para inducir la ovulación en caso de problemas de fertilidad.
Cambios en el peso
El cambio brusco de peso, ya sea un aumento o una pérdida, puede interferir con el ciclo menstrual y causar retrasos en la menstruación. Algunos trastornos alimentarios, como la bulimia y la anorexia nerviosa, también pueden afectar negativamente la producción hormonal.
Esto ocurre porque el ciclo menstrual es un proceso regulado por las hormonas, y cuando hay un desequilibrio en ellas, es común que se presenten retrasos. Una buena alimentación es indispensable para mantener un ciclo menstrual regular, ya que influye en la producción de hormonas como el estrógeno y la progesterona.
Trastornos de la glándula tiroides
Tanto el hipertiroidismo como el hipotiroidismo pueden afectar el ciclo menstrual, ya que influyen en las hormonas que participan en este proceso. La tiroides es una glándula ubicada en el cuello que produce hormonas que actúan en el sistema endocrino.
En el caso del hipotiroidismo, cuando no se producen suficientes hormonas tiroideas, la mujer puede experimentar alteraciones en el ciclo menstrual, como ciclos irregulares y ausencia de ovulación. Este desequilibrio puede llevar a que los síntomas premenstruales se manifiesten con mayor intensidad.
En el hipertiroidismo, o producción excesiva de hormonas tiroideas, los ciclos menstruales pueden ser más frecuentes, con un sangrado menstrual abundante y de mayor duración. El médico, a través de pruebas de función tiroidea, establecerá un diagnóstico e indicará un tratamiento, que puede incluir reemplazo hormonal para restablecer los niveles en el caso de hipotiroidismo, o fármacos antitiroideos si la mujer padece de hipertiroidismo.
Efecto secundario de fármacos
La ingesta de algunos medicamentos también puede hacer que una mujer no tenga su menstruación, a pesar de presentar todos los síntomas. Algunos de estos fármacos forman parte de tratamientos de quimioterapia, anticonceptivos orales, inductores de la ovulación, ansiolíticos, antidepresivos, medicamentos para la tiroides, y para tratar condiciones como la diabetes, enfermedades autoinmunes o la hipertensión arterial.
Incluso, el uso de corticoides, como la prednisona, puede afectar el ciclo menstrual al alterar las hormonas suprarrenales. Esto se debe a que todos estos medicamentos influyen en el sistema endocrino, que es responsable de la producción de hormonas importantes para el ciclo menstrual. Es importante conversar con el médico para evaluar si es necesario ajustar la dosis de los medicamentos.
Actividad física excesiva
La actividad física intensa puede llevar a una disminución de los niveles de estrógenos, especialmente cuando hay una pérdida significativa de grasa corporal. La falta de estrógenos puede resultar en un menor sangrado menstrual.
Por ello, es importante acompañar el ejercicio con una buena alimentación y contar con la orientación profesional de un nutricionista.
Lactancia
Durante este período, hay un aumento en la hormona prolactina, lo cual puede provocar la ausencia de sangrado. Cuando una mujer está lactando, la glándula pituitaria libera prolactina, que inhibe la liberación de las hormonas LH y FSH, las cuales son gonadotropinas. La amenorrea lactacional también puede impedir que una mujer ovule, pero esto no es un método anticonceptivo fiable.
Todas las causas mencionadas pueden hacer que una mujer no tenga su menstruación, pero experimente síntomas. Esto se debe a que el ciclo menstrual es un proceso complejo en el que intervienen muchas hormonas, y un desequilibrio en la producción o liberación de algunas de ellas puede provocar síntomas sin que haya sangrado.
Es importante prestar atención a las señales que envía el cuerpo y acudir a una consulta médica para que un profesional evalúe los síntomas y establezca un diagnóstico preciso. Mantener un buen equilibrio hormonal es fundamental para la salud.
Este artículo es meramente informativo, en ONsalus.com no tenemos facultad para recetar tratamientos médicos ni realizar ningún tipo de diagnóstico. Te invitamos a acudir a un médico en el caso de presentar cualquier tipo de condición o malestar.
Si deseas leer más artículos parecidos a No me baja la regla pero tengo síntomas, ¿a qué se debe?, te recomendamos que entres en nuestra categoría de Sistema reproductor femenino.
- Aguilar Macías, A. S., Miranda, M. D. L. Á., & Quintana Díaz, A. (2017). La mujer, el ciclo menstrual y la actividad física. Revista Archivo Médico de Camagüey, 21(2), 294-307.
- Caneo, C., Aedo, I., Riquelme, M. J., & Fardella, C. (2020). Disfunción tiroidea y trastornos del ánimo: revisión del estado del arte. Revista Médica Clínica Las Condes, 31(2), 122-129.
- Chasipanta, W. G. A., Zambrano, C. R. B., Sánchez, J. W. J., Álvarez, E. I. E., Cano, A. G. B., & García, M. R. V. (2017). Efectos del deporte sobre la glándula tiroides. Revista Cubana de Investigaciones Biomédicas, 36(3), 1-10.
- Dra, P. T. S., Preisler, R. J., & Magendzo, N. A. (2013). Síndrome de ovario poliquístico. diagnóstico y manejo. Revista Médica Clínica Las Condes, 24(5), 818-826.
- Jiménez, M. R., & Aguilá, N. C. (2017). El ciclo menstrual y sus alteraciones. PediatríaIntegral, 304.
- Soriano Fernández, H., Rodenas García, L., & Moreno Escribano, D. (2010). Criterios de elegibilidad de métodos anticonceptivos: nuevas recomendaciones. Revista Clínica de Medicina de Familia, 3(3), 206-216.
- Zárate, A., Basurto, L., & Hernández, M. (2001). Los trastornos tiroideos en la mujer. Ginecol. obstet. Méx, 200-205.